Intervención Temprana es un programa universal, es decir que en principio todos los niños tienen derecho a ser considerados posibles candidatos. Así, cualquier persona que conozca a un niño del que piense que puede beneficiarse del programa, sea la madre, un vecino, o un amigo de la familia, puede referirlo. En general, sin embargo, son los pediatras quienes identifican la mayoría de los niños participantes, cuando en una visita de rutina notan que el niño exhibe retrasos en algún área de su desarrollo.
El Proceso de Intervención Temprana.
Primer Paso: Identificación
Intervención Temprana es un programa universal, es decir que en principio todos los niños tienen derecho a ser considerados posibles candidatos. Así, cualquier persona que conozca a un niño del que piense que puede beneficiarse del programa, sea la madre, un vecino, o un amigo de la familia, puede referirlo. En general, sin embargo, son los pediatras quienes identifican la mayoría de los niños participantes, cuando en una visita de rutina notan que el niño exhibe retrasos en algún área de su desarrollo.
En ocasiones, el bebé recién nacido, si es que ha nacido con peso extremadamente bajo o con excesiva prematuridad, es derivado al programa de Intervención Temprana por el neonatólogo al ser dado de alta del hospital. Lo mismo sucede con niños diagnosticados al nacer con ciertas condiciones médicas de elegibilidad automática (ver Tercer Paso, punto B).
Segundo Paso: Derivación y Acogida
Solamente es necesario hacer una llamada telefónica a un número específico, y después una visita inicial del coordinador se servicios a la casa de la familia en cuestión (en la cual se obtiene información sobre la historia familiar, embarazo, parto, problemas de salud en la familia, etc.), se hacen los arreglos necesarios para que un equipo de profesionales apropiado al motivo de consulta del niño vaya al hogar a hacer la evaluación inicial.
Tercer Paso: Evaluación Inicial y Determinación de Elegibilidad
Aunque Intervención Temprana es en principio un programa universal, existen medidas para asegurar que solamente reciban servicios aquellos niños que los necesitan.
Existen tres razones por las que un niño y su familia califican para los servicios de intervención temprana. Estas son:
A) Retrasos evolutivos
En el estado de Illinois, se considera que para necesitar los servicios ofrecidos en el programa un niño debe tener un mínimo de 30% de retraso en al menos una de las siguientes áreas (los porcentajes de retraso requeridos varían en distintos estados):
1) Cognitiva
2) Física/motora, incluyendo visión y audición
3) Lenguaje, habla y comunicación
4) Emocional/Social
5) Adaptativa, cuidado personal
Esta alternativa permite que el niño y su familia puedan recibir servicios sin haber recibido un diagnóstico médico. Con frecuencia el proceso de obtener un diagnóstico es largo y sinuoso, e implementar los servios lo antes posible basándose en un porcentaje de retraso evolutivo permite ganar tiempo y prevenir deterioro. Por otra parte, en muchos casos los niños atendidos en intervención temprana dejan el programa una vez alcanzado sus objetivos, o al cumplir los tres años de edad, sin haber recibido nunca un diagnóstico médico. Es importante destacar que un 30% de retraso en un área da derecho a participar del programa y a recibir TODAS las terapias que necesite, no solamente terapia en el área en que el retraso se manifiesta.
B) Una enfermedad física o mental que comúnmente resulte en un retraso evolutivo (incluyendo anormalidades del sistema nervioso central (SNC), desordenes del SNC, peso al nacer por debajo de los 1000 grs., infecciones congénitas y adquiridas, síndromes genéticos, anormalidades craneofaciales, deformidades ortopédicas, parálisis cerebral, desórdenes del espectro autista, entre otras).
C) Riesgo de retrasos evolutivos sustanciales. Se considera de alto riesgo a hijos de padres con un diagnóstico de enfermedad mental o discapacidad severas, o a aquellos niños con tres o más de los siguientes factores de riesgo:
1. Drogodependencia o abuso del alcohol por parte del principal cuidador
2. Cuidador principal menor de 15 años
3. Niño/familia sin techo
4. Maltrato o descuido documentado del niño cuando el niño no ha sido sacado del hogar
5. Enfermedad crónica del principal cuidador
6. Abuso materno del alcohol y/o drogas durante el embarazo
7. Principal cuidador cuyo nivel educativo sea inferior al tercer año de la educación secundaria.
Finalmente, cuando el niño no califica bajo ninguna de estas opciones, los terapeutas que realizan la evaluación inicial pueden hacer uso de su opinión clínica para recomendar servicios (por ejemplo en situaciones en que el niño no pueda ser evaluado con los instrumentos estandarizados apropiados).