Trabajo de campo consistió en relevar de forma honesta las opiniones que los quichua hablantes de la localidad de Salavina y zonas aledañas poseen respecto de la lengua que los precede desde siglos pasados y que hasta hoy perdura a través del tiempo en su transmisión oral, de generación en generación, sin mayores requerimientos de la escritura para su mantenimiento o conservación.
Equipo Docente: Barrera, Alberto Fabián - Amarilla, Gabriela
Equipo de Alumnos investigadores: Contreras, Cynthia; Contreras Hérika; Coria, Andrea; Giménez, Javier; Navarrete, Daniela; Sandoval, Dora y Sosa, Diego.
Institución: Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud – Universidad Nacional de Santiago del Estero (Pcia. de Santiago del Estero).
Durante el mes de Octubre de 2014 alumnos de la Tecnicatura en E.I.B con mención en lengua Quichua llevaron a cabo con la coordinación del equipo docente de la cátedra de Alfabetización en lengua materna un trabajo de campo vinculado al relevamiento, tanto cuantitativo como cualitativo de la situación lingüística del Quichua, las representaciones e implicancias de la identidad lingüística de sus hablantes.
Como se puede observar este trabajo constituye una producción conjunta y social entre comunidad lingüística, alumnos de la carrera y equipo docente de la Cátedra de Alfabetización en lengua materna de la Facultad de Humanidades, Cs. Sociales y de la Salud de la UNSE.
La lingüista tucumana Dra. Isabel Requejo relaciona a la identidad lingüística con
“la historia de la palabra humana, desde el inicio de la vida, la cual está recorrida y sostenida por una pluralidad de historias y de tramas vinculares-culturales que le preceden y por otras que la acompañan en su génesis y desarrollo. Es, pues, resultante del entrecruzamiento de nuestra historia individual, inscripta -a su vez- en la historia social desde la que aprendemos a aprender, a conocer, a constituirnos como sujetos” (2001, 03).
Dicho trabajo de campo consistió en relevar de forma honesta las opiniones que los quichua hablantes de la localidad de Salavina y zonas aledañas poseen respecto de la lengua que los precede desde siglos pasados y que hasta hoy perdura a través del tiempo en su transmisión oral, de generación en generación, sin mayores requerimientos de la escritura para su mantenimiento o conservación.
Para el reconocido antropólogo Dr. José Luis Grosso:
“la Quichua es la lengua madre, no sólo en el sentido de la pertenencia lingüística a un origen autóctono, sino como una cuestión de género y en consecuencia se sostiene popularmente que es el idioma de las mujeres y ellas tienen un papel fundamental en la transmisión a los niños que aprenden y desarrollan sus primeros lenguajes (2008, II parte – Cap. 2)”
En Salavina, no sólo se presenta la interacción de códigos lingüísticos diferentes: quichua y castellano, en el que se complementan sus usos lingüísticos tanto en el ámbito doméstico como público; sino también el conflicto lingüístico relacionado con lo permitido y la prohibición del uso lingüístico de la lengua minorizada, lo identitario y lo posible de ser transmitido. Esta situación refleja un proceso de lucha interna que subyace a la reivindicación de la lengua quichua en igualdad con el castellano ampliamente difundido y respaldado desde lo social, educativo, político, etc.
Salavina: comunidad lingüística bilingüe
Salavina es un departamento en la provincia de Santiago del Estero (Argentina), atravesado de noroeste a sudeste por el río Dulce. Limita al noroeste con el departamento Atamisqui, al nordeste con el departamento Avellaneda, al este con el departamento Aguirre, al sur con el departamento Mitre y al oeste con el departamento Quebrachos.
Cuenta con 2032 habitantes, lo que representa un incremento del 30,1 % frente a los 637 habitantes (INDEC, 2001) del censo anterior. Dicha localidad posee una comisión municipal, dos plazoletas, un hospital distrital y un destacamento policial para toda el área de influencia.
En materia educativa tiene un Jardín de Infantes provincial Nº 71, la Escuela primaria de jornada completa “Sor Mercedes Guerra” Nº 476 y un Colegio Secundario “Konrad Adenauer” del que dependen los albergues para estudiantes de los parajes alejados. Sin embargo, la deserción escolar es alta principalmente en jóvenes varones que optan por trabajar en tareas de obraje o emigran a otras zonas geográficas en busca de trabajo. Son pocos los jóvenes que egresan y continúan estudios superiores.
El departamento posee tres estaciones de radio: una de ellas depende del Colegio, otra es privada y la última es propiedad de la iglesia de la zona. En Salavina sus habitantes cultivan la fe católica, como así también, varios cultos evangélicos.
Con respecto a las recreaciones deportivas, esta localidad tiene cinco clubes en donde prevalece la actividad futbolística.
La economía del poblado está sustentada por trabajadores en relación de dependencia como por ejemplo, empleados municipales de planta permanente, contratados, jóvenes subsidiados que prestan servicio al municipio, los trabajadores cuentapropistas como ser: despenseros, distribuidores, albañiles y obreros golondrinas que viajan para la deflorada del maíz al sur del país.
Aspectos importantes de la investigación
El objetivo troncal de este relevamiento llevado a cabo en Salavina consistió en conocer mediante una entrevista la opinión de sesenta y seis habitantes de dicha población respecto de la lengua quichua.
El diseño metodológico de esta investigación fue exploratorio y se llevó a cabo en el Departamento Salavina – Provincia de Santiago del Estero, durante los meses de octubre y Noviembre del año 2014.
La unidad de análisis correspondió a cada habitante de dicho departamento, mientras que el universo establecido incluyó a todos los habitantes del Departamento Salavina.
La muestra se realizó a sesenta y seis residentes. Asimismo, los criterios de inclusión tuvieron en cuenta a:
Ahora bien, también se fijaron criterios de exclusión para dicha muestra que incluyó a menores de edad o que no hayan iniciado sus estudios primarios al momento de la entrevista.
El plan de recolección de datos tuvo en cuenta la observación no participante y las entrevistas personales semiestructuradas. Para ello, se tuvieron en cuenta una serie de variables, tales como:
Personas mayores (adultos) y jóvenes que hayan cursado estudios en el área de influencia (hayan o no finalizado sus estudios).
Entrevistados voluntarios.
Actividad laboral
Edad: mínima (14 años), media (31 años) y máxima (77 años)
Historia académica familiar
Escolaridad personal
Medios tecnológicos
Vivienda
Competencia comunicativa
Adquisición de la lengua quichua