Las producciones toman un fuerte valor de registro. Una de mis pacientes dijo, a partir del despliegue de sus producciones y la revisión del proceso terapéutico: “Tener todos los dibujos enfrente es como tener un resumen de estos últimos meses. Me gusta volver a verlos. Puedo acordarme de lo que pensaba en cada uno. Algunos reflejan mis fantasías o partes de mi persona”.
Ya que la idea en la que se basa esta disciplina es la capacidad innata que tiene todo individuo para reflejar sus conflictos internos en un modo plástico sin que para ello sea necesaria una formación artística previa, estos recursos son buenos aliados a la hora de encarar un proceso terapéutico.
Las expresiones creativas y artísticas son auténticas porque reflejan emociones y sensaciones del mundo interior de la persona en su forma más original: diferencia básica con la expresión netamente verbal. El arte tiene la cualidad de elevar elementos desde lo profundo hasta lo consciente en forma rápida y transparente.
La palabra limita a un contenido determinado y preestablecido, en cambio la creatividad es infinita en su posibilidad de expresar. Los colores y las formas dejan traslucir la calidad de la emoción. Sin embargo, no siempre lo verbal nos permite desahogar un contenido emocional plenamente.
Entonces el empleo del arte en el entorno terapéutico consiste en permitir que las sensaciones, emociones, pensamientos e imágenes internas del paciente tomen forma externa a través de elementos, colores y formas y a partir de éstos articular verbalmente para hacer conscientes significaciones. Poner en el plano espacial externo algo que es del orden interno permite conocer y reconocer partes propias. Dicho de modo sencillo: la verbalización pone en palabra consciente lo que se dibujó desde lo inconsciente, permitiendo además una mejor articulación verbal.
Si bien la mayoría de los adultos se sienten atemorizados ante una caja de colores y una hoja de papel en blanco, la expresión surge del individuo en forma espontánea si se le da la posibilidad y se lo estimula correctamente. Simplemente se trata de permitir que el material existente en nuestro inconsciente tome formas visuales.
El trabajo creativo es en sí mismo catártico, ya que nos permite derivar ciertas energías internas hacia el exterior.
El arte
El arte se presenta a lo largo de la historia de la Humanidad como parte de cada cultura, representando las vicisitudes presentes en cada sociedad y en cada momento, siendo inherente a la expresión y a la comunicación del hombre. Los artistas siempre han sabido representar aspectos propios de la sociedad y la cultura en las que han vivido. En este sentido el arte es un medio expresivo y comunicativo por excelencia.
Si bien existen ciertas asociaciones de significaciones para colores y formas aceptadas culturalmente, cada persona tiene su propia gama de asociaciones, lo sepa conscientemente o no.
No es lo estético lo que cuenta
El medio creativo nos sirve como tal, como medio, herramienta intermediaria, y lo que buscamos desde el trabajo en Arteterapia no es el producto de la creatividad por el producto en sí mismo, no buscamos en lo expresivo la estética ni la expresión de belleza. Si eso ocurre como efecto añadido, será bienvenido, ya que probablemente redunde en un buen autoconcepto para su autor, lo cual es muy válido. Pero la función que cumplen las producciones plásticas en terapia no depende de esas condiciones.
Con Arte Terapia no se pretende diagnosticar al paciente a través de su dibujo, ni de establecer en una exposición artística algo respecto del autor de las obras. Se trata de permitir que las imágenes y las emociones que intervienen en un proceso de terapia tomen formas, colores y movimientos y a partir de eso seguir profundizando en los contenidos que de ellos surgen.
La experiencia demuestra que los pacientes van descubriendo lo que habita sus imágenes a medida que las van describiendo, lo que tiene un efecto sorpresivo muy interesante.
El trabajo con arte sirve para que el paciente comprenda placenteramente que hay cosas que son realmente suyas, originarias de su propio ser, que expresan la fantasía que existe dentro de él.
Las producciones toman un fuerte valor de registro. Una de mis pacientes dijo, a partir del despliegue de sus producciones y la revisión del proceso terapéutico: “Tener todos los dibujos enfrente es como tener un resumen de estos últimos meses. Me gusta volver a verlos. Puedo acordarme de lo que pensaba en cada uno. Algunos reflejan mis fantasías o partes de mi persona”.
El arte permite acceder a la posibilidad de nombrar y significar aquellos contenidos que no están disponibles fácilmente - por las razones que fueran - para trabajar sobre ellos. Si bien no todos los pacientes, por su patología particular, están en reales condiciones de verbalizar, el trabajar solamente desde el nivel de la imagen, mantiene su potencial expresivo y terapéutico