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La formación del profesor debe lograr que el sujeto participante en el proceso lleve a cabo la transformación de las distintas disciplinas que confluyen para su formación.
Una concepción de lenguaje que ha determinado actitudes que siguen vigentes en la escuela es el sistema formal que posibilita representar el mundo; la vinculación estrecha entre lenguaje y pensamiento y la función referencial del lenguaje como código que permite la expresión del pensamiento. La distinción entre el lenguaje de la escuela y el del niño se refleja en las diferencias formales, que progresivamente serían aprendidas por el alumno al que se le enseña el sistema de la lengua padronizado, diccionarizado, gramaticalizado, como el transmisor de la cultura educativa.
Esta concepción formalista considera al lenguaje como un sistema neutro, exento de ideologías y que no tiene en cuenta las relaciones de poder. Sin embargo, la concepción funcionalista enfoca el vínculo entre el sistema cultural y la forma lingüística. No obstante, la concepción funcionalista no predomina lo suficiente como la formalista en la formación del profesor y en la enseñanza de la lengua materna.
Esta visión se relaciona íntimamente con las propuestas de currículos bidialectales para los hablantes de dialectos estigmatizados desde el punto de vista social. Por otro lado, el lenguaje de la escuela no resulta distinto del lenguaje del niño.
Por último, en la concepción interactiva aparece como principal problemática la falta de deseo en el aprendizaje, para así influir positivamente el proceso y evitar la resistencia, o sea el rechazo de los valores de la cultura dominante. Los estudios sobre interacción entre profesor y alumno son importantes, pues, permiten evaluar cómo los sujetos reproducen en las micro y macro relaciones sociales; esto nos posibilita observar que en la producción de contextos y significados, existe un lugar para la construcción de nuevos significados para la transformación.
La formación del profesor debe lograr que el sujeto participante en el proceso lleve a cabo la transformación de las distintas disciplinas que confluyen para su formación. El análisis del discurso, la sociolingüística, la psicolinguística, la psicología cognitiva y del aprendizaje, la etnografía de la escuela, la pedagogía, poseen íntima relación con la visión interdisciplinar como visión tecnicista, que implica la suma de contenidos que tendrían que contribuir para la formación del docente. Sin embargo, de resultar imposible la conversión del profesor en un especialista de muchas áreas del saber, la especialización no es lo deseable.