Raquel Virginia Márquez Contrera | 1/08/2009

Introducción

La sociedad actual demanda sujetos sensibles y reflexivos que conforman el conglomerado social del universo; dentro de éste, cada uno de los seres humanos presentan características que los diferencian unos de otros. Para tratar estas variaciones, se cuenta con el sistema educativo, el cual propone acciones de formación y socialización, para ser desarrolladas en los niveles y modalidades de enseñanza, donde se garantiza la calidad de vida del ser. En tal sentido, la educación posee un rol especial debido a que en este ámbito se orienta el desarrollo integral del ser humano, el cual toma en cuenta sus potencialidades y limitaciones. Especialmente, en el aula de clase, debe tomarse en cuenta la diversidad existente en cada uno de los escolares, específicamente las dificultades de aprendizaje; éstas corresponden a bloqueos e interferencias en los estudiantes, que perturban el proceso regular de instrucción, situación que genera atraso cognoscitivo, motor, social, lingüístico y en la interacción comunitaria.

Por lo antes descrito, el docente especialista en el área de Dificultades de Aprendizaje y el docente de aula deben garantizar un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en corrientes humanistas, filosóficas y psicológicas de forma integrada. Para ello, amerita desligar la adaptación que hace del Currículo de cada nivel de aprendizaje y en contraposición a ello, contar con un modelo interpretativo que garantice cada una de las áreas del desarrollo humano y por ende ofrezca de manera proactiva, minimizar las limitaciones en cada estudiante con necesidades educativas especiales.

De esta forma, es necesario proponer un modelo interpretativo que coopere con el desarrollo de un aprendizaje integrado y satisfaga cada una de las dificultades de aprendizaje de los niños y niñas, garantizando como punto central la integración socioeducativa de estos escolares. A la hora de querer resolver la variada y compleja problemática que presentan los estudiantes con dificultades, se evidencia que el docente emplea las corrientes del pensamiento en forma fragmentaria y reduccionista. Cada discente, amerita ser tomado en cuenta como un todo integral, abarcando el plano emocional, actitudinal, de pensamiento y acción que son los elementos que deben imbricarse en el ejercicio de enseñanza y aprendizaje.

En tal sentido, existen estrategias didácticas que pueden promover el aprendizaje integrado y en su efecto minimizar las dificultades de aprendizaje. Estrategias como el cine formativo, la música comentada, las dramatizaciones son sólo algunas de las acciones pedagógicas que acceden a estimular mayor número de zonas cerebrales, las cuales favorecen un mayor aprendizaje, porque se estimula el pensamiento, la acción y la emoción. Lo anterior significa que se hace uso de procesos lógicos-deductivos vinculados al hemisferio izquierdo y también activa el hemisferio derecho a través de la música, el espacio, la imaginación y las emociones.

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