Es importante saber diferenciar entre síntomas asociados al TDAH o trastornos comórbidos al TDAH. En los primeros, las dificultades van implícitas dentro del trastorno, debido a las propias características del mismo; pero en los segundos (trastornos comórbidos) se hace referencia a un trastorno diferente del TDAH, que, por diferentes causas, puede aparecer simultáneamente con él.
COMORBILIDAD EN EL TDAH
Con los datos ofrecidos, se puede deducir que es muy probable que el TDAH coexista con otros trastornos diferentes.
Es importante saber diferenciar entre síntomas asociados al TDAH o trastornos comórbidos al TDAH. En los primeros, las dificultades van implícitas dentro del trastorno, debido a las propias características del mismo; pero en los segundos (trastornos comórbidos) se hace referencia a un trastorno diferente del TDAH, que, por diferentes causas, puede aparecer simultáneamente con él.
Algunos estudios refieren que la comorbilidad es casi más frecuente que la presencia de un solo trastorno. La Asociación Americana de Psiquiatría habla de cifras de comorbilidad de 54 a 84% con el trastorno oposicionista desafiante, o de 25 a 35% de trastornos de aprendizaje o lenguaje concomitantes (Parellada, M. 2009).
De forma general, la MTA (Multimodal Treatment Study of Children with ADHD), realizó un estudio del que se extrajo la siguiente gráfica de algunos de los trastornos comórbidos en el TDAH (Fig. 1).
Fig. 1: Algunos trastornos comórbidos en el TDAH. (MTA Cooperative Group. Arch Gen Psychiatry, 1999; 56: 1073- 1086).
Es necesario que las personas que trabajamos con estos niños, seamos conscientes de la importancia de un diagnóstico temprano, ya que, por ejemplo, la inseguridad y baja autoestima propia de estos niños (y que son síntomas asociados, no comórbidos), pueden desembocar en un trastorno de ansiedad (pasando a ser un trastorno comórbido).
De este modo, a continuación se explican brevemente algunos de los trastornos comórbidos más frecuentes en TDAH y sus características:
1. Trastorno negativista desafiante:
Según los estudios realizados (como el de Maughan et al. 2004; Szatmari et al. 1989), este trastorno está presente entre un 40% y un 70% de los niños con TDAH.
Aunque este trastorno varía mucho de unos individuos a otros, en general se caracteriza por un patrón constante, durante al menos seis meses, de enfados explosivos, hostilidad, resentimiento y desafío a las figuras de autoridad adultas (Díez Suárez, A. y cols. 2006).
La intensidad y persistencia de rabietas es inhabitual en otros niños. Se inicia de forma temprana, lo que puede ensombrecer y dificultar el diagnóstico y el posterior tratamiento del TDAH.