En el contexto grupal, suelen entrar en conflicto con los valores imperantes en el núcleo familiar y buscan cobijo en la aprobación del grupo de compañeros, ya que suelen identificarse.
Entre los 11 y 15 años, se desarrolla una segunda etapa de la adolescencia. Se produce una intensa actividad hormonal.
Desembarca la pubertad y el crecimiento se instala en todo el cuerpo. Comienzan a desarrollarse los órganos sexuales, cambio de la voz, se distinguen los olores corporales, etc.
A nivel cognitivo, los adolescentes en ésta etapa, comienzan a desarrollar la capacidad de relativizar y hacer mayor abstracción de su pensamiento. La ironía comienza a tener un valor añadido en los cambios de humor del adolescente.
La atención selectiva se despliega en su máximo esplendor. Mayor madurez cerebral, dado que la mielinización sigue su curso y los tiempos de reacción son más cortos y funcionales. Se acentúa el dominio del lenguaje, la memoria implícita y explícita.
En el contexto grupal, suelen entrar en conflicto con los valores imperantes en el núcleo familiar y buscan cobijo en la aprobación del grupo de compañeros, ya que suelen identificarse. Para los adolescentes, la amistad se refleja como un vínculo centrado en la confianza, la intimidad, la comunicación y el conocimiento.
Los adolescentes, en esta etapa, suelen comenzar a cuestionar todos los conceptos relacionados con el orden social, los principios éticos y morales. Se revelan fácilmente con el concepto de disciplina; les preocupa mucho la opinión vertida por los otros, buscan mayor intimidad en su hogar, en especial en su habitación, la cual la personalizan con posters de sus ídolos musicales y deportivos. Se interesan por la imagen corporal, la ropa, la apariencia. Ello les da seguridad y posición dentro del grupo de pares.
La última etapa de la adolescencia, adquiere mayor auge entre los 15 y los 18 años. Comienzan un nuevo recorrido en el itinerario madurativo, afianzando la personalización y consolidación de los estadios anteriores. Se multipliquen los episodios y las declaraciones de autonomía.
Se percibe mayor homogeneidad entre los compañeros, puesto que han pasado por la pubertad. Progresivamente, llegan a la altura y al peso del adulto.
A nivel cognitivo, desarrollan la capacidad de hacer planteamientos hipotéticos, sobre el momento presente y sobre el futuro. El pensamiento hipotético, implica razonar sobre las proposiciones que pueden o no reflejar la realidad. Suelen interesarse por experimentar nuevos roles, contradecir valores, tener nuevas aficiones, romper con las que tenían en la etapa infantil. Se plantean metas y hábitos de trabajo bien definidos.
También son más vulnerables, ante preocupaciones nuevas, ante aquello desconocido. Derrumba metafóricamente las paredes de su hogar para ampliar su mundo, a tener mayor número de intereses, posicionarse en argumentos que puede justificar con opiniones. Avanzan hacia la independencia, apoyándose en la apertura a nuevos hitos.