La mayoría de las personas con espasmofemia presentan gran tensión muscular especialmente en la musculatura facial debido a la aparición de tics nerviosos y contracturas en el esfuerzo de pronunciar las palabras en las cuales se bloquean.
Podemos dividir los enfoques terapéuticos en dos tipos:
1.
Terapia enfocada a niños pequeños (preescolares): Este tipo de terapias está enfocada a preferentemente a los padres a quienes se les entrega una serie de herramientas destinadas a modificar actitudes hacia el niño, tales como:
No llamar la atención del niño sobre sus dificultades. Se deben ignorar sus errores sin hacer ninguna observación del habla del menor.
Fortalecer experiencias positivas en el niño. Se debe aprovechar el carácter cíclico de la tartamudez en la cual existen períodos en que no se produce ningún espasmo, para motivar al niño a hablar, que cuente de sus actividades y de sus juegos fortaleciendo así su seguridad. En los períodos de mayor tartamudez no se lo debe presionar para hablar.
Evitar conflictos familiares frente al niño. Se debe evitar en lo posible todo tipo de conflicto familiar en presencia del menor, ya que estos problemas solo producen inseguridad en el niño.
Evitar que se establezcan celos en el niño. Se debe distribuir el cariño familiar por igual entre todos los hermanos y constituyentes de la familia.
Evitar toda perturbación emocional en el niño. Se debe entregar al niño reglas claras y justas de convivencia familiar evitando caer en los extremos.
Generar compensaciones en el niño. Es necesario que el menor experimente sensaciones de superioridad en algún área o materia para fortalecer su autoestima.
No fatigar a los menores. Las actividades diarias no deben ser cansadoras (en jardines solo 3 a 4 horas diarias) ya que debe prevalecer el contacto con los padres.
Como hemos visto en menores preescolares no se realizan tratamientos dirigidos, es más, están contraindicados.
2. Terapias enfocadas a niños (escolares), adolescentes y adultos: En este tipo de enfoque los esfuerzos están dirigidos prioritariamente a los pacientes con espasmofemia. Contrariamente a las orientaciones dadas en preescolares, aquí se busca conocer las dificultades y limitaciones, y la forma de mitigarlas. Algunas de las técnicas utilizadas son las siguientes:
Entrenamiento respiratorio. Se entrena directamente el tipo y la coordinación respiratoria, ya que especialmente esta última, es la que se encuentra más alterada provocando interrupciones frecuentes en la fluidez del habla.
Relajación muscular. La mayoría de las personas con espasmofemia presentan gran tensión muscular especialmente en la musculatura facial debido a la aparición de tics nerviosos y contracturas en el esfuerzo de pronunciar las palabras en las cuales se bloquean. Debido a ello se enseñan técnicas de relajación tanto general como segmentarias.