Los bebés vienen al mundo con un cerebro por hacer, incapaces de huir del peligro, funcionalmente ciegos a las amenazas, y con grandes dificultades para comprender y hacerse entender.
No van a poder sobrevivir, salvo que dispongan de protección durante las etapas más vulnerables de su crecimiento, y de alguna guía para el desarrollo de sus redes neurales durante las tres décadas que su cerebro tarda en conformarlas.
La naturaleza ha resuelto ambos problemas procurando que los cerebros ya formados de los adultos proporcionen al mismo tiempo protección y una guía para el neurodesarrollo. La relación de apego, esa conexión especial y estable entre las crías humanas y los adultos de su misma especie, genera interacciones que moldean el desarrollo cerebral durante la infancia y la adolescencia.
En esa relación está el fundamento de un neurodesarrollo saludable y, por tanto, de la salud física y mental durante la vida adulta; pero cuando los niños y adolescentes sufren malos tratos o abandono, el crecimiento de las redes neurales sigue una trayectoria anómala, con graves consecuencias para su salud a lo largo de toda la vida.
Este libro intenta mostrar de qué forma la relación de apego moldea el cerebro del niño y el adolescente; la clase de interacciones que pueden dañar su desarrollo y las que, por el contrario, sentarán las bases de un sistema nervioso resiliente.
Editorial: Desclée De Brouwer
ISBN: 9788433032546
Publicado:2/2024
Páginas: 320
Idioma: Español
Encuadernación: Rústica