El niño es una dinámica en constante evolución y no debe ser considerado como un adulto de modelo reducido. El problema del niño hay que situarte en primer lugar en su contexto, centrar la perturbación de su actualidad presente, de su movimiento evolutivo en curso. Y, en especial, no podemos olvidar que sus trastornos psicoemocionales son indisociables de su medio ambiente: padres, educadores, médicos, etc.
Esta gestión de las emociones estará impregnada de la propia educación paterna, que estigmatizará de algún modo sus esfuerzos educativos. Es por ello que debemos ser conscientes de nuestro pasado, de la educación recibida y del lastre inevitable que esta ha supuesto en nuestra adultez.
Los padres deberían hacer hincapié en aportar a sus hijos una cierta educación emocional para que estos sean capaces ele reconocer y nombrar sus emociones. Es fundamental para que estos niños aprendan a tener los medios necesarios para actuar al respecto, desarrollando la suficiente empatia para saber identificar el «no verbal» de la otra persona, analizar lo que produce tensión, enfado, etc. Necesitamos reducir la ansiedad del niño, y también la de sus padres, desculpabilizando a ambos y reequilibrando individualmente a cada uno de ellos. Debemos hacer un esfuerzo por entender su dinámica emocional, la cual se plasmará en su discurso, en sus dibujos, en sus sueños y, sobre todo, en su manera ele somatizar. Como apunta Antonio Damasio, entender la biología ele las emociones es fundamental para conseguir una sociedad mejor.
1. Educación emocional.
2. El niño: un ser en evolución.
3. Etapas evolutivas. Remedios homeopáticos y psicosomática.
4. Secretos de familia.
5. Trastornos emocionales en la infancia.
6. El entorno familiar.
7. El entorno escolar.
8. Sueños e insomnio.
9. Hiperactividad-hiperkinesia.
10. Remedios homeopáticos pediátricos.
Editorial: Sincronia editorial
ISBN: 9788494392917
Publicado:5/2015
Páginas: 187
Idioma: Español
Encuadernación: Rústica