¿Por qué es necesaria una revisión de la Audiología moderna?
La audiología es la ciencia que ciencia que estudia los problemas de la acústica física relacionados con la audición... Si esto fuera únicamente así sería una visión parcial de la audiología que no nos permitirá profundizar en los verdaderos motivos que no permiten una mejora protésica en niños sordos.
Esta actualización audiológica que pretendo tiene la voluntad de resolver este tipo de cuestiones e interrogantes que no nos permiten avanzar en la mejora protésica a pesar que disponemos de mejores herramientas para activar estrategias audiológicas globales.
La audiología moderna nos encamina a considerar otras serie de propuestas como:
- Participación social
- Acceso a la comunicación
- Participación familiar
Cabe distinguir lo que denomino aspectos de Audiología como la Audiología médica o para médica como definición no estrictamente exacta y la correspondiente a la intervención con el medio: Audiología social.
En la primera existen dos vertientes, una de ella clínica que permite valorar la Capacidad Audiológica, pertenece el término a Deficiencia Auditiva, y la situamos dentro de una definición desde la etiología.
Frente a Capacidad auditiva definida como puramente referida a la dificultad de audición, término físico, y no de percepción del lenguaje.
Por otro lado existe la Audiología Protésica o Audioprótesis que es aquella que permite la valoración de la capacidad auditiva. Sordera entendida de manera inequívoca a la realización de la adaptación audioprótesica, donde intervienen diversos factores tanto médicos, etiológicos, psicológicos y pedagógicos.
Los diversos métodos o filosofía de adaptación y programación electroacústica deberán tener en cuenta aquellas patologías de origen prelocutivas, es decir que no han tenido referentes o patrones auditivos, el aprendizaje auditivo, la habilitación auditiva se realiza de una forma específicamente forzada o no natural. Mientras en las diferentes formas de las sorderas postlocutivas con patrones auditivos y memora auditiva establecida debe diferenciarse en modelos más subjetivos correspondiendo a análisis del habla de forma personal .
Por otro lado en el ejercicio de esta revisión figura la Audiología social que comprenderá como mínimo de tres diferenciaciones básicas.
En primer lugar la de carácter psicosocial que corresponde a las habilidades personales e individuales de cada niño, como capacidad intelectual, personalidad.
A la vez las habilidades personales que correspondan de cómo las manejan situaciones de su sordera.
Ante esta -disyuntiva- según entidades que han pretendido una normalización de las acepciones que aplicamos en el niños nos llevaría a diferenciar los términos Deficiencia, Discapacidad y Minusvalía. Refiriéndose en primer lugar a la enfermedad como tal anomalía en el órgano auditivo. Discapacidad, aquello que ocasiona dicha anomalía, y que será diferente según las capacidades personales que presenté anteriormente, corresponde a la dificultad de integración del lenguaje y a su vez a la normalización social. Minusvalía es el grado de dicha deficiencia o discapacidad
A su vez el medio social que le corresponda, según sea: medio urbano, interurbano, rural va a influir de manera, supuestamente o previsiblemente importante al no tener los mismos medios tecnológicos y educativos al alcance, donde la interacción social de el niño sordo comprenderá el acceso social a través de los medios comunicativos cada día más desarrollados que permiten el acceso a la comunicación de niños sordos con oyentes en condiciones de reciprocidad. En cuanto a la aportación que la audiología realiza en el medio educativo la valoración de las aulas ejercen una importancia esencial en el desarrollo de la comprensión verbal de el niño con cualquier tipo de discapacidad auditiva o déficit de atención. Bucles magnéticos y las emisoras de Frecuencia Modulada (FM) intervienen de forma importante para resolver los efectos de la distancia, reverberación de aulas y ruido de fondo atribuido a los aspectos constructivos como a los ejercidos por los propios niños.
La participación de la familia es una pretenciosa manida- retórica usada. En la que pretendemos participar en sus áreas teóricas pero nunca pragmáticas en cualquier o casi todos los tipos de habilitación del niños sordo.
La interacción que el niño consiga con el medio social en cualquiera de sus formas va a determinar el grado de participación social y a la vez normalización personal como persona sorda activa socialmente . Hoy en día los niños y jóvenes sordos participan recíprocamente en igualdad de condiciones a través de alternativas de comunicación como SMS, chat , etc.
Tan sólo nos queda facilitarle, educativamente, las necesidades, recursos e información que le son restringidas a causa de, únicamente y exclusivamente las derivadas de la falta de audición.