La integración del niño sordo implica pues que sus responsables sean capaces de superar sus aspiraciones narcisistas para que realmente puedan realizar una tarea que promueva el desarrollo del potencial del niño sin descuidar sus intereses, necesidades y emociones.
Componentes del proceso de integración. Roles.
La niña con discapacidad: el componente fundamental en este proceso. Cumple el rol de protagonista o productor, se le da la oportunidad de vivir distintas relaciones sociales. No sólo estar físicamente sino participar, disfrutar, intercambiar, relacionarse, construir aprendizajes que en un ámbito terapéutico no se podrían lograr. El hecho de tener un rol, ocupar un lugar, le permite asumir un papel social. Este papel social ocupa un lugar en el desarrollo cognitivo.
El maestro de la escuela especial: cumple el rol de coordinación y asesor al maestro integrador con respecto a algunas estrategias pedagógicas y comunicativas. Le brinda, al maestro integrador, apoyo académico en la clase especial y además asiste semanalmente a la escuela común estando presente en el aula e interactuando con el grupo al cual pertenece la niña.
El maestro integrador: el que recibe a la niña en su clase, es responsable de la integración directa entre la niña y sus demás compañeros. Trata de adecuar el trabajo de la niña, haciéndola participar de todas las actividades de la clase. Cuenta además con el trabajo del maestro de apoyo de la escuela común quien brinda asistencia individual a la niña cuando es necesario.
La escuela y el grupo de compañeros: muy importantes en esta integración. La dirección de la escuela facilita la integración apoyando al maestro integrador y participando de la misma.
Los compañeros favorecen la relación entre ellos la cual se va alimentando y prolongándose con el tiempo, facilitando así la comunicación. Debemos destacar que la niña está integrada al grupo desde hace tres años ya que fue integrada al grupo a nivel 5, luego cursó 1º año junto a ellos y actualmente continúa con ellos en 2º año. Los niños han aprendido a manejar algunas señas enseñadas por la niña y facilitan aún más la comunicación. A la vez la niña en estos tres años con el grupo ha mejorado su oralidad sintiendo la necesidad de apoyarse en el lenguaje oral lo cual permitió manejarse mejor con sus compañeros. Tiene alta motivación para expresarse oralmente. Maneja un lenguaje oral sintético, consistente fundamentalmente en la juxtaposición de sustantivos.
La familia de la niña: juega un rol fundamental en este proceso de integración. Le brinda un apoyo afectivo y trata de facilitarle la superación de las dificultades que va encontrando en su camino. No sólo han integrado a la niña a la escuela común, sino que ella participa de todas las actividades que cualquier otro niño de su edad hace. Facilitan las actividades lúdicas en el barrio, etc.
Dificultades específicas que se ha detectado para que se realice la integración.
Como todo niño, al enfrentarse a algo nuevo, desconocido, existió en un primer momento miedo a lo nuevo.
Pero se superó en un corto lapso de tiempo asistiendo a partir de entonces con gusto a la escuela común.
La recibió un grupo de veinticinco niños( en nivel 5) muy dispuesto a aceptarla (se había hablado antes con la maestra y el grupo de niños), los cuales beneficiaron la integración e incentivaron de esa manera la no frustración y el no aislamiento. En el aspecto académico la dificultad se manifestó en el lenguaje , dificultad ésta que la maestra integradora, la maestra de la escuela especial, están tratando de superar a medida que pasa el tiempo.
La comunicación se logró casi enseguida, la niña y sus compañeros crearon nuevas estrategias e intentaron de ambos casos comunicarse de alguna manera. Los niños solicitan a la niña el lenguaje de señas, ella se los enseña.
Hay que destacar también la participación de los padres de los compañeros, quienes han colaborado enormemente en la apertura a la integración.
La resolución de los problemas que se presentan en la escuela integradora (alumnos – maestros - padres) se da a través de intercambios de información y de manera competitiva.
La escuela integradora ha realizado un proceso de acomodación y cambio para dar a los niños integrados una adecuada y satisfactoria atención, tratando de adecuar los recursos a las necesidades de cada alumno.
“Cuando un niño con discapacidad llega a una escuela común, la integración y la relación es espontánea. Los componentes afectivos se desarrollan espontáneamente. Por lo general somos los adultos los que establecemos las
‘barreras y clasificamos’”
Conclusión
En todo proceso integrador hay elementos a tener en cuenta, estos pueden ser positivos o negativos, indudablemente que en nuestro análisis podemos observar elementos positivos de “freebakcs” entre la niña y los compañeros, entre los compañeros y su familia y entre la familia de la niña y la escuela.
La integración del niño sordo implica pues que sus responsables sean capaces de superar sus aspiraciones narcisistas para que realmente puedan realizar una tarea que promueva el desarrollo del potencial del niño sin descuidar sus intereses, necesidades y emociones.
La Educación es un proceso mediante el cual se procura promover al máximo el desarrollo del alumno con su naturaleza y sus necesidades singulares. Las semejanzas de los “normales” con los discapacitados son mayores que las diferencias.
El respecto a la diversidad es muy importante. El reconocimiento de las diferencias entre las personas hace más rica a las comunidades. La escuela especial y común deberían fusionarse para atender las Necesidades Educativas Especiales, propias de los alumnos.
Referencias
Cristina Comas Minondo, Conrado Vicente: Congreso “Integración – inclusión del alumno con NEE” Salamanca – España. Febrero 1999.
Licenciadas Marta Ascano y Junaita Vallejo Latessa: Revista de la Dirección de Educación Nº 7 – Bs. As. Argentina 1997.
Varios Autores. Seminario “Diversidad” ANEP – CODICEN, Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente. Departamento de Educación a Distancia. Montevideo – Uruguay 1998.
Verónica de la Paz, Margarita Miranda, Lucía Rojas. Alumno Sordo Integrado. Editorial Universitaria. Chile 1993. (2da. Edición).
Mtro. Pablo Silva Rubín. Integración de los niños con discapacidad auditiva. Jornadas de asistencia en servicio. Montevideo Uruguay, Agosto 1999.
Revista “Nuestra Educación Especial” Editorial Peluche Buenos Aires 1998/99
Boletín “Modelos de intervención para la atención de la NEE en modalidades integradoras – inclusoras” Inspector Luís Belora.
Jesús Garrido Landívar -Adaptaciones curriculares. Editorial CEPE. España 1995.