Una matriz cooperativa y solidaria paulatinamente disminuirá la idea de competencia que puede resultar nefasta en grupos con problemas de convivencia. Debe incluirse a los primeros y segundos ciclos en esta postura para que desde pequeños no crean que para que unos estén bien otros tiene que estar mal o ser perdedores (recordar que los conflictos con las diferencias de género son el origen de muchos problemas de convivencia y que a veces se ven desde los primeros años de la EGB).
La comprensión de esta doble fuerza del afuera y del adentro llevará al equipo directivo a propiciar espacios de reflexión, analizando y comprendiendo la necesidad de que todos juntos podrán abordar el problema desde varios frentes.
· El ED observará en las rutinas institucionales y áulicas cómo son los vínculos de los docentes con los alumnos, de los docentes entre sí, de los docentes con el personal auxiliar y de éstos con los alumnos. También se mirará a sí mismo, su propio estilo de conducción será objeto de análisis y reflexión.
· Facilitar espacios y tiempos para que los docentes puedan realizar entrevistas a los padres, conjuntamente con el EOE, para comprender las problemáticas individuales de sus alumnos será una de las primeras metas en la investigación-acción. El acercamiento de los docentes y las familias favorecerá al mutuo conocimiento que ayudará a ambas partes a comprometerse en futuras acciones.
· Será oportuna la presentación de circulares internas con diferentes técnicas y recursos a los docentes para fomentar el uso de dinámicas grupales dirigidas a la inclusión de todos los alumnos desde sus capacidades y destruyan las antiguas clases tradicionales donde el docente “trabaja con la élite” y al fondo “la bruma”. Se hallan materiales al respecto en el C-D sobre convivencia enviado a domicilio a los docentes que los soliciten al Ministerio de Educación de la Nación (nº 3), así como en el Eje ético trabajado desde los diseños curriculares en profundidad y con una mirada crítica sobre las propias prácticas.
· La observación de clases dirigidas a mirar estas dinámicas será indispensable. El ED estará consciente que para algunos docentes la propuesta de trabajar en grupo con los alumnos les despierta inseguridades y miedo al desorden “cuando están en grupo se portan mal, se desordenan”, expresan a menudo. Una forma de disminuir estos temores es la propia práctica: ¿una reunión docente distinta?, es decir, poner a los docentes mismos en situaciones de participar ellos mismos de técnicas grupales, así comprenderán que a través del juego grupal, de los permisos a moverme del banco, de abrir el aula a otros espacios como el patio o la vereda, permiten encontrar material para sus clases en donde “moverse” no sólo está permitido sino que hace al aprendizaje más problematizador e inolvidable.
Se aprende la solidaridad practicándola realmente. Puede planificarse con los docentes la realización de proyectos solidarios que podrán atravesar más de un área del conocimiento e ir conformando una matriz cooperativa. Por ejemplo:
· Gestionar redes con otras instituciones donde la interacción beneficie mutuamente a sus miembros (hogares de niños o ancianos, grupos de asociaciones de estudiantes universitarios, iglesias, municipalidades, etc.)
Una matriz cooperativa y solidaria paulatinamente disminuirá la idea de competencia que puede resultar nefasta en grupos con problemas de convivencia. Debe incluirse a los primeros y segundos ciclos en esta postura para que desde pequeños no crean que para que unos estén bien otros tiene que estar mal o ser perdedores (recordar que los conflictos con las diferencias de género son el origen de muchos problemas de convivencia y que a veces se ven desde los primeros años de la EGB).
De poco servirá que haya proyectos cooperativos si las relaciones vinculares de los miembros de la institución son un conflicto en sí mismas. El ED también debe propiciar y facilitar amplios canales de comunicación en donde todos los docentes puedan recibir confirmación y posibilidad de crecimiento.