El autor defiende la tesis de que la escuela no debe reducirse a ser un centro de instrucción, sino que debe tener como objetivo prioritario el cultivo de los sentimientos. Y eso no responde al prurito de la moda.
En la vida se camina con cuerpo y espíritu, se integran cabezas y corazón, inteligencia y sentimientos, y se debe conseguir que cada uno tutele y dirija sus sentimientos como fuente de su propia felicidad y como aporte al bien social común. El timón lo lleva la inteligencia; el autocontrol orienta por derroteros luminosos el camino de los sentimientos y los ímpetus que muchas veces generan las personas, especialmente los niños, adolescentes y jóvenes.
Esencial tarea, pues la felicidad personal está en función del correcto manejo que sepamos dar a nuestro mundo de sentimientos.
1) Fenómenos afectivos
a. Pobreza de sentimientos
b. Falta de irradiación afectiva
c. Un amigo es un tesoro
d. Mirar hacia adentro – mirar hacia fuera
e. ¿Existe el miedo?
f. Fobia social
2) Anomalías afectivas
a. La personalidad del narcisito
b. El fenómeno de la depresión
c. Aislamiento autista
d. Vivimos estresados
3) Educar para el desarrollo de la afectividad
a. El complejo mundo de la afectividad
4) Cultivo de valores
a. La escuela cultivadora de valores
5) La escuela cultivadora de actitudes
6) Dinámicas
Editorial: ICCE
ISBN: 9788472783935
Publicado:5/2009
Páginas: 144
Idioma: Español
Encuadernación: Rústica