Durante el proceso de desarrollo del lenguaje evolucionan diferentes capacidades comunicativas; el bebé llora la madre responde de distintos modos tomándolo en brazos, acariciándolo, hablándole, generando el inicio de las denominadas rutinas interactivas, donde el adulto, la madre en primera instancia, participa de juegos de dar y tomar, atravesándolos por variadas vocalizaciones de motivos creativos.
En la búsqueda y acercamiento a posibles respuestas ciertos ejes conceptuales que he ido construyendo y reconstruyendo a lo largo de mi práctica clínica, de mi actividad docente universitaria, y del cursado del seminario citado, tienen importancia clave en este sentido. Tomaré en este escrito particularmente las cuestiones relacionadas al juego y al jugar.
Pensando en las transformaciones que se producen en el devenir de la vida de un sujeto, transformaciones en el jugar, como “práctica significante”, (en Rodulfo R. El niño y el significante), que van instalando los distintos momentos de la estructuración subjetiva, entramada y saludablemente se van dando también las transformaciones en el lenguaje y su papel fundante en el proceso de constitución subjetiva.
Durante el proceso de desarrollo del lenguaje evolucionan diferentes capacidades comunicativas; el bebé llora la madre responde de distintos modos tomándolo en brazos, acariciándolo, hablándole, generando el inicio de las denominadas rutinas interactivas, donde el adulto, la madre en primera instancia, participa de juegos de dar y tomar, atravesándolos por variadas vocalizaciones de motivos creativos.
Algunos estudiosos del proceso de adquisición del lenguaje (Puyuelo, Monfort, Rondal, col., entre otros), sostienen que el mismo parte de una dimensión social atravesando un continuo proceso de refinamiento. Y así como desde momentos tempranos de la vida se van instalando las bases de la pragmática del Lenguaje, es fundamental considerar las condiciones determinantes, que para la encarnación de la lengua materna, tiene la singularidad de cada historia y de cada vínculo primario, además de la dimensión social.
Si bien hay acuerdo en considerar que para que se vaya dando el proceso de apropiación de la lengua materna son necesarias ciertas condiciones relacionadas con una adecuada funcionalidad de los órganos centrales y periféricos que intervienen en el proceso de adquisición lingüística, tanto receptivo como productivo; interacción del niño con un contexto socializador y lingüístico adecuados, un entorno comunicativo propicio; es decir condiciones biológicas (neuromotrices, sensoriales), mentales, emocionales saludables, también es fundamental para aquellos que trabajamos en el acompañamiento de sujetos con un déficit lingüístico-comunicativo, echar luz en la historia del sujeto.
¿Ha atravesado este pequeño la experiencia del juego del fort da? ¿Puede representarse los objetos simbólicamente? Entonces ¿puede jugar, puede hablar, desea comunicarse?
En esta entramada de interrogantes que convocan a pensar al sujeto y su problemática de comunicación, resulta interesante articular las concepciones sobre la tesis de jugar, propuesta por Rodulfo, R., coherentes con la concepción que sustenta que el lenguaje se constituye en un marco lúdico primario y fundante.