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La dislalia. Marco conceptual, evaluación e intervención en el centro educativo. (Parte IX)

Ruder (1986) considera la intervención en el lenguaje como un proceso sistemático que implica la interacción de varios componentes que actúan de manera interrelacionada.
Cómo intervenir: el proceso de la intervención

Ruder (1986) considera la intervención en el lenguaje como un proceso sistemático que implica la interacción de varios componentes que actúan de manera interrelacionada. Entre ellos subraya, por su importancia, los que denomina componentes del proceso. Los componentes de proceso serían (Schiefelbusch, 1973):

- Evaluación inicial: Tiene como objetivo la valoración de las dificultades lingüísticas para orientar el proceso de intervención, una vez que se han identificado las necesidades de lenguaje del niño o la niña.
- Desarrollo del programa: Está condicionado por la evaluación inicial, así como por el enfoque que adopte el especialista ante el lenguaje, lo cual, repercute, a su vez, sobre el componente de la evaluación inicial, ya que afectará al contenido evaluado y al instrumento utilizado en la evaluación.
- Mantenimiento del programa: Hace referencia al entrenamiento y mantenimiento de las conductas identificadas por los componentes anteriores, al tiempo que se ve influido e influye en el resto de los demás componentes.
- Evaluación del programa: Este componente podrá dar lugar a cambios y modificaciones tanto en el contenido del programa como en la secuencia y procedimientos empleados durante el entrenamiento. Servirá para:

-Constatar los efectos del programa.
-Validar su eficacia.
-Modificar el contenido del programa, secuencia de la intervención y procedimientos empleados.
-Servir de punto de partida para un nuevo proceso de intervención.

Modelos para la intervención del lenguaje

Se pueden considerar tantos modelos de programas de intervención como marcos teóricos existentes en los que se amparan. Podemos citar los modelos clínicos, cognitivos, conductuales y lingüísticos.

Desde el punto de vista lingüístico, un programa sería en general, el conjunto de acciones encaminadas a desarrollar en los niños y niñas las habilidades fonológicas, morfosintácticas, semánticas y pragmáticas, que les permiten comunicarse con la máxima eficiencia en su comunidad de hablantes.

El modelo médico intenta explicar y clasificar la dificultad lingüística como si de una dificultad orgánica se tratase, enfatizando la etiología de esa dificultad. La intervención, para este modelo, ha de centrarse en las causas y en los síntomas de la alteración lingüística.

El modelo conductual, por su parte, no debe confundirse con una línea de pensamiento concreta (conductismo, modificación de conducta,...) sino que ha de entenderse como una expresión en sentido amplio, genérico, que permite englobar a la Sociología, Lingüística, Psicopedagogía,... este modelo trata de describir y analizar la conducta lingüística alterada, comparándola con la normal con la intención de diseñar un programa de intervención que permita acercar la conducta anómala a los patrones normalizados de lenguaje. Desde esta perspectiva la intervención del lenguaje conllevaría una serie de pasos interdependientes:

Descripción y análisis de la conducta lingüística.

Clasificación de la conducta como parte del proceso de diagnóstico diferencial.

Evaluación de dicha conducta (disfunción entre conducta anormal y conducta normal).

Formulación de hipótesis para el tratamiento.

Evaluación del resultado de éstas a la vista de los efectos obtenidos.

El modelo integrador, ecléctico, no se sitúa con claridad al amparo de ningún postulado teórico, sino que participa de los planteamientos de los distintos modelos existentes siempre que contribuyan a orientar un determinado proceso de intervención. Desde este modelo se postula una evaluación integral y funcional de las capacidades del niño o la niña en sus diversos ámbitos del desarrollo, con el fin de obtener de forma pormenorizada el nivel de desarrollo y sus posibles disfunciones, tanto desde una perspectiva cualitativa como cuantitativa. Estas informaciones constituirán la base para la elaboración y la puesta en marcha del programa de intervención.

Programa de intervención

Esta propuesta está diseñada para la intervención con un alumno de 6 años que presenta dificultades fonética-fonológicas (trastorno del habla: sustitución de fonemas k/t, r/d-) lo que puede repercutir de forma negativa en su proceso de enseñanza y aprendizaje.

El tutor ha solicitado la colaboración del maestro de audición y lenguaje para identificar las necesidades educativas especiales (n.e.e.s.) y proponer las medidas oportunas para su recuperación. La temporalización básica de la propuesta será alrededor de dos trimestres escolares con una frecuencia de dos sesiones de 30 minutos semanales.

Centro y contexto sociocultural

Se trata de un centro de Infantil y Primaria que cuenta con un número adecuado de aulas para atender a los alumnos que requieran apoyo. La dotación de recursos personales y materiales del centro es la adecuada para llevar a cabo la labor educativa (sala de logopedia, sala de fisioterapia, sala de usos múltiples, biblioteca, comedor...).

El colegio está ubicado en un entorno rural de unos 10000 habitantes. Dedicado fundamentalmente al sector primario con pequeñas industrias y servicios. Existe una buena dotación de recursos ambientales próximos al centro. Recibe la atención del Equipo de Orientación Educativa (E.O.E.) del sector.

Condicionantes

Sociológicos
Los condicionantes sociológicos influyen de forma decisiva en los conocimientos, hábitos y actitudes de nuestros alumnos. La formación no termina con la finalización de la jornada escolar, el niño está sometido a múltiples influencias del entorno. La familiarización con los aspectos más característicos del medio en el que desarrollaremos nuestra labor, nos ayudará a comprender mejor a nuestros alumnos y permitirá la contextualización de nuestro trabajo. En este caso, la reflexión sobre aspectos tales como: escasos servicios sanitarios y educativos especializados, ya que no estamos en un entorno urbano, ha repercutido en una mayor relación entre escuela-familia; mayor importancia de la atención educativa para compensar carencias de otro tipo. Mayor responsabilidad de los docentes ante determinadas alteraciones que en un centro urbano serían atendidas por equipos y servicios muy específicos.

Psicológicos
Estos condicionamientos nos informan de las posibilidades de aprender ligadas a la edad. Según Piaget, el alumno se encuentra en el periodo preoperacional. Los rasgos que nos interesan destacar son:

Pensamiento:
- Intuitivo y concreto: Necesidad de clara referencia y presencia de objetos.
- Sincretismo y semirreversibilidad operatoria: Necesidad de ayudar a centrar su atención en los elementos más característicos de los objetos y fonemas, y promover situaciones que faciliten la transferencia de los aprendizajes.

Afectivo-social:
- Egocentrismo intelectual y social: Necesidad de juegos cooperativos y actos de relación interpersonal. De esta forma estamos potenciando, igualmente, la expresión y comprensión oral.
Dimensión motriz:
- Dificultad en la coordinación dinámica. Necesidad de ejercicios de coordinación motora y de habilidad.
Dimensión auditiva:
- Dificultad con sonidos, fonemas y palabras. Necesidad de insistir en ejercicios que mejoren esta capacidad.
Comunicativo-lingüístico.
- Integración fonética incompleta (signo de alerta).
- Desarrollo léxico en aumento.
- Desarrollo sintáctico. Oraciones simples.
- Discriminación entre tiempo y formas verbales.
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