Conocer a fondo los síntomas que se manifiestan en el Síndrome de Asperger y sus posibles causas es imprescindible para un correcto abordaje terapéutico, pero no podemos olvidar que un síndrome no hace idénticas a las personas ni a sus conductas.
Conocer a fondo los síntomas que se manifiestan en el Síndrome de Asperger y sus posibles causas es imprescindible para un correcto abordaje terapéutico, pero no podemos olvidar que un síndrome no hace idénticas a las personas ni a sus conductas. Por tanto, tenemos que marcar los objetivos de trabajo respetando la individualidad y la idiosincrasia de cada individuo.
En los niños más pequeños podemos realizar actividades de desarrollo del juego simbólico, el juego interactivo y el juego en grupo. La expresión artística, la música y el ritmo, la poesía o el teatro son actividades lúdicas y creativas que motivan a los niños y les ayudan a estructurar sus experiencias además de gratificarles. En todo ello no hay competitividad, el éxito o fracaso no están presentes, no hay respuestas erróneas o correctas, todas pueden ser actividades grupales, y esto ayuda a que estén más relajados y dispuestos a la colaboración.
En el caso de los adolescentes y adultos hay numerosas capacidades que se pueden desarrollar mediante el ocio y el tiempo libre, además de los efectos beneficiosos que aporta a la calidad de vida de estas personas.
A la hora de elaborar un programa de ocio y tiempo libre, u otro programa, con el fin de mejorar la conducta social debemos de considerar que entran en juego diferentes habilidades y aspectos de la persona. No olvidemos que los seres humanos formamos un todo y, por tanto, hay que realizar un enfoque integrado. Por ello, debemos trabajar una serie de habilidades muy variadas como las habilidades de teoría de la mente, las habilidades pragmáticas, la autoestima, el concepto de sí mismo, la autodeterminación, etc. Tenemos que ayudarles en el uso adecuado y gestión de su tiempo libre fuera de la escuela o del trabajo, los fines de semana y en las vacaciones. Y, por supuesto, realizar salidas al aire libre y actividades culturales y sociales planificadas y estructuradas como la asistencia a conciertos, teatro, cine…También debemos proporcionar a los interesados el acceso a un “ ocio normalizado”. Así podemos inscribir a la persona en clubs y actividades desarrolladas por la comunidad.
A la hora de elegir una actividad en la que incluir a la persona con Síndrome de Asperger hay que tener en cuenta una serie de aspectos:
- Partir de sus intereses y preferencias, si no las posibilidades de fracasar son altas.
- Que sean actividades en grupos reducidos. Si el niño tiene pocas habilidades sociales comenzar con actividades en pareja y mas adelante aumentar el número de participantes progresivamente.
- Que aporten estructura con el fin de ser predecibles, es decir, que tengan un horario fijo: el mismo día de la semana, a la misma hora...