La participación de los alumnos en proyectos solidarios, redes institucionales, la figura del docente tutor, la instalación en aprendientes y enseñantes de la palabra como medio de comunicación indispensable para una sana inserción social favorecerá la apertura de la escuela a las familias de los adolescentes, que comúnmente se alejan cuando los hijos van creciendo, a veces creyendo que ya no los necesitan y otras por miedo a tantos cambios que sienten y no pueden controlar.
El trabajo en equipo es el camino y es responsabilidad del ED brindar espacios y tiempos para ello, utilizando fortalezas entre los diferentes perfiles docentes, quienes irán conformando grupos de trabajo en donde el intercambio de capacidades y gustos favorecerá la participación. El estilo de conducción del ED será empático ya que el autoritarismo en donde sólo se marca el error y se exalta el individualismo no favorecerá a la confianza, el respeto y la aceptación. Demostrar que existe fe en las personas y poseer autoridad pedagógica para acompañarlos como un natural capacitador.
· Un proyecto de tutorías puede ser el camino para involucrar tanto a docentes como alumnos en el diálogo y el valor de la palabra. La figura del docente tutor, favorecerá prácticas democráticas y participativas sin olvidar la figura del preceptor en su rol pedagógico y de coordinación.
Cuando el ED observe las relaciones entre docentes y alumnos y la instalación de la palabra como base para ellas, será el momento de proponer, si no surge antes de ellos mismos, la creación del consejo de alumnos y docentes con la intención de retroalimentarse mutuamente además de organizar nuevos emprendimientos y, también, el tratamiento de medidas y sanciones que siempre deben existir, pero desde un lugar constructivo y de generación de aprendizajes.
La participación de los alumnos en proyectos solidarios, redes institucionales, la figura del docente tutor, la instalación en aprendientes y enseñantes de la palabra como medio de comunicación indispensable para una sana inserción social favorecerá la apertura de la escuela a las familias de los adolescentes, que comúnmente se alejan cuando los hijos van creciendo, a veces creyendo que ya no los necesitan y otras por miedo a tantos cambios que sienten y no pueden controlar.
Proponer una matriz cooperativa y solidaria con una buena comprensión del ejercicio de autoridad como postura filosófica donde no se acepte las conductas violentas pero si se acepte al alumno. Una escuela donde no haya incluidos y excluidos (la elite y la bruma) es el camino para que la función social de la educación se cumpla en todos sus aspectos: impartir saberes significativos en una sociedad democrática donde todos tengan el derecho a la educación y al progreso.