Sobre la superficie de una maqueta que representa en escala el maxilar inferior y las estructuras dentarias, se encuentran ubicadas distintas “maquinarias de la construcción” que representan alguno de los procesos esenciales de la deglución.
Deglución
Con el simulador llamado “boca gigante” daremos una explicación didáctica de un aspecto funcional de la deglución, desde que se incorpora el alimento hasta que se eleva la punta de la lengua.
Figura 4
Sobre la superficie de una maqueta que representa en escala el maxilar inferior y las estructuras dentarias, se encuentran ubicadas distintas “maquinarias de la construcción” que representan alguno de los procesos esenciales de la deglución. De esta manera, utilizando analogías con objetos conocidos, se va explicando a las personas con las que trabajamos, sencillamente como si fuera un juego, la manera de realizar los movimientos para lograr una deglución correcta.
Así, detrás de los incisivos, está la “grúa”, a un costado a la altura de los molares, el camión “mezclador”. Atrás y en el medio del borde posterior, el camión “volcador”.
Por fuera de la “boca gigante”, a la altura del camión “mezclador” un camión “remolque” y, mas hacia atrás el camión “tanque”.
Cada uno toma la función de algunos de los órganos, secreciones, movimientos y procesos de la deglución.
Figura 5
Relatamos lo siguiente, mientras realizamos estos movimientos con la “boca gigante”:
“Entra la comida, la lengua hace como una grúa y la lleva para un costado. La deposita donde están las muelas que la trituran, en este momento la lengua ya no es mas una grúa sino un camión mezclador de cemento que, junto con la saliva, forman el bolo. Una vez que está listo el bolo alimenticio, como está en un costado y tiene que ir hacia atrás, las mejillas junto con la lengua lo empujan hacia debajo de la campanilla. Al tocar esa zona, la lengua sola levanta la punta, éste se desliza hacia atrás y tragamos.”
Comenzamos a trabajar el primer movimiento de rotación lateral de la punta de la lengua para provocar el estiramiento de los fascículos superiores de los genioglosos. Este movimiento lo representa la “grúa”.
Lo hacemos de este modo, colocamos un trozo de alimento sobre la punta de la lengua y solicitamos que lo deposite en los molares. Rota primero para un lado. Percibiendo con claridad el movimiento y pidiéndole que la punta de la lengua no se doble para arriba ni para abajo; luego rota para el otro lado.
Le pedimos que coloque el dedo índice donde termina el maxilar inferior y comienza el cuello y que note que allí existe un movimiento que acompaña a la rotación de la punta de la lengua
Este movimiento lo vamos a repetir en otra sesión en medio de un juego de mesa, donde practicamos a intervalos regulares. Por ejemplo, cada vez que gana. Nosotros también practicamos.
Siempre vamos a acompañar nosotros la práctica de todos los ejercicios formando parte de este procedimiento.
Utilizamos el material “boca gigante” y en particular el camión “mezclador” y el camión “tanque”.
Le explicamos que allí la lengua, con la ayuda de los molares y la saliva fórman la “bolita”.
Incorporamos aquí al hueso hioides y al aparato hial a la deglución.
Mostramos su unión al cráneo por medio del aparato hial y como de este modo proyecta la lengua hacia fuera de la boca o la lleva hacia atrás.
Ubicamos en el esqueleto el hueso hioides y el aparato hial.
Hablamos de su importancia y su triple función: en la deglución, en la fonación y en la respiración.
Para percibirlo ubicamos el dedo índice más arriba de la laringe y tragamos. Tenemos una clara percepción de su movimiento y ubicación. .
Con el dedo allí colocamos un trozo de alimento en la punta de la lengua y le pedimos que realice le movimiento de la “grúa”, pero ahora desde el hueso hioides.
Esto quiere decir que la rotación de la lengua se hará, de ahora en adelante desde aquél lugar donde él está ubicado y no desde la punta.
Con este movimiento puede percibir el descenso y lateralización de la lengua.
Le pedimos que deposite el alimento sobre los molares y que lo deje allí para que estos comiencen a triturarlo.
Cada vez que el alimento se aleja de los molares, la lengua, ahora movilizada desde su base por el hueso hioides, lo empuja otra vez hacia ellos para modelarlo en forma de “bolita”