Este modelo tiene la particularidad que ambas evaluaciones (El ACLS-5 y el LACLS-5), están diseñados para ser administrados y para efectuar puntuaciones solo por terapeutas ocupacionales u otros profesionales vinculados con la salud, que tengan experiencia trabajando con personas con problemas cognitivos temporales o permanentes, y que hayan sido entrenados o sean tutores en la utilización del modelo de la discapacidad cognitiva.
Descripción de las tareas
Como bien menciona Allen, tanto el ACLS-5 como el LACLS-5, están diseñados para ser utilizados como un cribado de la cognición funcional, para aquellas personas cuyas habilidades cognitivas puedan ser medidas dentro del rango establecido por lo niveles cognitivos 3,0 a 5,8 y los modos de desempeño respectivos. A diferencia de otras pruebas o test, este modelo tiene la intención de que sea una rápida y económica evaluación para detectar problemas relacionados o sospechados con la cognición funcional, o para proporcionar una estimación acerca del alcance o la gravedad de estos problemas.
Si bien estos puntajes tienen una cierta versatilidad, dado que refieren a las fortalezas y problemas relacionados con el potencial de aprendizaje del paciente, también destacan la capacidad de procesamiento cognitivo, y las habilidades en el desempeño de las tareas, debiendo entenderse como una valoración rápida en un momento o punto dado en el tiempo. Estos puntajes sirven de guía para poder seleccionar de manera eficiente las observaciones realizadas por el profesional, en relación a la calidad y a la actividad que puede ser adaptada de acuerdo a las capacidades cognitivas específicas y a las circunstancias de la persona.
Luego de efectuar la verificación, el profesional puede utilizar las puntuaciones de las interpretaciones de modo mas fiable, debido a que estas reflejan lo que la persona es capaz de hacer tal y como se describen en los modos de desempeño.
Tanto las interpretaciones como la información acerca de lo que la persona quiere y necesita hacer, mas el apoyo personal en el ambiente, pueden ser de utilidad para fijarse objetivos e intervenciones que optimicen "la mejor capacidad para funcionar" de las personas en ocupaciones significativas en su vida cotidiana.
La primera de las tres tareas y la más simple, es la puntada corrida, consiste en repetir la misma acción de empujar una aguja o cordón de cuero a través de los agujeros consecutivos de la pieza de cuero.
Para llevar a cabo esta tarea, reside en darle al paciente instrucciones con demostraciones verbales breves y simples. En esta oportunidad, no se deben introducir los problemas adicionales, debido a que las demandas de esta tarea coinciden con las habilidades teóricamente asociadas con el nivel cognitivo 3, hay que recordar que la atención del individuo se centra más en las acciones que en los resultados y las metas. A diferencia de las demás tareas, en este caso no se le pide a la persona para evaluar el resultado.
En esta nueva versión y a diferencia de las versiones anteriores, algunos señales verbales que debe proporcionar el administrador han sido cambiadas para lograr un mejor ajuste a la tarea asociada a la demanda. En esta tarea, al paciente no se le pide que compare su puntada con la puntada realizada por el administrador, dado que en este nivel no se espera que piense en un objetivo.
La segunda puntada es el bordado: a diferencia de la puntada anterior a las personas que realizan la tarea de bordado, si se les pide que comparen sus puntadas con un ejemplo de puntada realizado por el administrador, porque esta es una capacidad esperada en las personas que funcionan en el nivel cognitivo 4.
Para realizar el bordado, se hace colocando la aguja sobre el borde de la pieza de cuero de atrás hacia delante, empujando la aguja en una misma dirección a través de agujeros consecutivos. Esta serie de acciones debe ser demostrada por el administrador y requiere que la persona preste no solo atención, sino que además presente una buena visión acerca de las propiedades de los materiales, para determinar en esta tarea si la puntada que el realiza coincide con la puntada del ejemplo.
El administrador debe asegurarse que la persona encuentre dos errores para corregirlos que implican la inversión y la modificación de una acción, y debe pedirle además que la persona complete un número específico de puntos de costura. En teoría, en este nivel, las habilidades incluyen que el paciente tenga conocimiento de los objetivos a corto plazo, usando señales que sean visibles y llamativas para comparar e identificar los problemas simples que le ha presentado el profesional, y mostrar el conocimiento acerca del mismo, las cuales son requeridas para completar esta tarea.
La tercera puntada denominada puntada cordobesa simple, se les pide a las personas que comparen sus puntadas con el ejemplo que el profesional le proporciona, ya que esta tarea ha sido diseñada para evaluar la capacidad para lograrlo de modo espontáneo, en este caso el auto-aprendizaje del paciente esta asociado con el nivel cognitivo 5.
En esta puntada el paciente debe atravesar completamente la pieza de cuero con la aguja, pero no de manera apretada, bordando desde la parte delantera a la parte trasera y a continuación, apretando todo el punto para igualar la puntada realizada previamente por el profesional. Estas acciones requieren que el individuo preste mucha atención a los cambios en las relaciones espaciales entre el cordón y la pieza de cuero y que tenga suficiente capacidad para entender una señal visual compleja. Una cuestión fundamental a tener en cuenta, es que debe poseer capacidad para resolver problemas que son necesarios cuando el administrador le pide a la persona que complete la puntada sin asistencia.
De acuerdo crea conveniente, el profesional debe realizar preguntas para aumentar la especificidad, efectuar señales verbales y realizar hasta dos manifestaciones de la puntada.
Para terminar la tarea, el profesional debe tener presente la capacidad del paciente para entender señales visuales complejas, los efectos secundarios posibles de una de las acciones, y la capacidad para resolver problemas con los objetos materiales por razonamiento inductivo o deductivo. En esta actividad, los administradores no deben proveer asistencia, salvo en una atención directa o para proporcionar las dos demostraciones.
Para que población esta dirigida
Originalmente el ACL fue desarrollado para su utilización con adultos con trastornos psiquiátricos y para aquellos adultos con demencia. El diagnóstico generalmente esta asociado con los cambios cognitivos globales que afectan el desempeño funcional de las tareas.
Como se destacó anteriormente el LACLS-5 está destinado para ser utilizado también con estas poblaciones, pero que además tienen dificultades visuales y disfunciones en la mano que pueden afectar su desempeño.
El terapeuta ocupacional mediante la detección de la discapacidad cognitiva global, puede observar que habilidades se encuentran afectadas tales como habilidades motoras y verbales, y el conocimiento que tiene el paciente de sí mismo y en el contexto. Por lo tanto, Allen recomienda que la evaluación sea utilizada con poblaciones cuyos patrones de comportamiento funcional reflejen alteraciones en las capacidades de procesamiento cognitivo global.
Existe una serie de documentación que avalan ciertos estudios realizados, en donde además de evaluar a los adultos con desordenes psiquiátricos y adultos con demencia, tanto los profesionales como los investigadores han estudiado las aplicaciones de Allen con otros grupos de población con discapacidades cognitivas tales como adolescentes con problemas psiquiátricos (Henry, Moore, y Quinlivan Triggs, 1998 ; Lee, Gargiullo, Brayman, Kinsey, Jones Y Shotwell, 2003 ; Shapiro, 1992) y adultos que han sufrido lesiones cerebrales traumáticas o un accidente cerebral vascular (ACV) (Katz y Heimann, 1990) .
Quienes pueden administrar, puntuar, e interpretar los puntajes
Este modelo tiene la particularidad que ambas evaluaciones (El ACLS-5 y el LACLS-5), están diseñados para ser administrados y para efectuar puntuaciones solo por terapeutas ocupacionales u otros profesionales vinculados con la salud, que tengan experiencia trabajando con personas con problemas cognitivos temporales o permanentes, y que hayan sido entrenados o sean tutores en la utilización del modelo de la discapacidad cognitiva.
Allen y sus colaboradores establecieron que quienes deseen administrar sus evaluaciones, deben ser entrenados en el uso de sus evaluaciones estandarizadas como parte de un programa de estudio para terapeutas ocupacionales u otros profesionales de la salud.
Si ocurriera el caso de que la capacitación formal en este modelo y su administración del cribado no están disponibles, es entonces necesario que quienes deseen administrar estas evaluaciones, tengan que trabajar con un administrador experimentado o tutor antes de llevar a cabo la administración del cribado por primera vez.
Esta autora recomienda, que quienes administren el cribado por primera vez, con o sin capacitación formal, realicen el cribado varias veces con un alguien experimentado cuyo fin sea que ambos puedan puntuar el desempeño personal y, posteriormente comparen las puntuaciones como una prueba de confiabilidad.
También es importante que se debata sobre la interpretación de las puntuaciones con un administrador experimentado, de este modo el administrador novato pueda adquirir experiencia en su uso, y como parte de un proceso de evaluación comprensiva en el ámbito de práctica habitual.