Cualquier lenguaje está organizado como una jerarquía de estructuras: discurso, frases, palabras, morfemas y fonemas. Cada nivel de jerarquía está gobernado por su propio sistema de reglas, como en el caso de las reglas fonológicas que especifican qué fonemas pueden y cuáles no pueden ir juntos en un lenguaje.
Componentes del lenguaje oral.
El lenguaje es un sistema complejo integrado por distintos módulos o componentes los cuales se pueden agrupar en formales (sintaxis, morfología y fonología) de contenido (semántico) y de uso (pragmático). Algunos autores integran además la prosodia o entonación que puede modificar el significado literal de las palabras, de las frases y del discurso. (Ver tabla).
Cualquier lenguaje está organizado como una jerarquía de estructuras: discurso, frases, palabras, morfemas y fonemas. Cada nivel de jerarquía está gobernado por su propio sistema de reglas, como en el caso de las reglas fonológicas que especifican qué fonemas pueden y cuáles no pueden ir juntos en un lenguaje.
Para lograr un desarrollo óptimo del lenguaje oral, es indispensable ampliar la base comunicativa hacia lo significativo y lo expresivo, buscando la coherencia entre todos los componentes del lenguaje.
Cada uno de ellos puede observarse en el desarrollo lingüístico del (la) niño(a), incluso, puede detectarse si cada uno de éstos siguió una evolución diferente dentro del proceso, así como si cada uno de los componentes está afectando a los otros o no. Por ejemplo se sabe que la sintaxis es un sistema de reglas que organiza las palabras en frases. Las frases son representadas mentalmente de dos modos: como estructura superficial, es decir, la secuencia de oraciones tal y como es leída o hablada, y la estructura profunda que se refiere más directamente al significado de las oraciones. La tarea del oyente es la comprensión de la estructura profunda a partir de los datos. Si se da la coherencia entre los diferentes componentes, la comprensión del mensaje será fácilmente lograda por el receptor. Es importante, además de útil evaluar la expresión oral y escrita constituida por los componentes del lenguaje y la forma como ellos se relacionan mutuamente dentro de situaciones comunicativas auténticas.
Componentes del lenguaje |
Formales | De contenido | De Uso | Prosodia |
SintaxisMorfologíaFonología | Semántica | Pragmática | Entonación |
Fuenete:Acosta, V. y Moreno, A. (1999) |
Para una mejor identificación y caracterización de cada uno de estos componentes, se hace referencia a cada uno de ellos por separado, aún cuando dentro del proceso de comunicación se interrelacionen y complementen.
Sintaxis:
Para Hernández, A y Ortiz, R. (2002), la sintaxis se concentra en el orden de la colocación de las palabras y en las reglas que determinan su relación con otros elementos de la oración.
Es la parte de la gramática que describe las estructuras del lenguaje e incluye reglas para combinar palabras en la formación de frases (la frase es la unidad más pequeña a la que se pueden aplicar los conceptos de verdad o falsedad).
Es fundamental su uso, para un eficaz enlazamiento y ordenamiento de las palabras en la oración y de éstas dentro de un párrafo.
Dockrell, J. y McShine, J. (1997), la explican como un conjunto de principios que determinan cómo se pueden combinar las palabras de una forma gramatical.
La importancia de la sintaxis en la comunicación se basa en que orienta la construcción adecuada de las oraciones, dando como resultado una expresión oral coherente. En términos simplificados, la sintaxis es el orden y la estructura de las palabras y frases dentro de la gramática. Incluye el dominio de las relaciones entre las palabras dentro de las oraciones y de cómo expresar estas relaciones. Cada elemento sintáctico constituye una unidad funcional. Así, que no es suficiente que el niño o la niña conozcan los significados individuales expresados en “delfín”, “niña”, “jugar”, sino también que sepa asociar estos significados a su función dentro de la oración.
Morfología:
Santiuste, V y Beltrán. J (1998), señalan que la morfología se dedica al estudio de las unidades más pequeñas del lenguaje que tienen sentido así como las reglas que determinan la estructura de las palabras y de sus formas variadas.
Para Escoriza, J. (1999), es aquella parte de la gramática que proporciona reglas para combinar morfemas en palabras. Un morfema es la unidad lingüística más pequeña con significado propio.
También se refiere a la estructura de las palabras, las cuales se pueden descomponer en partes más pequeñas denominadas afijos: prefijos y sufijos. Como lo indica su nombre, la morfología se encarga de estudiar la estructura interna de las palabras desde la perspectiva de sus formas.
Es válido rescatar que el componente morfológico genera formas “palabras” para el componente sintáctico.
Fonología:
Según Nieto, M. (1994), el origen de esta función se ubica desde el estadio sensorio motriz, cuando el bebé succiona, deglute, eructa, llora, grita y emite sonidos. Todo este incipiente sistema de sonidos permito ejercitar los órganos que intervienen en la articulación de los fonemas (lengua, labios, paladar, mandíbula, entre otros).
Para Acosta, V. y. y Moreno, A. (1999), la fonología se interesa por el estudio de la organización de los sonidos en un sistema valiéndose de sus caracteres articulatorios y de la distribución o suma de los contextos en que pueden aparecer. Lo que indica que la fonología intenta entender la influencia que los sonidos tienen unos sobre otros, dando sentido a los datos fonéticos y analizando elementos que permitan reconocer el mismo sonido.
Para terminar se recuerda que la fonología se distingue de la fonética, porque esta última estudia la sustancia de los sonidos, es decir la pronunciación de los sonidos.
Semántica:
Para Valverde, H. (1997), la semántica se refiere al significado del lenguaje, y ésta se encarga de la integración del concepto verbal.
Santiuste, V. y Beltrán, J. (1998), afirman que la semántica analiza el contenido o significado de las palabras. Este aspecto se ve ampliamente influido por las interacciones sociales del niño así como por las características culturales del medio.
Según Acosta, V. y Moreno, A. (1999), el estudio de la semántica se centra en el significado de la palabras y de las combinaciones de palabras.
De aquí se concluye que la semántica es “lo que tiene significado”, su finalidad es establecer el significado de los signos y su influencia en lo que la gente hace y dice. Es el que se relaciona por tanto con el significado e incluye el conocimiento de las categorías conceptuales del lenguaje, de las palabras y expresiones (léxico).
Entonación:
Cruz, L. (2000), define la entonación como las variaciones del tono o altura tonal de la voz cuando se habla. Estas variaciones se dan en las palabras, en las frases y en las oraciones y son muy significativas en el lenguaje cotidiano, por cuanto abarcan las cuestiones relacionadas que afectan la articulación melódica del texto en forma ascendente o descendente y también el acento.
Pragmática:
La pragmática estudia el funcionamiento del lenguaje en contextos sociales, situacionales y comunicativos, es decir, analiza las reglas que explican o regulan el uso intencional del lenguaje, teniendo en cuenta que se de trata de un sistema social que dispone de normas para su correcta utilización en contextos correctos.
Este componente reviste una especial importancia, pues sin él se limitaría la funcionalidad del lenguaje. Hernández, AL. y Ortiz, R. (2002), la conceptualizan como una encrucijada entre el lenguaje como sistema y las metas e intenciones de la comunicación humana. Esto porque el desarrollo de las habilidades pragmáticas comienza antes del uso del lenguaje propiamente dicho. La perspectiva pragmática plantea que, además de la adquisición por parte del niño (a) del léxico y de las reglas estructurales del lenguaje, ellos aprenden, a nivel implícito, otro conjunto de reglas referidas al momento apropiado para expresar determinados actos de habla, para permanecer en silencio, para emplear un determinado nivel (culto, popular) y registro de habla (formal, informal, familiar, coloquial). En síntesis, dominar un lenguaje es, entre otras cosas, manejar los componentes semánticos, sintácticos, fonológicos y pragmáticos de su sistema y relacionarlos mutuamente.