Una de las mayores fuentes de expectativa y a veces de frustración es la llamada
El problema de la integración.
Para JIMÉNEZ y VILA (1999), desde los años 50 y hasta bien entrados los 70, se desarrolla un proceso complejo y multidimensional de carácter socio – educativo, centrado en una actitud crítica a los planteamientos de la Educación Especial como subsistema de la educación general y como realidad segregadora. Este proceso cristaliza en la asunción, en los países desarrollados primero y en otros países más tarde, de un nuevo enfoque educativo en la atención a las personas diferentes basado en el principio de la integración educativa. La aparición y progresiva consolidación de la educación integradora en el discurso educativo se concreta en formas distintas según las coordenadas contextuales de las distintas zonas geográficas, las cuales plantean formulaciones teóricas, disposiciones legales y experiencias de naturaleza diversa.
La Ley 115 de 1994 (Ley General de la Educación, en Colombia), indica que:
"La educación para personas con limitaciones físicas, sensoriales, psíquicas, cognoscitivas, emocionales" o con capacidades intelectuales excepcionales, es parte del servicio público educativo.
Los establecimientos educativos organizarán directamente o por convenio, acciones pedagógicas y terapéuticas que permitan el proceso de integración académica y social de dichos educandos" (Artículo 46).
Una de las mayores fuentes de expectativa y a veces de frustración es la llamada "Integración" a la educación regular. Dentro de este proceso se cometen todavía muchos errores, debido a la visión fragmentada de la problemática, las potencialidades y posibilidades reales de la persona con Discapacidad o Necesidades Educativas Especiales.