Los resultados sugieren la necesidad de revisar los modelos de evaluación lingüística utilizados actualmente en el diagnóstico de la población con demencia.
Resultados del análisis cualitativo del discurso la persona con demencia con base al uso de las reparaciones conversacionales.
Las reparaciones conversacionales se refieren a los esfuerzos de los interlocutores para corregir y resolver los problemas en la compresión o en la captación auditiva de un mensaje (Orange y colbs., ob. cit). Este es un proceso que se manifiesta de forma compleja y variada y no siempre puede ser fácilmente percibida, pues como expresa Pietrosemoli (ob. cit) “cada vez que un hablante percibe una desviación de su planificación interna, previa a la ejecución real del habla, puede iniciar una reparación sin que la fuente de error se haga manifiesta para el interlocutor o para el analista de la conversación”. Esta autora se adhiere al uso de la tipología de reparaciones propuesta por Schegloff et al. (1977), quien clasifica las reparaciones como:
“a) auto-iniciadas por el hablante causante del error, en contraposición a hetero-iniciadas, iniciadas por el interlocutor que percibe el error;
b) auto-reparadas cuando el error es realmente enmendado por el hablante causante del mismo, o hetero-reparación cuando es llevada a cabo por el interlocutor” (Pietrosemoli, ob. cit).
Es importante resaltar que las reparaciones de la conversación, ocurren en diferentes contextos de actuación, los hablantes las utilizan de forma natural cada vez que se hace necesario auto-corregir un texto oral o pedirle al interlocutor una aclaratoria o la corrección de algo en su emisión. Podemos conseguir abundantes reparaciones en contextos como clases de segundas lenguas, en este el profesor generalmente corrige al alumno (hetero-reparación hetero-iniciada). Además, pueden darse en la conversación entre madre e hijo, especialmente cuando el niño esta en pleno proceso de aprendizaje de su lengua materna. En la medida que el alumno y el niño aprenden, las reparaciones comienzan a ser auto-iniciadas y posteriormente su frecuencia podrá reducirse.
El uso de las reparaciones remiten a la norma lingüística, especialmente las auto-iniciadas y las auto-reparaciones y sirven como una señal de monitoreo cognoscitivo efectivo. En otras palabras, son una muestra de que el hablante es capaz de identificar una falla en su expresión o de exigir información para comprender a su interlocutor. Por otra parte, son una muestra del interés que un hablante tiene por aquello que dice el otro. Este dato que puede ser considerado como algo trivial, representa un elemento muy importante en el estudio de los trastornos del lenguaje en la persona con demencia, especialmente en lo relativo a la pragmática, pues su interlocutor se ve obligado a pedir clarificaciones y correcciones con mayor frecuencia, pues esta actividad le demanda una gran motivación, especialmente en etapas avanzadas de la demencia, cuando los trastornos del lenguaje aumentan.
El siguiente diálogo puede servir para explicar mejor el uso de este proceso lingüístico durante una conversación entre dos personas no especiales. En este caso se presenta una auto-reparación auto-iniciada (la reparación aparece en negrillas):
N1: Ya me voy… ¿dónde está el carro? Perdón, ¿dónde está la llave?
N2: Tú la pusiste en la cocina.
En el ejemplo anterior se hace evidente que el hablante 1 es capaz de auto corregir su expresión y hace énfasis en su auto-corrección (llave). Pero además, el interlocutor enfatiza que él captó esa enmienda y usa de manera enfática “la”.
Orange y colbs. (ob. cit), encontraron que los interlocutores la persona con demencia adaptan sus reparaciones de acuerdo al deterioro del lenguaje. En los casos de Alzheimer en una etapa temprana, los interlocutores pedían al paciente información o aclaratoria y utilizaban la reparación, pero en etapas medias, los interlocutores preferían ajustar su expresión simplificando las frases, es decir reduciéndolas.
Este diálogo entre un paciente con demencia y su cuidador, muestra reparaciones como las estudiadas por Pietrosemoli (ob. cit). En este caso una auto-reparada auto-iniciada y además, una hetero-reparación hetero-iniciada:
N1 (paciente): Quiero tomar, tomar…, quiero… quiero… Tengo hambre.
N2 (cuidador): Quieres comer, a ver, ¿quieres un sanduche de atún?
N1 (paciente, sonriendo): Si, si, quiero eso
Puede verse que la persona busca reparar la palabra que no consigue con la oración “tengo hambre” (auto-reparación), el cuidador presenta la palabra correcta, de manera de buscar construir no sólo lo semántico, sino además lo sintáctico, posiblemente como una forma de ayudar al paciente a mantener la norma en su expresión. Este dato señala que la reparación aparece en la conversación como una estrategia que utiliza el interlocutor no especial para mantener la cohesión y la coherencia del discurso, por lo que es utilizada con el fin de verificar el contenido y las intenciones del interlocutor especial y así ayudar a corregir la forma.
Sabat (ob. cit) utiliza el término reparación indirecta para señalar la actividad de interlocutor la persona con demencia, acción que se evidencia cuando el primero debe solicitar información para poder conocer las intenciones de su interlocutor especial. Esto lo logra a través de marcadores interrogativos (um-hum, uh) o parafraseando lo que él cree que quiere decir la persona, para poder chequear de esta manera, si está comprendiendo el mensaje. Aquí presentamos un ejemplo:
Interlocutor: Y tú te distraes
Paciente: Si
Interlocutor: ¿Después tú pierdes que es lo que quieres decir?
Paciente: Si, pero um, yo puedo, uh, esperar un poco
Interlocutor: Um-hum
(Sabat, ob. cit, p. 61)
Hamilton (ob. cit), estudió la aparición de la reparación indirecta en la conversación la persona con demencia. Los resultados de su investigación muestran un progresivo deterioro de las posibilidades de respuesta a este proceso por parte de los individuos que presentan la enfermedad de Alzheimer. Brauner y Merel (ob. cit), analizaron el rol que la reparación indirecta juega en la conversación la persona con demencia durante las entrevistas en el contexto clínico, para obtener consentimiento informado. Estos autores señalan el beneficio de utilizar este recurso, pues a través del mismo, el entrevistador puede monitorear si la persona comprende el tema que se está tratando y revisar su propia comprensión con respecto a los deseos o argumentos del entrevistado. A continuación se muestra un segmento de la entrevista que buscaba obtener el consentimiento la persona para una cirugía cerebral experimental:
Paciente: Cuando yo era más joven y todo eso, yo podría hacerlo y ayudar en esto.
Entrevistador: ¿Verdad? Usted, si usted fuera más joven, usted se dejaría
hacer un hoyo en su cerebro, y
Paciente: (interrumpiendo) Desde luego, si, yo probablemente lo haría, si
(Brauner y Merel, ob. cit)
A medida que la demencia avanza, se espera que la capacidad la persona de responder a las reparaciones se reduzca, por esto el interlocutor prefiere utilizar otros recursos como la reducción o simplificación de las frases y de las oraciones (Orange y colbs., ob. cit), una reducción en la velocidad de su expresión y un mayor énfasis en la entonación o gestos que acompañan sus emisiones (Sabat, ob. cit). Podemos afirmar que en estos casos, la reparación podría estar más ligada a la coherencia global del discurso y es una actividad más frecuente en el interlocutor (hablante no especial), que en la persona (hablante especial).
Este es probablemente el escenario común para la persona con Alzheimer, quien ve mermadas sus capacidades lingüísticas con el incremento de la pérdida de la memoria, como consecuencia del progreso de la demencia. De allí que la capacidad de respuesta y de adaptación de su interlocutor se ve afectada y se reduce la motivación para emplear reparaciones conversacionales de cualquier tipo en sus interacciones orales.