Toda integración tiene sus tropiezos y dificultades, sobre todo, cuando no se cuentan con los recursos adecuados ni el profesionalismo de los responsables.
Escritor, periodista y pedagogo. Nacido en La Paz, Bolivia, 1958. Vivió en las poblaciones mineras de Siglo XX y Llallagua, escenarios constantes de su mundo literario, exiliado a Suecia en 1977. Dirigió las revistas literarias “PuertAbierta” y “Contraluz”. Tiene cuentos traducidos y publicados en antologías internacionales. Es miembro de la Asociación de Escritores Suecos y del PEN-Club Internacional. Participó en el Primer Encuentro Hispanoamericano de Jóvenes Creadores (Madrid, 1985) y fue uno de los principales organizadores del Primer Encuentro de Poetas y Narradores Bolivianos en Europa (Estocolmo, 1991)
Actualmente hay una tendencia a trabajar la inteligencia emocional de los niños/as ¿qué opina sobre ello?
La inteligencia emocional constituye, sin lugar a dudas, uno de los elementos básicos del desarrollo integral de los niños. Este método de trabajo contribuye a forjar los aspectos socioculturales, emocionales, intelectuales y lingüísticos, desde una perspectiva global, haciendo que el niño sea el principal protagonista del proceso de aprendizaje, y en el cual el maestro, más que ser un transmisor mecánico de los conocimientos planteados en los libros de texto, debe usar los sistemas pedagógicos y didácticos modernos para servir como un guía o soporte en el marco del proceso de enseñanza/aprendizaje, sin dejar de considerar que la inteligencia emocional es un medio que permite acercarse con mayor efectividad a la personalidad de cada uno de los niños, habida cuenta que cada niño tiene una personalidad única y un desarrollo individual.
¿Considera adecuada la inmersión lingüística de los niños/as latinos/as en las escuelas suecas? ¿qué les falta? ¿qué les sobra? según su criterio.
Toda integración tiene sus tropiezos y dificultades, sobre todo, cuando no se cuentan con los recursos adecuados ni el profesionalismo de los responsables. Aunque en Suecia se han logrado avances en la integración de los niños latinos, siguen existiendo algunas lagunas en torno a cómo desarrollar y mantener el bilingüismo activo en un medio lingüístico diglósico, donde la lengua sueca es la dominante. De modo que, a pesar de los esfuerzos tanto de los padres como de los profesores y entidades pertinentes, se sigue peleando por conservar el español como lengua materna entre los niños que proceden de hogares donde se habla de manera natural y cotidiana el idioma español. Sin embargo, las horas de enseñanza, dos o tres a la semana, son escasas y, en algunos de los casos, están ubicadas en horarios extraescolares; un hecho que dificulta la participación de todos los niños y el trabajo efectivo de los profesores.
¿Piensa usted que los contenidos lingüísticos, que los niños/as aprenden en la escuela, se pueden aplicar a la vida diaria?
Éste es un problema en el sistema educativo de manera general, porque mientras los libros de texto y los profesores usan códigos lingüísticos elaborados, los niños, en su gran mayoría, manejan un códigos lingüístico restringido, que refleja el entorno familiar y social del cual provienen. Por eso, durante el proceso de la lectura, no siempre les resulta fácil la comprensión de los textos elaborados por los tecnócratas de la educación. Por otro lado, los contenidos lingüísticos no siempre pueden aplicarse a la vida cotidiana, a no ser que se usaran métodos de enseñanza basados en la pedagogía de Freinet, Montessori, Leimar o Freire, entre otros, donde la enseñanza está basada en el idioma propio de los niños. Con todo, sigue siendo actual el concepto de crear una “escuela para la vida”, con conocimientos que el niño pueda usar en su vida concreta y en su futuro profesional.