Cuando el niño y la niña son protagonistas activos de sí mismos, es decir, cuando aprenden actuando, creando, reflexionando, opinando y construyendo, se les facilita el aprendizaje y mucho más cuando toda esta actividad los motiva y se da en un clima emocional positivo.
“Si todos los niños de 8 años aprendieran a meditar, al cabo de una generación se habría erradicado la violencia del mundo.” Dalai Lama.
Necesitamos un nuevo sistema educativo, que eduque ciudadanos llenos de empatia y compasión, las investigaciones recientes buscan reformas en la educación que promuevan esto, en los últimos años han confluido dos corrientes del pensamiento: la milenaria comtemplativa de Dalai Lama y la ciencia occidental, decubriendo el impacto de la meditación sobre el estado o consciencia de un niño, y en la ciencia educativa.
Se necesita mucho trabajo interior siendo necesario incluir algo más al aprendizaje social y emocional, pues la inteligencia emocional nos habla de promover en los niños y las niñas la conciencia de uno mismo, el control de las emociones, las relación con los demás y la capacidad de tomar buenas decisiones, sin embargo es necesario ayudar a las personas a entrenar la mente, ya sea a traves de la meditación o el llamado rincóin de la paz en los salas de aprendizaje, un espacio que permita al niño estar en calma, apasiguar la mente y centrar la atención.
Lo importante es que sabemos que el cerebro tiene plasticidad y las experiencias lo moldean, asi que qué sucederia si aumentamos la experiencia de la atención plena y la contemplación en el diario de sus dias, esto cambiaría en algo el estado de bienestar en los niños y las niñas, y si tambien lo realizan los maestros aumentararía la probabilidad de generar ambientes de paz, compasión, bondad, empatia y sintonia constante en presencia plena. Además del aumento de la felicidad, la motivación y el control de la emoción que facilitarían el aprendizaje.
El cerebro se influencia por el ambiente, por lo que podemos ser responsables de nuestro cerebro y crear ambientes que promuevan el desarrollo de mentes sanas en nuestros niños y niñas. En la educación se intenta prevenir la agresividad, la falta de atención, las dificultades en el comportamiento, por lo que es importante empezar con los niños y niñas más pequeños, con quienes podemos iniciar a traves de estrategias a darle herramientas que permitan conocerse, calmarse y encontrar momentos y lugares para sentirse mejor, desde conocerse y no identificarse con sus pensamientos, a calmar la mente y sintonizarse con los otros, desde la compasión y el cuidado conjunto, la educación en atención plena es la posibilidad de combinar el aprendizaje con aspectos potenciadores del mismo, que generan mejores niveles de calidad y bienestar para la vida de ese niño.
Estudiar las emociones y reconocer como nos sentimos con relación a algo que esta pasando en nuestro entorno, enseñar a calmar los pensamientos, enseñar a conocerse intimamente en su esencia sin esquemas preestablecidos desde los adultos, enseñar a prestar atención y estar en presencia, son piezas claves del aprendizaje en el aula. Asi que los niños tienen cada vez más estimulos que procesar y para esto se requiere una mayor capacidad de autorregulación, si la ciencia nos esta demostrando que es posbile modificar el cerebro, porque no insitir en incidir en la construcción de niños y niñas más respetuosos, bondadosos, atentos y conscientes.
¿Y que otras cosas podemos hacer?
Los ambientes de aprendizaje son una oportunidad retadora para que como adultos nos motivemos a diversificar las opciones de interacción con los niños y las niñas, proponiendo recursos, materiales, diferentes espacios y ambientes, y activando de manera especial la imaginación como instrumento de encuentro y construcción conjunta. Estos momentos son oportunidades de aprendizaje mutuo y brindan la posibilidad de crear y fortalecer vínculos afectivos, de confianza y amor.
En esta ocasión les propongo que las experiencias que propiciemos contengan tres ingredientes: Juego, - que sea divertido - aprendizaje – que aprendamos mutuamente - y vínculo – que sea una oportunidad de conexión desde el amor - pues todo esto permitirá al niño o niña la expresión de sus potencialidades y de su ser, conectarse con ustedes desde la emoción, divertirse, conocerse a sí mismo, explorar, imaginar, crear, expresar, resolver, investigar, sentir, tocar y moverse.
Les invito a que propongan más opciones basadas en estos tres ingredientes y que sobre todas las cosas, escuchen y observen atentos a ese niño o niña, ¿Qué podemos aprender de ellos? Es la pregunta que generará la totalidad de las acciones y experiencias, pues ellos también tienen fantásticas ideas, que seguramente cumplirán con los tres ingredientes de esta receta.
Cuando el niño y la niña son protagonistas activos de sí mismos, es decir, cuando aprenden actuando, creando, reflexionando, opinando y construyendo, se les facilita el aprendizaje y mucho más cuando toda esta actividad los motiva y se da en un clima emocional positivo.
Ahora te mostraremos algunas actividades que pueden ayudar a promover el mindfulness en el aula, sin embargo este será un abre bocas de tu construcción continúa, en dónde todo parte de ti, mientras tú cambies, tú entorno cambiará y será en ese sentido de coherencia que se verán reflejados los cambios en los ambientes de aprendizajes en los que habites.
https://www.youtube.com/playlist?list=PLqjvGQnyD6mlkyLmb-p6jVJYsaRtcHzFt
1. Trae una botella con agua
2. Agrégale dos cucharadas de escarcha o de arena.
3. Si le agregas escarcha, que no sea en gran cantidad.
4. Agítala y observa que la escarcha o la arena bajen al fondo de la botella cuando la botella está quieta.
El agua turbia representa nuestro estado mental cuando estamos agitados, estresados, furiosos. Son los momentos en los cuales la amígdala - el cerebro emocional - tomó el control. Al contrario, el agua clara representa un estado mental calmado y en paz, cuando la corteza prefrontal está operando “sin intervención” por parte de la amígdala. Les puedes explicar que eso es lo que pasa cuando algo le disgusta, y que observe qué pasa cuando se tranquiliza, cuándo respira y espera en lugar de reaccionar de inmediato en medio de la avalancha de emociones.
Tambien se puede utilizar el tarro en el momento en que un niño se enfada, puede agitarlo hasta calmarse y dejar reporsar sus emociones.
Puedes encontrar muchas más actividades en el blog: http://aescoladossentimentos.blogspot.com/2016/03/10-actividades-de-mindfulness-para-nins.html
El Mindfulness para niños no se limita a conseguir que se queden sentados en la posición de loto, meditando. Los niños y niñas son seres activos y reactivos, personas ávidas de experiencias, curiosos insaciables, necesitadas de contacto, de juegos, de interacción continua. Por tanto, debemos adaptar el Mindfulness a sus necesidades cotidianas y a su ritmo de vida. Busquemos que observen, escuchen y se deleiten con los detalles de la vida, que tengan herramientas para calmarse en momentos de angustia y que se conozcan realmente desde la esencia de su ser.