El ruido es una vibración acústica aleatoria que produce una sensación auditiva desagradable y cuando se produce con gran intensidad, en forma de explosión, es el agente causal de este cuadro clínico.
Se entiende por traumatismo acústico agudo, denominada así para la hipoacusia producida por la exposición al ruido en forma aguda, es el daño coclear producido accidentalmente por la sobreestimulación acústica de un ruido impulsivo de gran intensidad y corta duración, único o repetitivo, como son las detonaciones por arma de fuego. De forma inmediata se producen lesiones cocleares e hipoacusia consecuente con las mismas que pueden ser reversibles, o no.
También se denomina traumatismo por explosión, queriendo indicar con ello que está producido por una onda acústica y para diferenciarlo del traumatismo producido por detonación. Esta última está producida por una onda de presión, o bien por los dos tipos de ondas, acústica y presión.
Interesa la composición tonal, los agudos son peores que los graves y de éstos el tono de 8,000 es el que más lesiones produce; de todas formas, el papel más importante lo desempeña la intensidad. Podemos decir por tanto que el trauma acústico esta en relación directa con la duración e intensidad del ruido.
La energía sonora por encima de 90 dB hace que el sistema coclear vibre con excesiva amplitud, extendiéndose físicamente el límite elástico de sus estructuras, con ello se produce una lesión directa que acarrea lesiones temporales, secuelas degenerativas y hasta muerte de las células ciliadas.
Agente causal del trauma acústico agudo
El ruido es una vibración acústica aleatoria que produce una sensación auditiva desagradable y cuando se produce con gran intensidad, en forma de explosión, es el agente causal de este cuadro clínico. Pero el mismo efecto puede producir un sonido cuando su intensidad es exagerada. Para valorar su efecto nocivo es necesario indagar sobre las características físicas del mismo, ya que su efecto traumatizante está en función de la intensidad por el tiempo, estando determinado su poder lesivo por estos parámetros:
- Intensidad de la detonación: El sonido es dañino para la cóclea a partir de los 90 dB. Se le considera a este respecto de riego bajo (menos de 115 dB), riesgo moderado (115-130 dB) y riesgo alto (130-140 dB). La lesión es segura en explosiones superiores a los 140 dB.
- Frecuencia del ruido traumatizante: Las frecuencias más lesionadas son las situadas entre 2000 y 3000 Hz, acarreando menor deterioro las situaciones por encima y debajo de éstas.
- Intervalo entre detonaciones: Los traumas sonoros con periodos de descanso sin ruido hacen menos daño. Si el intervalo entre las detonaciones es demasiado corto, la cóclea es más susceptible a la lesión.
- Número de exposiciones: Una primera detonación puede producir una lesión coclear permanente en muchos casos. El riesgo y la posible gravedad del mismo, aumenta a medida que lo hacen el número de exposiciones.
- Angulo de incidencia de la onda sonora y distancia del foco sonoro. La lesión de una onda sonora es mayor cuanto más directamente alcanza el oído y cuanto más próxima al oído se encuentre la fuente generadora