Lili Ortega López | 15/11/2020

¿Qué ámbitos debemos sensibilizar en la comunidad cuando hablamos de niños con Necesidades Educativas Especiales?.

A partir de la concepción del siguiente derecho irrenunciable declarado por la Unicef (1989), “el niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especial que requiere su caso particular”, queda demostrado el rol del profesor de educación diferencial como ente reflexivo, informado y atento a las características, condiciones y requerimientos visibles y no visibles de la realidad del niño y su familia. La respuesta del docente a la familia debe ser empática y oportuna, reconociendo las señales o indicadores que conforman el diagnóstico y que se traducen en conocer habilidades, necesidades, intereses, barreras y expectativas como también, interactuar con estrategias efectivas y concordantes al ritmo y estilo de aprendizaje.

Para ello, el proceso continuo de sensibilización se traduce en la concienciación e influencia que implica informar a la familia, escuela y comunidad. Educar a la sociedad para incluir al niño en los diferentes contextos en que transita, aceptar, conocer distintas barreras o dificultades que ese mismo contexto presenta y acceder al aprendizaje y participación, pero especialmente al currículum correspondiente a su edad, haciendo énfasis en los apoyos y ayudas que el estudiante necesita, más que en un carácter pretendidamente diferenciado. Informe Warnock (1990).

Entonces, cuando hablamos de sensibilización, debemos reconocer que este proceso significa apropiarse del tema de la diversidad desde la mirada de la inclusión y la reflexión crítica constante sobre el quehacer educacional, social y cultural, manteniendo una apertura al cambio que permite desarrollar capacidades metacognitivas tanto para el docente como para sus estudiantes y que se verá reflejado en la construcción de un currículum pertinente. Peralta, (2003).

Entonces, debemos sensibilizar desde la práctica pedagógica para que nuestros estudiantes puedan acceder al aprendizaje en los siguientes ámbitos: la Comunicación, enseñar a reconocer la intencionalidad comunicativa, porque mediante la interacción con el medio puede conseguir bienestar físico y emocional, es decir una comunicación funcional que desarrolle el lenguaje oral y/o alternativo para lograr comprender el entorno físico y social.

Sensibilizar para que lograr la Autonomía, es decir, lograr mayor dominio en su entorno cotidiano, adquiriendo el autocontrol en su propia conducta, adquisición de hábitos básicos como alimentación y aseo, independencia personal que le proporcione bienestar físico y emocional. Así la Socialización, es indispensable para ejercer el control sobre el entorno social, potenciar el contacto con adultos e iguales mediante estrategias que le proporcionen un ambiente estructurado de manera que puedan predecir lo que va a ocurrir y esas experiencias con iguales deben enriquecer sus actividades cotidianas.

Al considerar los apoyos individualizados, éstos se deben expresar en ayuda y supervisión frecuente para realizar las tareas, como también, la utilización de sistemas de comunicación alternativos y aumentativos, significando adaptaciones muy significativas del currículo, Tortoza, (2000). Así, podremos dar cumplimiento con el derecho a una educación oportuna y pertinente, esa atención integral que posibilita avanzar sustancialmente en todas las dimensiones, pero que se logra mediante la acogida de la comunidad, traducida y conformada como sociedad educativa. Peralta, (2005).

Con estas premisas se explica el conjunto de ámbitos a sensibilizar como un proceso continuo en el trabajo educativo con los niños y niñas con necesidades educativas especiales y barreras para acceder al aprendizaje y a la participación, este proceso tiene como fin último que se pueda conocer y apoyar  desde una mirada holística, destacando el rol transformador del docente, que educa a su comunidad mediante un desarrollado espíritu crítico, pero respetuoso con las diferencias, cuya base es sustentar el bienestar integral y adecuarlo a la singularidad de cada niño y niña.

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