El principio de integración no es idea y patrimonio de un grupo de seres bien intencionados; es un Derecho Constitucional; más aún, es sencillamente, un principio de convivencia civilizada. Es la afirmación que sobre nosotros mismos hemos elaborado en el devenir de los siglos, una imagen que ni el sexo, la raza, el idioma, la inteligencia, la integridad física y sensorial pueden surtir efectos discriminatorios entre los diferentes...” Eloísa García Etchegoyen de Lorenzo
Caso de integración de un niño sordo.
Mi flor es incompleta.
Mi lágrima se ha transformado en pétalo,
la distancia entre una y otra
es la tierra.
Ayúdame a cubrir este tramo
y seré felíz.
Integración es un derecho.
El principio de integración no es idea y patrimonio de un grupo de seres bien intencionados; es un Derecho Constitucional; más aún, es sencillamente, un principio de convivencia civilizada. Es la afirmación que sobre nosotros mismos hemos elaborado en el devenir de los siglos, una imagen que ni el sexo, la raza, el idioma, la inteligencia, la integridad física y sensorial pueden surtir efectos discriminatorios entre los diferentes...”
Eloísa García Etchegoyen de Lorenzo
Introducción
¿Qué es integración?
El aula y la escuela, en su doble aspecto material y relacional, son el punto de encuentro y equilibrio entre las respuestas a dos necesidades fundamentales de la persona: la seguridad y la autonomía.
La relación de un niño con otro busca esencialmente el reconocimiento de su persona. Este intercambio es una necesidad fundamental del ser. En dicho intercambio interactúan sentimientos, acciones, objetos, son los que implican la presencia de interlocutores donde el reconocimiento es recíproco y uno será más fácilmente reconocido si es diferente.
En esa diferencia es donde se sitúa el deseo y la intencionalidad de apropiarse del modelo del otro, de su lenguaje, de su comportamiento, de su estilo.
Muchas de las claves para superar los problemas intelectuales dependen del grado de interacción y de comunicación con los iguales.
“Todo niño es cualquier niño: moreno, de ojos azules, de familia acomodada, con grandes capacidades, con dificultades para aprender, o con alguna discapacidad.”
¿ Un perfume dejaría de ser perfume si lo colocáramos en envases más largos o más cortos, más oscuros o más claros, más gruesos o más finos?
Todos los niños tienen necesidades educativas en mayor o en menor grado, transitoriamente, unos, permanentemente otros. Las dificultades de aprendizaje no son solamente consecuencia inmediata de un déficit en el alumno, si no que son consecuencia también, tanto de las características personales del alumno como del contexto en que éste se desenvuelve.
A las necesidades educativas hay que buscarlas en el proceso interactivo de enseñanza – aprendizaje (Alumno – situación de aprendizaje).
El término de Necesidades Educativas Especiales fue introducido en Europa en 1978 en el Warnock Report (Informe producido por un grupo de expertos a solicitud del parlamento del Reino Unido).
En dicho informe se definen las N.E.E. de la siguiente manera: “ si existe acuerdo entre los objetivos de la Educación, entonces la necesidad educativa se establece en términos de aquello que es esencial para la consecución de dichos objetivos...” “ las N.E.E. de cada uno le son específicas, son aquellas que necesita si se desea que individualmente progrese”.
En la Declaración de Salamanca en 1994 se profundiza dicho concepto y se determina un marco de acción para guiar su atención.
“Cada niño tiene características, intereses, capacidades y necesidades que le son propios”
“Las personas con N.E.E. deben tener acceso a las escuelas ordinarias, que deberán integrarlos en una pedagogía centrada en el niño, capaz de satisfacer esas necesidades”.
“Las escuelas ordinarias con esta orientación integradora representa el medio más eficaz para combatir las actitudes discriminatorias, crear comunidades de acogida, construir una sociedad integradora y lograr la educación para todos; además proporcionan una educación efectiva y, en definitiva, la relación costo – eficacia de todo el sistema educativo”.
De esta declaración se llegó al concepto de escuela integradora cuyo reto consiste en desarrollar una pedagogía centrada en el niño.
Como marco referencial a esta temática recordemos la Ley N° 16.095 que en el artículo 34 cita: “Los discapacitados deberán integrarse con los no discapacitados en los cursos curriculares, desde la educación preescolar en adelante, siempre que esta integración les sea beneficiosa en todos los aspectos.
Si fuera necesario se les brindará enseñanza especial complementaria en establecimientos de enseñanza común, con los apoyos y complementos adecuados. En aquellos casos en que el tipo o grado de la discapacidad lo requiera, la enseñanza se impartirá en centros educativos especiales, por maestros especializados en la materia”.
“El fin de la integración escolar es posibilitar que un alumno con discapacidad o con N.E.E. pueda vivir mejor asumiendo sus discapacidades en una sociedad que le reconozca y trate como uno de sus miembros”.
Las actividades que los niños con discapacidad comparten con otros niños constituyen la parte más importante y desafiante de sus vidas. Si la sociedad o su propia familia lo aisla se produce en él angustia y soledad.
La integración supone en cada caso un enfrentamiento entre la cultura escolar establecida y una nueva cultura. Es un proceso que se va descubriendo y adaptando, no definido desde el principio. Supone una organización diferente del trabajo escolar, aportando posibilidades de éxito mediante un curriculum abierto y flexible.
Debemos destacar, que la integración no es sólo socialización.
Trannoy dice: “ la integración es el hecho de estar entre los otros, con los otros, de tener un rol y un lugar en un grupo o una sociedad, en definitiva aportar una contribución”.
Ese “estar entre otros, “con los otros” le permite al niño construir su historia personal, dependiendo de las relaciones con los otros.
Por lo general la integración de un discapacitado permite una aceptación natural, ayudan y colaboran aquellos que llamamos “normales”. Otras veces los sobreprotegen y también... los rechazan. Es decir que la integración está determinada por los propios niños.
Con respecto a tener “un rol”, un lugar en un grupo o una sociedad permite al niño con N.E.E. a alimentar y facilitar el desarrollo cognitivo y sus respuestas relacionadas con la significación social.
Niño sordo integrado.
“La integración no debe hacerse solamente por la incorporación en calidad de alumno, debe hacerse en base a la realización de actividades conjuntas en las que el niño sordo participa e interactúa en pie de igualdad con sus compañeros oyentes”
La integración de un niño sordo facilita que se desarrolle en un medio lo menos restrictivo posible. Si queremos que se integre a la sociedad en la cual vive, que sea miembro de ella debe conocer sus normas y características. Si dejamos al niño sordo exclusivamente con sus pares (iguales sordos) va a interactuar en un medio que lo protege y le provee todo lo que necesita, entonces tendrá conocimientos limitados de la sociedad a la cual pertenece. Con esto no decimos que el sordo no pertenezca a un grupo social diferente, pero debemos tener en cuenta que vive en una sociedad oyente. ¿Qué buscamos con esto?. Que el niño sordo al igual que el oyente, tenga un desarrollo integral armónico de acuerdo a su potencialidad, respetando las diferencias individuales. En lo socioemocional le brindamos la oportunidad de ser lo más independiente posible, que aprenda a compartir y competir con otros niños distintos a él, que tome consciencia de su capacidad tanto como de su discapacidad.
En cuanto a la comunicación que sienta la necesidad de mejorar sus habilidades de comunicación, que aprenda a apoyarse en el lenguaje lectoescrito y que aumente su comprensión y expresión oral y escrita enriqueciendo su lenguaje interior incrementando el conocimiento de sí mismo y de los demás.
En cuanto al rendimiento escolar, que rinda de acuerdo a sus posibilidades, hasta donde su lenguaje le permite, siendo esta una de las razones de su rendimiento disminuido que hay que tener en cuenta.
“Charles Sullivan (joven sordo norteamericano) expresó: “puedes hacer que te entiendan, si puedes entender a los demás, no es necesario que te limites los horizontes de tu vida a un pequeño mundo cerrado. Nadie logra la felicidad o el éxito sin esfuerzo”
Características de la niña. (Nuestro Caso).
Nivel de discapacidad auditiva: estamos frente a una hipoacusia neurosensorial bilateral o de percepción profunda prelingüística. Ver apéndice audiograma.
Nivel académico: en la escuela especial, cursa el grado en que se encuentra de acuerdo a lo establecido en el programa sin complicaciones. En la escuela integradora (escuela común) marcha adecuadamente dentro de sus limitaciones en la parte del lenguaje, cursa 2º año. La niña tiene en el momento 7 años.
Nivel intelectual: bueno (definido por la observación ya que no se posee ningún test de inteligencia) de acuerdo a su edad cronológica, con las deficiencias propias de su discapacidad, por las limitaciones del lenguaje.
Comportamiento Social: adecuado para una niña de su edad, habiendo cumplido las etapas de socialización, remarcándose ahora la socialización secundaria reafirmándose además la relación con el grupo de pares (oyentes y no oyentes). Equipamiento: audífonos Pico Forte PPCP2-SPL6LC2. Actualmente está siendo evaluada por el equipo de implantes cocleares a cargo del Dr. H. Suárez, para un posible implante en el oído izquierdo ya que es el que tiene menos restos auditivos.
Por qué y para qué se la ha integrado.
Fundamentos:
La integración de la niña surge, pues se considera que se debía darle la oportunidad de compartir su vida con otros niños, diferentes a ella, pero con los cuales debe convivir en sociedad.
La familia advierte la discapacidad de la niña a muy temprana edad. La relación con su familia fue desde ese primer momento de interacción la cual se extendió a abuelos, tíos, primos, etc. La comunicación con la familia siempre fue buena. Se le brinda la posibilidad de participar en actividades lúdicas con niños de su edad favoreciendo en todo momento la interrelación.
Se cree conveniente enfrentarla a sistemas sociales nuevos para ella como lo es la escuela común, pues conviviendo solamente con sus pares (iguales sordos) en la escuela especial, su integración social era limitada con respecto a la sociedad oyente a la que en definitiva pertenece. La escuela especial le provee de casi todo lo que ella necesita pero le falta esa interrelación con los “otros”, con sus otros pares (oyentes) que le permite recibir mas del exterior para ser cada vez más autónoma y segura de sí misma para valerse en una sociedad de oyentes. Es un deber entonces favorecer dichas relaciones e influencias sociales para lograr un mejor desarrollo y crecimiento de la niña.
Objetivos.
Los objetivos perseguidos son los siguientes:
Lograr un mayor grado de autoestima.
Presentar mayores deseos de superación.
Lograr una mejor comunicación con sus pares oyentes.
Beneficiarse de la integración cultural.
Facilitar la autonomía dejando de lado la dependencia.
Aceptar su discapacidad y valorar sus capacidades.
Garantizar su normal desarrollo intelectual.
Garantizar su prosecución académica.
Modalidades que se aplican en este caso:
Según el informes Warnock: se da una integración funcional, ya que la niña asiste a tiempo completo a un aula común y a contra horario asiste a la escuela especial para Discapacitados Auditivos.
Según Soder (1980): se da integración funcional por asistir a contra horario a ambas escuelas.
Según el sistema en cascada descripto por Deno en 1970: está ubicada en el nivel II, asistencia a clase regular más servicio suplementario de instrucción.
Según el modelo Seamus Hegarty: está ubicada en la modalidad Dii, clase especial como base y clase ordinaria.