La vida comienza…antes del nacimiento. Dentro del claustro materno el mundo es extremadamente complejo. Muy distinto del antiguo concepto de un feto desarrollándose y flotando tranquilamente en la oscuridad del líquido amniótico en donde se haya sumergido. Hoy se sabe que se mueve, percibe la luz, oye, chupa su dedo, traga, siente...
¿Qué pueden hacer papá y mamá?
· Desde la concepción el nuevo “ser” estar allí, presenciando y participando activamente.
· Hacer consciente la comunicación que existe en forma natural entre la madre y el feto, la mamá debe conversar con el alma del feto como lo hace con otras personas.
· El papá también debe conversar con el bebé y acariciar el estómago de la madre.
· Explicarle con palabras cualquier situación tensa emocionalmente que viva la madre, al bebé y desligarlo de culpas.
· Incluirlo en las decisiones importantes que tome la familia, comunicarle todo lo que se va a hacer en todos los casos. Ejemplo: “Si la mamá tiene que ir al médico, explicarle al bebé que no tiene nada que temer. Que todo saldrá bien..”
· Recordar que en todas las situaciones vividas lleva a alguien en su interior y que la menor circunstancia, que quizá pueda parecer sin gravedad al bebé puede reactivarle situaciones no resueltas.
· A la hora de que se aproxima el parto explicarle lo que va a pasar, que las contracciones son para ayudarlo a salir y no para expulsarlo. Si existe una buena comunicación, el parto será un trabajo en equipo.
· Además, que si la madre sufre algún acontecimiento de mucho dolor, recordar que el bebé está ahí, hacer participe al bebé contando el por qué de su estado de ánimo, si cae en depresión el bebé sentirá mucho abandono.
Pasos concretos!
Durante las primeras semanas del segundo trimestre es conveniente preparar una grabación con la voz de mamá y la voz de papá. Ambos deben empezar repitiendo el nombre del niño e identificándose.
· Algo así como: "Bebé, bebé, bebé, soy mamá", expresado con muy buena vocalización. Seguir con frases cálidas, positivas y afectivas como: "Te quiero mucho", "vas a ser un niño feliz y sano", "vas a ser inteligente y capaz".
· Repitiendo cada una tres veces. "Y ahora papá te va a hablar", "soy papá" y otras frases similares a las anteriores. Luego puede escogerse una canción de cuna y cantarla.
Continuar la grabación con otros cinco minutos de música clásica, procediendo primero a identificarla: "Ahora vas a oír...".
Usar la grabación en forma regular, todos los días, especialmente durante los dos últimos meses del embarazo. Colocar los audífonos del reproductor en la parte baja de cada lado del abdomen, al nivel de la línea del bikini.
Utilizar el mismo volumen que sea adecuado (para los mismos padres). Preferiblemente en las primeras horas de la noche.
Durante el tercer trimestre se debe continuarse con la rutina de la grabación a fin de seguir estimulando su audición.
· De la misma manera, se le puede enseñar que sus movimientos pueden tener una respuesta. Por ejemplo, si cuando patea se palmea suavemente el sitio del vientre donde se percibió repitiendo "patear, patear," se le está enseñando que con esta actividad el modifica el ambiente y obtiene una contestación. Así se desarrolla su atención y aprende a asociar la acción con la palabra, aún cuando no comprenda su significado.
· Apretar el abdomen firmemente, pero sin brusquedad, desde la cadera hacia el ombligo, repitiendo "apretar, apretar, apretar. Te estoy apretando".
· Frotar circularmente la piel del abdomen con la punta de los dedos, como si rascaras, repitiendo "frotar, frotar, frotar, te estoy frotando".
· Palmear suavemente el abdomen, primero de un lado y después del otro, de abajo hacia arriba diciéndole: "palmear, palmear, palmear. Te estoy palmeando".
· Pasar las manos sobre el abdomen de arriba hacia abajo diciendo: "acariciar, acariciar, acariciar. Te estoy acariciando".
· Hablar alto para que el feto oiga. Se ha observado que se mueve en respuesta a estas palabras. Y también que el feto reacciona al apretar, frotar, palmear o acariciar, aún cuando la madre no hable.
Ocasionalmente, algunas mujeres sienten contracciones con esta actividad. En ese caso, deben suspenderse los ejercicios y consultar al medico.
· Las delgadas paredes uterinas y del abdomen en los últimos meses del embarazo permiten el paso de la luz estimulando el sentido de la visión del feto. Colocar la luz de una linterna cerca de la parte baja del abdomen repitiendo: "luz, luz, luz". Al retirar la fuente luminosa repetir: "oscuro, oscuro, oscuro".
Desde el quinto mes del embarazo se recomienda a la mamá mecerse despacio en una mecedora, a un ritmo de veinte mecidas por minuto.
La frecuencia cardiaca se incrementa rápida y súbitamente en quince latidos o más por minuto dentro de los primeros cinco segundos después de percibido un estímulo. Por ejemplo, al sonar el teléfono, o el secador de pelo, o el timbre de la puerta. El feto puede oírlos y moverse en respuesta.
Pero los estímulos pueden aplicarse también en forma dirigida siguiendo un programa de estimulación prenatal. Lo deseable es obtener su atención de manera amorosa cuando esté despierto. Ya que duerme durante períodos de veinte a cuarenta minutos. Pero puede despertar sobresaltado por un ruido intenso. El bebé está más alerta desde las ocho de la noche hasta cerca de medianoche. Se muestra más atento y receptivo durante este periodo que en el resto del día. Es el mejor momento para disfrutar de la feliz sensación que produce conocer que el bebé tiene la capacidad de sentir y responder desde su oscuro y cerrado mundo en el interior del útero.
La vida comienza…antes del nacimiento. Dentro del claustro materno el mundo es extremadamente complejo. Muy distinto del antiguo concepto de un feto desarrollándose y flotando tranquilamente en la oscuridad del líquido amniótico en donde se haya sumergido. Hoy se sabe que se mueve, percibe la luz, oye, chupa su dedo, traga, siente...
“Cada bebé que nace es la decisión de Dios de que el mundo debe seguir adelante...”.