El mecanismo de cierre velofaringeo es un acto neurofisiológico que actúa como válvula para separar la cavidad nasal y oral en actividades de habla y deglución (Thompson y Hixon 1979).
El habla se define como la facultad de articular sonidos en palabras con contenido semántico y voz como el sonido producido por la vibración de las cuerdas vocales al acercarse entre sí como consecuencia del paso de aire a través de la laringe. Uno de los componentes es la resonancia, definida como "modificación del sonido producido desde las cuerdas vocales" y es quien ofrece las cualidades al sonido que es percibido en el habla.
La resonancia es determinada por:
1. Tamaño y forma de las cavidades de resonancia (partes fijas - duras y móviles - blandas). Las consonantes son sonidos resonanciales y se producen al cambiar de posición las estructuras de la cavidad oral (lengua, labios, etc). Desde el punto de vista del análisis acústico, una cavidad resonancial pequeña trae como resultado una mayor frecuencia/tono de formantes y una cavidad resonancial más grande trae como resultado una menor frecuencia/tono de formantes (Kummer 2004)
2. Mecanismo de cierre Velofaringeo. El mecanismo de cierre velofaringeo es un acto neurofisiológico que actúa como válvula para separar la cavidad nasal y oral en actividades de habla y deglución (Thompson y Hixon 1979). También es descrito como un articulador que debe operar conforme a reglas de programación neuromotora y cuya actividad está sincronizada con las acciones de otros articuladores para alcanzar un habla perceptualmente aceptable (Luna y Kuehn 1996). Y Cupello 2007 explica que para activar los músculos del habla se producen 140 mil eventos neuromusculares/seg