Los mitos, las fábulas y las leyendas tienen una función elemental en el campo de la literatura infantil. No es casual que todavía se sigan leyendo, entre otras, las fábulas de Samaniego, La Fontaine, Esopo y muchos otros.
¿Piensa que los libros cuentan historias que a los niños les interesa?
No todos los libros. Ahí tenemos los libros de texto que poco o nada les interesa a los niños, auque deben leerlos para adquirir conocimientos. Sin embargo, gracias a la expansión de la industria editorial, hoy se cuentan con libros infantiles y juveniles de primera calidad. Los creadores de libros destinados a los niños, que antes estaban considerados como escritores “mediocres” o “fracasados”, han sido reivindicados por los críticos y lectores, ya que escribir un libro infantil puede ser muchas veces más complicado que escribir un libro para adultos, en vista de que el escritor debe manejar amplios conocimientos en el campo de la pedagogía y la psicología infantil. Sin estos instrumentos es difícil acercarse a los niños, quienes desean que su escritor les cuente historias de su interés, y esto sólo puede lograrse conociendo el alma de los niños, a quienes no se les puede engañar como algunos se suponen.
¿Cómo incidiría en la comprensión lectora de los niños?
Definitivamente, si un libro está escrito desde la perspectiva del niño, con temas de su interés y recreando un lenguaje apropiado a su edad, entonces es natural que el niño comprenda el mensaje y se deleite con la lectura del libro. Asimismo, se debe considerar que un libro destinado a los niños debe contar con otras propiedades tan importantes como son las ilustraciones, el formato, el tipo de letra y otros que son primordiales para alcanzar el éxito entre los niños, quienes, desde un principio, se sienten identificados con los personajes y las historias de los buenos libros infantiles. Tampoco se debe olvidar que los libros infantiles son la base para formar al futuro lector de la gran literatura universal.
¿Qué papel se les otorga a las leyendas en la literatura infantil?
Los mitos, las fábulas y las leyendas tienen una función elemental en el campo de la literatura infantil. No es casual que todavía se sigan leyendo, entre otras, las fábulas de Samaniego, La Fontaine, Esopo y muchos otros. Lo mismo ocurre con las leyendas que, desde que el hombre se irguió de su condición de primate, nos cuentan nuestro pasado histórico, con elementos que son mitad fantasía y mitad realidad. Las leyendas, sobretodo las que tienen personajes mágicos e historias fantásticas, gustan mucho entre los jóvenes y niños. Los copiladores de estas tradiciones populares son tan importantes como los escritores que han hecho de la literatura infantil todo un género respetable y codiciado por los niños.
¿Qué se debería tener presente, a la hora de recomendar un libro a un/a niño/a?
Su edad, su entorno social, su nivel lingüístico, su estado emocional y su preferencia por unos temas más que otros. El interés de los niños por la literatura infantil depende mucho de las circunstancias, las experiencias personales y las motivaciones que, desde luego, no son las mismas para todos los niños, sino que se diferencian según la etapa en la cual se encuentra cada uno en su desarrollo, al menos si tomamos en cuenta los preceptos de la psicología evolutiva.
¿Qué libro recuerda de su infancia?
Lastimosamente, durante mi infancia, jamás cayó en mis manos una joya de la literatura infantil; primero, porque vivía en un centro minero donde pocos sabían leer; y, segundo, por no habían libros infantiles ni dinero para adquirirlos. Así que mi interés por la pedagogía y la literatura infantil surgió muy tarde en mi vida, cuando empecé a trabajar en una biblioteca de niños en Estocolmo a principios de los años ’80. Fue allí, en ese mundo maravilloso, donde empecé a leer aquello que no conocí ni leí de niño.