Un alumno desordenado, despistado, que no cuida la presentación de los trabajos y ejercicios, que no controla su material, que pierde las cosas, que no está orientado espacio-temporalmente, que se asusta o se bloquea ante situaciones de lectura en voz alta y que además comente errores lectoescritores que deberían estar superados por edad, podría ser un alumno disléxico.
4. EN EL AULA. PAUTAS PARA EL PROFESORADO.
A veces, se puede confundir este trastorno con vaguería. Es algo que sobre todo antaño ocurría con frecuencia, llegando a ser apartados del sistema educativo aquellos que padecían este problema y que fracasaban escolarmente sin haberles dado la oportunidad de superar sus dificultades con la adecuada atención.
Actualmente, y afortunadamente, los profesores y docentes en general, están mucho más informados y preparados para poder detectar una dificultad lectora o cualquier otro trastorno como la Dislexia, para poder así derivar y actuar de la forma más conveniente.
Un alumno desordenado, despistado, que no cuida la presentación de los trabajos y ejercicios, que no controla su material, que pierde las cosas, que no está orientado espacio-temporalmente, que se asusta o se bloquea ante situaciones de lectura en voz alta y que además comente errores lectoescritores que deberían estar superados por edad, podría ser un alumno disléxico.
Saber identificar en el aula y tomar las medidas adecuadas es muy importante para poder ajustar la enseñanza a las necesidades del alumno. Porque su dificultad no está en aprender, su dificultad está en aprender por el canal lector. Por tanto, es conveniente ayudar a los alumnos disléxicos a aprender a través de otras opciones que no sean la lectura.
En este sentido, hoy tenemos recursos fantásticos a nuestro alcance: las tecnologías aplicadas a la educación son una herramienta eficaz para todos los alumnos, pero lo son aún más para aquellos que por sus dificultades o trastornos tienen más complicado que el resto poder aprender a través de la lectura. Imágenes, asociaciones, gráficos, esquemas, etc., son la presentación más adecuada para este tipo de alumnado.