En una gran generalidad la dislexia va unida a otros problemas, como la disgrafía, las dificultades en el trazado correcto de las letras, en el paralelismo de las líneas, en el tamaño de las letras, en la presión de la escritura; y en fases posteriores aparece la disortografía, dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía, desde las que se llaman de ortografía natural a las del nivel más complejo.
Dificultades que acompañan a la Dislexia.
En una gran generalidad la dislexia va unida a otros problemas, como la disgrafía, las dificultades en el trazado correcto de las letras, en el paralelismo de las líneas, en el tamaño de las letras, en la presión de la escritura; y en fases posteriores aparece la disortografía, dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía, desde las que se llaman de ortografía natural a las del nivel más complejo.
En ocasiones también se une a dificultades de pronunciación, con mayor incidencia en la dificultad de pronunciación de palabras nuevas, largas o que contengan combinaciones de letras del tipo de las que le producen dificultades en la lectura.
Una característica relevante en estos niños son los problemas de falta de atención o déficit de atención. Debido al esfuerzo intelectual que tienen que realizar para superar sus dificultades perceptivas especificas, suelen presentar un alto grado de fatiga, lo cual produce una atención inestable y poco continuada. Razón por la cual el aprendizaje de la escritura y la lectura, les parecen aburridos y poco motivadores. Además se pueden sumar en algunos casos desinterés por el estudio e inadaptación personal.
Características:
Retraso en el aprendizaje de la lecto-escritura. Lentitud, tendencia al deletreo, escasa comprensión lectora debido a la falta de ritmo y ausencia de puntuación.
Conforme avanzan los años, los problemas se agudizan; ya que el grado (nivel) académico le va a exigir más al estudiante.
Signos más evidentes:
De acuerdo con los criterios de la
Asociación Británica de Dislexia y otros estudios recientes, los signos que pueden tener (algunos de ellos, no necesariamente todos) los niños y niñas con dislexia, según la edad serían los siguientes:
1. En la escritura podemos ver desde una caligrafía inconsistente e irregular, o excesivas faltas de ortografía, hasta inversiones de letras (escritura en espejo: "sol" en vez de "los"), omisiones de letras o sílabas ("pueta" en vez de "puerta") o fragmentaciones indebidas (palabras que aparecen cortadas o unidas a otras palabras).
2. En la lectura se constatan generalmente cuando leen en voz alta. Suele ocurrir que leen de forma entrecortada, inventan el final de algunas palabras y pronuncian mal otras. No comprender lo que leen provoca en los disléxicos distracción, falta de esfuerzo, hiperactividad, bajo rendimiento académico o baja autoestima.
Niños y niñas de edad preescolar:
· Historia familiar de problemas disléxicos (padres, hermanos u otros familiares).
· Retraso en aprender a hablar con claridad.
· Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejen por su fonética.
· Falta de habilidad para recordar el nombre de series de cosas, por ejemplo los colores.
· Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial.
· Alternancia de días "buenos" y "malos" en el trabajo escolar, sin razón aparente.
· Aptitud para la construcción y los objetos y juguetes "técnicos" (mayor habilidad manual que lingüística, que aparecerá típicamente en las pruebas de inteligencia), juegos de bloques, legos, rompecabezas, entre otros.
· Dificultad para aprender las rimas típicas del preescolar.
· Dificultades con las palabras rimadas.
· Dificultades con las secuencias.
Niños y niñas entre los 6 y 9 años:
· Particular dificultad para aprender a leer y escribir.
· Persistente tendencia a escribir los números en espejo u orientación inadecuada.
· Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
· Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para retener secuencias, como por ejemplo los días de la semana, los dedos de la mano o los meses del año.
· Falta de atención y de concentración.
· Frustración, posible inicio de problemas de conducta.
Niños y niñas entre los 9 y los 12 años:
· Continuos errores en lectura, lagunas en comprensión lectora.
· Forma extraña de escribir, por ejemplo, con omisiones de letras o alteraciones del orden de las mismas.
· Desorganización en la casa y en la escuela.
· Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno.
· Dificultad para seguir instrucciones orales.
· Aumento de la falta de auto confianza y aumento de la frustración.
· Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso.
· Problemas conductuales: impulsividad, corto margen de atención (desatención) e inmadurez.
Niños y niñas de 12 años en adelante:
· Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensible.
· Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos, a veces permanencia de las omisiones, alteraciones y adiciones de la etapa anterior.
· Dificultad para planificar y para redactar relatos y composiciones escritas en general.
· Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono.
· Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
· Baja auto-estima.
· Dificultad en la percepción de lenguaje, por ejemplo en seguir instrucciones.
· Baja comprensión lectora.
· Aparición de conductas disruptivas o de inhibición progresiva. A veces hasta el punto de depresión.
· Aversión a la lectura y a la escritura.
Muchos famosos considerados genios han sido disléxicos. Entre ellos encontramos científicos como Albert Einstein o Thomas Edison, artistas como Leonardo Da Vinci o Walt Disney. Y, como se cree a menudo, no fueron genios superando su incapacidad sino gracias a ella. Así podemos empezar a considerar la dislexia como un
don o un talento innato que se manifiesta en mayor o menor grado en las personas. Normalmente no se considera la dislexia como un don sino más bien como un problema (dificultad de aprendizaje), pero de nuestro cambio de paradigma (mentalidad) dependerán nuestros hijos, estudiantes, pacientes. Algunas de las razones que permiten ver la
dislexia como algo positivo son:
· El
pensamiento en imágenes de un disléxico, como dice Ron Davis en su libro El don de la dislexia, es de 400 a 2000 veces más rápido que el pensamiento verbal y además es mucho más completo, profundo y amplio debido a que una imagen se ajusta mejor a lo que una palabra quiere expresar o significar.
· Una persona con pensamiento visual será capaz de
dominar muchas habilidades, más rápidamente de lo que pudiera comprender o entender otra persona con pensamiento verbal, cuando el aprendizaje es presentado de forma experimental. Por eso muchos adultos disléxicos en su vida profesional se dedican a trabajos que requieren capacidad espacial, como arquitectura, diseño, escultura... pues son capaces de visualizar lo que han de hacer incluso antes de empezar a hacerlo.
· Pueden ser mucho
más intuitivos que otras personas, debido a que la rapidez de sus imágenes mentales hace que no sean conscientes de todo el proceso mental que elaboran, pero en cambio, saben la respuesta o resultado del proceso. Por ejemplo, las personas "visuales" pueden saber las respuestas de los problemas matemáticos sin utilizar lápiz ni papel: resuelven los problemas sin preocuparse de los pasos convencionales a seguir. En realidad se trata de una forma sumamente desarrollada de razonamiento. La teoría de la relatividad de Einstein le llegó como una intuición: para él era un concepto simple, para una persona normal es casi incomprensible.
· Son
más curiosos que la mayoría de las personas debido a que su pensamiento usa todos los sentidos para conocer su entorno y va mucho más rápido que el pensamiento de otras personas.
· Todas estas habilidades, si no son inhibidas externamente, pueden dar como resultado una inteligencia más alta de lo normal y una extraordinaria capacidad creativa. Tener dislexia no convierte automáticamente a alguien en un genio, pero es bueno para su autoestima saber que su mente funciona de la misma manera que la de algunos genios.
Características generales más relevantes:
· Tarda mucho en hacer los deberes.
· En una hora de trabajo rinde 10 minutos.
· Tiene una pobre comprensión lectora.
· Prefiere leer en voz alta para entender.
· Inventa palabras al leer.
· Su velocidad lectora es inadecuada para su edad.
· Tiene mala ortografía o caligrafía.
· Parece vago y hasta inmaduro, aunque es inteligente.
· Más habilidad para exámenes orales que escritos.
· Es imaginativo e incluso creativo.
· Le cuesta prestar atención: parece hiperactivo o soñador.
· No controla el transcurso del tiempo.
· Baja autoestima.
· Tiene poca coordinación motriz y falta de equilibrio.
· No le gusta la escuela, leer, escribir...
· Le cuesta recordar las tablas de multiplicar, aunque parezca que las conoce.
· Aprende mejor haciendo cosas con las manos, a través de experiencias y con ayudas visuales.
¿Cómo ayudar a nuestros hijos e hijas?
El cambio de mentalidad por parte de profesionales, padres y docentes, es un primer paso para entender a nuestros hijos (as) con dislexia pero, mientras tanto, ellos necesitan ayuda urgente. En este caso la ayuda consiste en enseñar ciertas herramientas de autocontrol y una metodología complementaria de aprendizaje, orientada a generar las imágenes que antes no podía. Se trata de encauzar y potenciar su imaginación de forma positiva, incorporando estas herramientas específicas que poco a poco se convierten en hábitos. Con ellas puede traducir cualquier información verbal a su modo de procesar la información en imágenes. Con ellas puede controlar su imaginación para que no distorsione su percepción. En una palabra, con ellas estará en condiciones de aprender dentro del sistema pedagógico verbal (convencional).
La principal dificultad para detectar la dislexia es que sus síntomas aparecen en distinto grado en la mayoría de los niños. La alarma debe saltar cuando se presentan al mismo tiempo siete de sus manifestaciones. Existen algunas características que pueden o deben ser más preocupantes que otras, y son las referidas a la comprensión lectora, falta de atención y concentración, inversiones u omisiones en la escritura... En todo caso, esto depende en mayor o menor grado de la edad cronológica y madurativa del niño (a). En este aspecto son los propios especialistas los que deben determinar cuál es el nivel de nuestro hijo (a), teniendo como referencia el nivel medio de aprendizajes de los niños según su grupo de edad. En ese caso, es aconsejable realizar una evaluación personal e individualizada.
Intervención terapéutica.
Se hablaba mucho de reforzar el área de lateralidad, orientación espacial, grafomotricidad, orientación temporal y seriaciones. Empero, los últimos descubrimientos en el campo, consideran necesario además el "sobreaprendizaje". Volver a aprender la lectoescritura, pero adecuando el ritmo a las posibilidades del niño (a), trabajando con técnicas lecto-escritoras en forma agradables y útiles para el niño, propiciando el éxito, en lugar del fracaso que está acostumbrado a cosechar.
El niño (a) disléxico debe estar en un aula regular y recibir el tratamiento y apoyo profesional durante horas extracurriculares, recibiendo así las lecciones ordinarias con los otros estudiantes.
Conclusiones:
Es recomendable la preparación del personal docente de todas las escuelas y colegios, sobre las diversas necesidades educativas especiales, incluyendo la dislexia. Máximo si en el centro educativo existe algún caso específico. Además es fundamental, una correcta aplicación de las “adecuaciones curriculares”, en los casos pertinentes.
Todo profesional de la educación, sin importar el nivel desde inicial hasta adulta, debería saber algo sobre dislexia y tener en cuenta estas recomendaciones en la medida de lo posible. Es de suma importancia la preparación de todos los docentes de manera que puedan reconocer las características y remitir al estudiante a un especialista en lenguaje escrito (Terapeuta de Lenguaje), para ser evaluado y recibir la ayuda específica lo más pronto posible. Puesto que el estudiante requerirá de todo el apoyo necesario por parte de sus docentes ordinarios.
La dislexia es fácil de reconocer o por lo menos de sospechar si las personas que rodean al niño conocen las características. En nuestro país este tipo de características son obviadas por completo (en muchos casos).
Sin embargo, últimamente estamos pasando de un extremo a otro, se obvian por completo las características; o cualquier niño (a) que presente alguna dificultad lecto- escritora se diagnóstica con dislexia (diagnóstico inadecuado) y peor aún, recibe una intervención que no contribuye para nada en su mejoría (atenuar los síntomas).
La identificación temprana de la situación y el tratamiento eficaz y continuo ayudan al estudiante a superar esta barrera y a llevar una vida normal. El concepto no es comenzar a etiquetar niños como disléxicos. Lo que se requiere son métodos discriminatorios para satisfacer las necesidades de educación especial de estos estudiantes.
Debido a la gran importancia de la detección precoz, antes de que se generen problemas de personalidad. En lugar de ignorar las dificultades; o atribuirlas a descuido, desatención, falta de interés o de madurez, se recomienda la remisión inmediata hacia el especialista en lenguaje (Terapeuta de Lenguaje), con el fin de descartar problemas de dislexia. Para que pueda ser evaluado y diagnosticado correctamente.
El especialista en evaluar y diagnosticar en forma correcta los problemas del lenguaje oral y / o escrito, es el Terapeuta del Lenguaje (Logopeda), ya que la logopedia es la disciplina científica del área de la salud que se encarga de estudiar la comunicación humana y sus desórdenes a nivel del lenguaje, habla – voz y audición, abordando desde la prevención, evaluación, diagnóstico e intervención del proceso comunicativo tanto en niños, jóvenes, adultos y ancianos. El especialista en lenguaje (logopedia) está en capacidad de trabajar en:
· Prevención, recuperación y rehabilitación de los trastornos de la comunicación humana conectadas a las áreas de voz, habla, lenguaje (oral y escrito), dificultades en el aprendizaje sistemático relacionado con las alteraciones del lenguaje y la audición.
· Detección y diagnóstico logopédico.
· Reeducación de Patologías vocales, previo diagnóstico y control médico periódico.
· Asesoramiento a docentes sobre trastornos de voz, habla, audición y lenguaje.
· Rehabilitación de problemas articulatorios en cuadros específicos y relacionados a trastornos neurológicos.
· Prevención en deficiencias anátomo-funcionales que generan discapacidades en la comunicación.
· Cooperar con otras disciplinas en dificultades respiratorias por vicios o malos hábitos tales como la respiración bucal, deglución atípica, corregir posición bucal y automatización de praxias linguales y labiales.
El profesional en lenguaje (logopeda), constituye un agente de salud, cuya formación se delimita en un marco eminentemente humanístico puesto al servicio de la comunidad mediante una sólida formación intelectual y académica que le permite recuperar, con verdadero espíritu solidario y solvencia profesional, a aquellos que así lo demanden.
¡Con pequeños pasos, grandes avances…!
Referencias
·Aprendiendo a escribir., Teberoscky, A. (1992) Barcelona: ICE. HORSORI.
·DISLEXIA. Vicente Oltra Abarca, Alicante, Islas Canarias, World Wide Web, 1999.
·DISLEXIA, EL PROBLEMA DE LA DIFICULTAD PARA LEER. (Otras informaciones ilegibles en la copia del material).
·DISLEXIA., Janeth Martínez y Teresa de Castro, Rep. Dominicana, 1999.
·DISLEXIA y Dificultades de Aprendizaje. Asociación de Padres de Niños con Dislexia y otras Dificultades. España, 1995.
·Don de la Dislexia. Ronald D. Davis. México, 1994.
·La Dislexia., Fernanda Baroja, Ana Mª Llopiz y Carmen P. de Riesgo, España, 1998.
·Lenguaje y Dislexias. Enfoque Cognitivo del Retardo Lector. Luis Bravo V. México, 1999.
·Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño., Ferreiro, E; Teberoscky, A. México: Ed. Siglo XXI.
Psicogénesis de la lecto-escritura. Méndez, L; Tachini, E. (1998). Tomo 2.Argentina: Editorial Vocación Docente.
·Psicología de la Lectura. Fernando Cuetos V. España, 2002.
·Psicología de la Escritura. Fernando Cuetos V. España, 2002.