Tradicionalmente se define la Dislalia como una alteración o trastorno del habla, entendiéndose ésta como el acto motor que conlleva la articulación de sonidos en la expresión oral o modalidad comunicativa audio – oral. NO ES un trastorno del Lenguaje.
INTRODUCCIÓN
La inadecuada traducción de términos o el uso popular de los mismos, sin un análisis sustancial, nos llevan a confundir definiciones importantes de términos como Lenguaje, Lengua, Habla y Modalidades Comunicativas, utilizándolas indistintamente una por otra. Esto complica la ubicación adecuada de los diferentes trastornos, desòrdenes o alteraciones en Habla o Lenguaje.
Tradicionalmente se define la Dislalia como una alteración o trastorno del habla, entendiéndose ésta como el acto motor que conlleva la articulación de sonidos en la expresión oral o modalidad comunicativa audio – oral. NO ES un trastorno del Lenguaje.
Como facultad de la mente humana, el Lenguaje implica la capacidad para codificar o descodificar un mensaje, mediante mecanismos que permitan transformar ideas, emociones y conceptos en Praxias, previo el reconocimiento de los estímulos internos y externos que nos inducen a la comunicación. Tal facultad se operacionaliza o implementa, mediante una estructura neuropsicológica conformada por una red de alta complejidad de mecanismos y centros nerviosos especializados genéticamente en:
1. la organización de la producción y el reconocimiento de las cadenas sonoras del habla;
2. las reglas que gobiernan el ordenamiento secuencial de las palabras en frases y oraciones;
3. y el sistema de significado que se adhiere a éstas, como consecuencia de las experiencias cotidianas y la interacción social del individuo en una variedad de situaciones comunicativas.
También se podría definir Lenguaje como la Función Neuropsicológica Superior, capacidad o facultad de aprender una Lengua y utilizarla en forma creativa a través de las diversas modalidades comunicativas.