Omer Silva Villena | 15/09/2024

Cuando desde el trabajo académico uno se inicia en los estudios del lenguaje, surgen poco a poco distintos intereses que empiezan a tornarse complejos. En primer lugar, las disciplinas que se interesan por él o, mejor dicho, que se ”disputan” el campo. Es que en relación a estudiar cómo se origina en el niño, y, cuándo aparece en la evolución humana, la maravilla más grande de la experiencia humana. En el génesis (2: 19) existe una alusión- no siempre comprendida- dice así “Dios formó de la tierra toda bestia del campo, toda ave de los cielos y las trajo a Adán para que viese cómo los había que llamar y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre”.

Cuando me propuse escribir el texto “Lenguaje y bilingüismo en la infancia: perspectiva psicolingüística”, Ediciones de la U, Bogotá, Colombia, 2016 fue un problema mayor pensar en el título. Ello pues el campo es tan amplio y detallado que existe una rama de la lingüística como que “los árboles no dejan ver el bosque”. Por otro lado, en nuestro país, la ausencia de estos saberes y conocimientos en la formación, principalmente, de docentes y profesionales de la comunicación. Aún rondan en mi mente subtítulos como “prepararse, listo, y, hablar”, “la máquina del habla”, “el lenguaje asiste a clases” y “cómo se altera”(afasias, disfasias, anartrias, disartrias, demencias).

Todas las religiones y mitologías contienen historias sobre el origen del lenguaje. Los filósofos de todas las edades se han planteado esta inquietud y muchos trabajos se han escrito entregando premisas importantes para considerar, paso a paso, un campo disciplinar que conocemos como “psicolingüística evolutiva” o “psicolingüística del desarrollo”, lamentablemente ausente en las mallas curriculares de la formación de profesores. Disponemos de teorías sobre el origen (incluye lo divino), como invención humana o dotación divina. Muchos textos especializados abundan en amplias y profundas presentaciones o discusiones. Ello reflejado -a al menos en los EE.UU. y Reino Unido – en seminarios, congresos, y publicaciones que nos permiten estar siempre atentos a los nuevo. Por ejemplo, si el lenguaje emerge como producto de la maduración neurológica, como facultad innata, se aprende o se adquiere, el rol de los ambientes o contextos socio-culturales, etc.

Por otro lado, la historia de la lingüística – la ciencia del lenguaje – enseña que las lenguas habladas, tal como las conocemos ahora, han evolucionado hace unos 10.000 años. Los registros históricos de las lenguas más primitivas tienen unos 6000 años, cuando se originó la escritura. Siento que no podamos profundizar más en este aspecto, pero de paso digamos que la escritura apareció algo tardía en el desarrollo de las teorías del lenguaje según los distintos enfoques. Hay mucho de especulación sobre la escritura. En lo que existe acuerdo es en que las tradiciones orales quedaron registradas en formas escritas para no olvidar las grandes verdades místicas o cosmogonías para ser transmitidas a nuevas generaciones. Algo parecido a la invención de la imprenta en 1440 o 1453 por j. Gutenberg. Fue el lingüista Danés Otto Jespersen (1860-1943) quién sostuvo que una “teoría lingüística no puede limitarse sólo a responder sobre la evolución del lenguaje” .

En la antigua Babilonia, el “dador del lenguaje” fue el dios Nabu. En la India fue Brahama creador del universo, su esposa Saravasti le dio el lenguaje a la humanidad. Platón relata que fue un legislador el que le dio nombre a todas las cosas y que las palabras son el “eco de la esencia de sus significados”. La creencia en el origen divino del lenguaje, está entrelazada con las propiedades sobrenaturales que se asocian a la “palabra hablada”. Panini (520 AC- 460 AC) en la India escribió la primera gramática del Sanskrito =completa y perfecta para comunicar junto a la importancia de la fonética y la fonología en una lengua. En general, podemos decir que el tema del origen del lenguaje y la interrogante de por qué hablamos (homo loquens) contiene mitos, verdades y supersticiones que no se pueden soslayar y que la antropología puede recoger. Es como tratar de explicar el origen de Dios. Más aún, el faraón Psameticus (664- 610 AC) tratando de buscar una respuestas frente a cuál sería la lengua primitiva o “protolengua” pidió a expertos de esos tiempos que realizaran el siguiente experimento. Se aislaron dos niños en una cabaña con una fuerte y detallada observación de los primeros sonidos o fonemas, pero sin exposición a una lengua hablada. La idea era buscar una lengua primitiva y registrar la primera palabra; ésta fue “bekus” = pan, perteneciente a la lengua Frigia (lengua de Asia menor, 1200 AC). SE concluyó entonces que ésta sería la primera lengua en la historia de la humanidad.

Concluyendo, si los seres humanos nacemos para hablar, significa que poseemos el don del lenguaje articulado. Noam Chomsky la llamó “facultad del lenguaje articulado” que constituye un pilar fundamental en la “Teoría Monogénetica sobre el Origen del Lenguaje”. El lenguaje surgió en distintos lugares en el curso de la historia, y, en diferentes épocas o tiempos. Probablemente el lenguaje evolucionó a “grandes saltos” ideas que motivan- hoy por hoy – a distintas diciplinas que van desde la lingüística, la neurolingüística, la antropología, la psicología evolutiva, psicolingüística, para dar cuenta que el ”animal humano” está equipado para aprender / adquirir una lengua, sobre la base de esta facultad como dotación biológica, única ,que otros seres vivos no la poseen. En el 1998 se descubrió un gen, el Foxp2, (Famila KE en Inglalterra) responsable del desarrollo de las habilidades lingüística como también de sus problemas como el retardo del lenguaje, las disartrias, las anartrias, etc. Se le conoce como el “gen del lenguaje”. Ojalá, los estudios del genoma humano complementen el campo de la psicolingüística evolutiva.

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