Al entrar al aula, el niño se transforma en alumno, el docente en enseñante y por ello, transforma al saber científico en un saber a enseñar, la transmisión social de los conocimientos instituidos, y por ello, asumimos que no todo lo que se enseña será aprendido por el alumno. Dado el encuentro particular entre los alumno con sus saberes previos- que no significan lo que aprendió en el curso previo al presente, como veremos- y el saber enseñar de su maestro.
EL APLICACIONISMO EN LA ESCUELA.
Tanto la psicología como la epistemología, no están preparadas para ir a la escuela, pues no fueron creadas y pensadas para ello. No hay posibilidad de bajarlas al aula sin pasar por la didáctica y cada ciencia tiene su didáctica. La didáctica general no es más que otro "patchwork" o con suerte, es pedagogía, pero no didáctica. El intento de transferir las disciplinas directamente es puro aplicacionismo.
La primera forma de aplicacionismo, comenzó por los `70, - la etapa operatoria de Piaget- la propuesta era que los maestros debían basar su propuesta didáctica en estímulos y "apurar" de ese modo, el pasaje a la operatoria superior,"avanzar". Esas eran actividades constructivas, pero sin contenidos conceptuales, pues llegarían después, cuando estuvieran en la etapa operatoria superior. Un verdadero salto al vacío.
Una segunda forma, ocurrió en los años `80, que intentaba promover la reflexión y la abstracción - pero se seguían dejando de lado los contenidos- para lograr "un ser humano pensante y crítico". Pero la enseñanza es un hecho social, que implica transmisión del conocimiento cultural, contenidos. Este error se cometió, porque se tomó a la psicología como ciencia de referencia en la educación.
Un tercer momento, es el actual, en la que la ciencia de referencia pasa a ser la didáctica disciplinar – cuyos representantes son Brusseau, Chevalard, entre otros- a partir de la didáctica de la matemática, con la teoría de la transmisión de los saberes y el concepto de "tríada didáctica" que tiene categorías pero también un núcleo, y ahí es donde aparece el proceso de trasposición didáctica y la relación: docente- alumno- objeto de conocimiento, y cómo esa relación pone en juego determinadas actividades del alumno. La idea es, cómo se formulan las nuevas cuestiones para que puedan articularse con las anteriores y avanzar. Esto no es mera psicología, sin embargo, la formulación y el diseño didáctico tiene apoyatura teórica en el modo en que los alumnos operan. Lo que ahora ha cambiado, es que la psicología solamente, no es válida. El psicólogo investiga cómo se produce lo que sucede en el aula, no puede decir cómo se enseña en el aula ni qué se debe enseñar. Dice Castorina: "debemos pasar de estudiar la génesis del conocimiento del niño fuera de la escuela, y mirarlo dentro de la escuela, en una situación de contrato didáctico".
El otro problema es, qué saberes se juegan en el aula. No hay una continuidad clara entre lo que ocurre en la escuela y lo espontáneo, entonces, la cuestión es cómo el niño "reconstruye" los conocimientos que le ofrece la escuela. Hablar de constructivismo, no significa cómo llevar Piaget y Vigotsky a la escuela, eso es aplicacionismo; sino cómo elaborar una secuencia didáctica que permita al alumno reconstruir ese contenido (conocimiento) social. "El constructivismo en el aula, debe ser construido, pues como tal, no existe." El constructivismo es una corriente psicológica de investigación, si se quiere epistemológica, pero nunca didáctica. Esa es tarea de los docentes.
La mayoría de los ensayos sobre pedagogía constructivista, no son más que "psicología" constructivista o psicogenética y no logran cumplir con el desafío, pues se realizan propuestas educativas sin tomar en cuenta la delicada cuestión del encuentro que se produce en el aula entre el alumno, el docente, el objeto de conocimiento y la situación en la que ese contrato didáctico se establece. Ahí es donde se juega verdaderamente la construcción del conocimiento.
Al entrar al aula, el niño se transforma en alumno, el docente en enseñante y por ello, transforma al saber científico en un saber a enseñar, la transmisión social de los conocimientos instituidos, y por ello, asumimos que no todo lo que se enseña será aprendido por el alumno. Dado el encuentro particular entre los alumno con sus saberes previos- que no significan lo que aprendió en el curso previo al presente, como veremos- y el saber enseñar de su maestro.