El uso excesivo de pantallas puede impactar en las habilidades lingüísticas, sin embargo, un uso adecuado de los dispositivos puede ofrecer beneficios.
Las pantallas son un recurso muy atractivo tanto para niños como para adultos. En la actualidad los niños comienzan a utilizar dispositivos electrónicos desde los 12 y 24 meses, aunque se recomienda que durante la infancia el uso de estos dispositivos sea limitado pues el cerebro está en pleno desarrollo y el uso excesivo puede limitar las oportunidades de aprendizaje y de interacción con el entorno.
El uso excesivo de pantallas puede impactar en las habilidades lingüísticas posiblemente por la disminución en la interacción social y la sustitución de estímulos de alta calidad por otros de menor valor para el desarrollo cognitivo y lingüístico.
Es difícil determinar si los niños con propensión a dificultades del lenguaje son expuestos con más frecuencia a las pantallas por la dificultad que supone la comunicación con ellos o si estas dificultades son causadas por el tiempo de uso en los dispositivos móviles.
Una exposición excesiva a las pantallas puede:
Pueden afectar las habilidades para la interacción social, la cual es la base para el aprendizaje del lenguaje. El uso excesivo de estos dispositivos durante los tres primeros años de vida puede retrasar la adquisición del lenguaje ya que la interacción con los demás es fundamental para adquirir el lenguaje y las pantallas no ofrecen interacciones a las respuestas del niño limitando su intención comunicativa.
Sin embargo, un uso adecuado de los dispositivos puede ofrecer beneficios: fomenta la creatividad y la imaginación, son una gran fuente de conocimiento y exponen al niño a nuevas ideas.
Las pantallas son una realidad con la que convivimos, pero debemos asegurarnos de hacer un uso adecuado de ellas y garantizar tiempo de juegos y actividades sin ellas.
Contrario a lo que se pensaría, los medios digitales pueden fomentar el aprendizaje. Por ejemplo, los robots sociales de asistencia pueden tener un efecto favorable en el desarrollo del lenguaje cuando emulan la lectura de cuentos dialógica. O los videojuegos de rol multijugador en línea han demostrado mejorar el dominio general del lenguaje y algunas habilidades lingüísticas específicas y facilitan la adquisición de una segunda lengua pues gran parte del vocabulario de los videojuegos ha pasado a formar parte del lenguaje habitual de los adolescentes y eso mejora su habilidad para el inglés.
Actualmente los videojuegos son un sector de ocio muy extendido entre los jóvenes, hecho que ha provocado que gran parte de su vocabulario haya pasado a formar parte del lenguaje habitual entre los jóvenes.
Internet es una ventana abierta al mundo, y los jóvenes son grandes usuarios de las redes sociales. Algunos expertos aseguran que la influencia del Internet ha hecho que los jóvenes hayan perdido capacidades de expresión lingüística, sin embargo, hay quienes aseguran que gracias a las redes sociales los jóvenes ahora escriben y leen más.