El lenguaje comienza en el pensamiento de un hablante, y, concluye afectando el pensamiento de quien nos escucha. El rol del pensamiento lo reclama la semántica al sostener que los significados son “impuestos” en el pensamiento por la estructura sintáctica de una lengua.
El grado en que el lenguaje humano es inseparable del pensamiento ha sido materia de debate en el terreno de la lingüística, psicología, filosofía y afines. Así no más Wittgenstein (1889-1951) escribió “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”. El lingüista Wallace Chafe, Profesor Emérito, Departamento de Lingüística, Universidad de California, Santa Bárbara, EE.UU presenta en su reciente libro (2017) “Thought-based Linguistics: How languages turn thought into Sounds”, una teoría del lenguaje basada en la estructura y flujo del pensamiento que trasciende las miradas comunes a las que la lingüística tradicional nos tenía acostumbrados. El lenguaje comienza en el pensamiento de un hablante, y, concluye afectando el pensamiento de quien nos escucha. El rol del pensamiento lo reclama la semántica al sostener que los significados son “impuestos” en el pensamiento por la estructura sintáctica de una lengua. Segundo, los pensamientos no se prestan para ser sometidos al análisis lingüístico.
Chafe sugiere formas para describir los pensamientos y traza los caminos que siguen las lenguas desde una idea hasta convertirse en discursos. Explora además las formas en las que los pensamientos se orientan en el tiempo, memoria, imaginación, realidad, y emociones. El texto entrega también las diferencias entre oralidad y escritura, las funciones de la prosodia (modulación de la voz) en la lengua hablada, así como las emociones que subyacen a la risa, el humor y la forma en que una lengua puede expresar lo estético. Destaca la prioridad de la “cognición”, y, cómo ésta fluye cuando hablamos o escribimos.
Destaca el Dr. Chafe el rol del cerebro cuyos misterios pueden ayudarnos a entender dichos procesos pues su evolución ha estado siempre inseparable del pensamiento, el lenguaje, la conciencia, la imaginación, y la memoria. En realidad, este texto nos hace mirar la “lingüística” como una “ciencia cognitiva” junto a la psicología, antropología, sociología, educación y disciplinas afines.