Para establecer una relación positiva es necesario que exista una buena comunicación. Los padres deben tener una actitud activa al escuchar principalmente a los adolescentes, para esto es necesario: tratar de entender lo que el otro me dice desde su punto de vista y ser capaz de comunicarle lo que entendí. De esta manera el que escucha no es una persona que simplemente en silencio reafirma lo que el otro le dice.
Una de las cosas que más inquieta a los padres de familia, es el sentir que en algunos momentos se pierde el control de la situación. Quizás muchas conductas parecen sin sentido y es entonces donde se cuestiona el adulto " ¿QUÉ HACER? Cuando se creía haber avanzado mucho de pronto siente una sensación de que retrocedió... Tal vez el deseo de muchos es que exista una receta perfecta que le asegure un resultado positivo en toda situación. Sin embrago la realidad es otra pues en cada situación intervienen muchos factores, aquí lo más importante es tener una intervención CREATIVA y EFECTIVA…
Los ingredientes fundamentales para lograrlo son:
·Aceptación del diagnóstico.
·Control sobre el tratamiento.
·Suficiente conocimiento para lograr comprensión.
·Autoconocimiento de nuestro comportamiento en el rol de padres.
·Detección de las conductas problemáticas.
·Manejo efectivo de límites.
·Técnica efectiva para la resolución de problemas.
·Comunicación asertiva.
Lo más importante ante cualquier intervención (situación) es la ACTITUD. Sin importar el valor de la información y lo efectiva, la actitud de la persona ante la información es fundamental para lograr la efectividad de su aplicación.
Es necesario que los padres tengan una actitud POSITIVA, de manera que vean la situación como una manera de crecer como personas y no más bien decaer. "Toda experiencia en la vida lleva explícito un aprendizaje."
Después de que los padres reciben el diagnóstico sobre Déficit Atencional de su hijo(a) quedan muchas inquietudes al respecto y tanto el padre como la madre en muchos casos toman actitudes diferentes que van a influir de manera importante a la hora de una intervención.
Algunos cuestionamientos que se hacen los padres podrían ser:
¿Será este diagnóstico confiable?
¿Será mi hijo(a) capaz de ser profesional?
¿Estaré haciendo lo correcto al darle tratamiento farmacológico?
¿He sido yo el culpable a partir de mi carácter o X situación...?
Estos y muchos otros se hacen después de un diagnóstico, por eso es muy importante informarse bien de lo que es el D.A. Entre más se conozca del tema más seguridad se va a sentir para controlar la situación y por ende la intervención va a ser más efectiva.
Muchos padres toman la actitud de buscar uno y otro diagnóstico en busca de otra respuesta encontrando al final la misma. Al no tener información clara sus expectativas ante el diagnóstico es muy negativa en cuanto al futuro de su hijo y por desconocimiento del tema se culpan del trastorno sin conocer el origen fisiológico del mismo.
Si el médico recomienda el uso del tratamiento farmacológico es importante que en este sentido se informe adecuadamente al respecto. El médico es la persona más indicada para retomar este aspecto. Es necesario consultar con el médico todas las dudas en cuanto al uso del fármaco; dosis, efectos, mayor información del mismo y evacuar las consultas necesarias, a fin de tener más tranquilidad y confianza.
Una sana relación de los padres y su actitud ante la situación es fundamental si se desea una efectiva intervención, para ello es necesario expectativas claras y realistas, aceptación, y sobre todo apoyo y acuerdo mutuo.
Para una intervención efectiva se debe valorar la posición y cuestionar si una o ambas actitudes (de los padres) esta siendo un obstáculo para el manejo efectivo de la situación en casa.
Recuerde que todo es un proceso y que es muy importante tener expectativas realistas sobre la aplicación de cualquier intervención. Lo importante es evaluar su eficiencia encontrando los pro y los contra para retomar el problema. En el momento en que los padres estén dispuestos a enfrentar la situación o la problemática; se debe tener en cuenta que es prioritario un adecuado manejo de límites (definidos, aplicados y congruentes entre ambos padres), sin los cuales no se podrá lograr mucho.
Manejo de límites:
Un ingrediente básico en la relación con un niño con D.A. es el manejo efectivo de límites. Quizás es de las tareas que más se les dificulta a los padres, la realidad es que la tarea no es fácil principalmente con el niño o joven hiperactivo sin embargo no es imposible. El ambiente familiar se torna menos negativo si los padres cuentan con un manejo efectivo de límites y también se protege la autoestima del niño / joven quien por lo general la tiene lastimada por un manejo inefectivo de disciplina.
Amar a los hijos, es sinónimo de manejar su disciplina esto es fundamental para una relación positiva. Algunas personas con D.A. tienen dificultades para controlarse, organizarse, planear y pensar antes de actuar. El problema no es saber que hacer, el conocimiento esta el problema es saber CÓMO hacerlo.
Es fundamental tomar en cuenta que particularmente con los adolescentes el negociar es la mejor formula para establecer las reglas y sus consecuencias. Hacer a los jóvenes y niños participes de la situación los compromete y los hace asumir con mejor actitud las consecuencias.
Por esto es necesario que al tomar medidas de disciplina con los hijos e hijos se tomen en cuenta estos principios.
Principios básicos para el manejo de la disciplina:
·Déle a su hijo (a) retroalimentación y consecuencias inmediatas sobre su comportamiento.
·Retroalimente con frecuencia acerca de su comportamiento.
·Use consecuencias efectivas.
·Use el incentivo antes del castigo.
·Sea consistente.
·Actúe pero no sobre actúe.
·Planee antes la solución ante un problema.
·Tenga presente la perspectiva del D.A.
·No personalice el problema de su hijo(a).
·Practique el perdonar.
Sobre todo es válido tratar de establecer y mantener una buena comunicación. Se debe evaluar la efectividad y calidad de la comunicación que existe con el hijo(a). En el caso de los niños y jóvenes con D.A. se debe tener clara la perspectiva del trastorno que sirve de obstáculo aún más en la comunicación.
Para establecer una relación positiva es necesario que exista una buena comunicación. Los padres deben tener una actitud activa al escuchar principalmente a los adolescentes, para esto es necesario: tratar de entender lo que el otro me dice desde su punto de vista y ser capaz de comunicarle lo que entendí. De esta manera el que escucha no es una persona que simplemente en silencio reafirma lo que el otro le dice.
La comunicación asertiva es la que permite el expresar lo que se piensa y se cree en forma clara y directa. El objetivo es guiar y brindar una base que le permita al hijo(a) tomar decisiones correctas. En este tipo de comunicación los padres deben ser firmes y claros en las reglas pero a la vez comprensivos de manera que se mantiene el respecto a la dignidad del otro.
Para una comunicación efectiva recordemos algunos principios:
·No ofrecer grandes sermones cuando habla con el hijo (a) es básico ser concreto.
·Mirar (a) a los ojos cuando le habla.
·Asegurarse de que entendió lo que se le dijo.
·Evitar las críticas y reproches cuando se le habla.
·No expresar lo que quiere que NO haga, señale lo que quiere que haga.
·Cuando le cuenten algo sobre sus amigos no tomar una actitud de juzgador y crítico.
·Escuchar cuando le hablan no adelantarse a hacer conclusiones.
·Escuche con interés cuando le habla de lo que a él le interesa.
·No argumente si ya ha tomado una medida disciplinaria escúchelo con actitud positiva pero sea firme.
·Para una comunicación asertiva se necesita fundamentalmente: paciencia, tiempo y autocontrol.
Lo importante es que los padres se sientan bien, ya que si están bien consigo mismo y los demás, quienes están a su alrededor se sentirán bien. Poseer una actitud más positiva menos tensa y con mayor probabilidad de responder positivamente a cualquier situación que se les presente, ayudará muchísimo a la realidad del niño o del joven.
¡Con pequeños pasos, grandes avances..!
Referencias
Amstrong, T. Síndrome de Déficit de Atención con o sin hiperactividad. ADD. Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós.
Beirute, L. otros. Colección: Ayudemos a nuestros niños en sus dificultades escolares. Editorial Universidad de Costa Rica. 1995.
Bustos, M. Manual de Logopedia Escolar. Madrid, España: CEPE, 1995.
Condemarín, M. y otros. Madurez Escolar. Madrid, España: CEPE, 1995.
Davis, G. y Joseph, S. (1975). Estrategias para la creatividad. Buenos Aires: Editorial Paidós.
Eisner, E., Guilford, J., Koga, N., Lagemann, J., Sieber, J., Singer, J., Torrance, E., Wallach, M. (1971). Creatividad y Educación. Barcelona: Editorial Paidós.
Fernández. F. y otros. La Dislexia. Madrid, España: CEPE, 1998.
Giménez. E. Niños con Déficit de Atención (ADD- ADHD) Editorial Psicoteca.
Gloton, R. y Clero, C. (1972). La creatividad en el niño. Madrid: Editorial Narcea.
Juárez A. y Monfort, M. La estimulación del lenguaje oral. Madrid, España: Santillana, 1989.
Keil, J. (1989). Creatividad. México, D.F.: Editorial Mc Graw Hill.
Lowenfeld, V. (1973). Desarrollo de la capacidad creadora. Buenos Aires: Editorial Kapelusz.
Marín, G. Atención del niño excepcional. Editorial UNED. 1999.
Manteiga, S. Déficit de Atención (Guía de Asesoramiento Docente). Buenos Aires, Argentina.
Méndez, J. Áreas de corrección para niños con problemas de aprendizaje y su control. PROMECE. 1995.
Morales, K y Villalobos, E. Niños con Déficit Atencional. Editorial UNED. 1999.
Méndez, Z. (1985). Reflexiones sobre el primer seminario taller “El Desarrollo de la Creatividad en la Enseñanza”. Revista Universidad de Costa Rica. 9 (1-2) 53-60.
Narvarte, M. Trastornos Escolares. Colombia: Lexus Editores. 2003
Novaes, M. (1973). Psicología de la aptitud creadora. Buenos Aires: Editorial Kapelusz.
Rogers, C. (1986). Libertad y creatividad en la educación en la década de los 80”. (1ª. ed.). Barcelona: Editorial Paidós.
Wood P. La Escuela por dentro. Madrid, España: Ediciones Paidós, 1998.
Woodburn, S. y Carlos, B. (2001). Los Problemas de Aprendizaje en Niños. San José.: Editorial Universidad de Costa Rica. Test de la Escuela Meeting Street (Adaptado).
Woodburn, S. y otros. (1997). El desarrollo motor en niños. Prueba de desarrollo motor - Universidad Nacional (PDM – UNA). San José.: Editorial Universidad Nacional.