Las Rimas con Movimiento® sirven para mejorar la motricidad, la integración sensorial, aspectos conductuales, emocionales y cognitivos. Y por supuesto, todas apoyan el desarrollo del lenguaje, aunque hay determinadas que están diseñadas especialmente para prevenir o resolver aspectos específicos del lenguaje y el habla.
En este artículo vamos a hacer un acercamiento al método para tratar las dificultades del habla en niños a través de las Rimas con Movimiento®.
Para eso primero vamos a ver qué son las Rimas[1].
Las Rimas con Movimiento® son textos rítmicos y rimados que se dicen acompañados de gestos de manos o de todo el cuerpo. Según la combinación sonora, el ritmo, los movimientos y el contenido tienen distintos efectos y utilidad.
Todas sirven para mejorar la motricidad, la integración sensorial, aspectos conductuales, emocionales y cognitivos. Y por supuesto, todas apoyan el desarrollo del lenguaje, aunque hay determinadas que están diseñadas especialmente para prevenir o resolver aspectos específicos del lenguaje y el habla.
Hay una serie específica para la disfemia, otra para el rotacismo, otra para el sigmatismo, otra para el sellado labial, para la deglución atípica… y varias enfocadas a activar el lenguaje en niños con retraso severo o del espectro autista.
Las Rimas con Movimiento® están indicadas para niños de 0 a 9 años, ya que tienen un formato alegre y divertido. Y lejos de ser ejercicios mecánicos, repetitivos y aburridos, los niños las viven como un juego.
Lo que más puede sorprenderte cuando las utilizas por primera vez es como con algo tan simple en apariencia, consigues mejoras sorprendentemente rápidas y creas un ambiente amable y relajado.
Digo «aparentemente simples» porque detrás hay una gran ingeniería y conocimiento del efecto de cada sonido a nivel físico, emocional y mental, así como del efecto de cada movimiento que acompaña cada fonema.
La base es el Arte de la Palabra (Sprachgestaltung del austríaco Rudolf Steiner). De ahí sale qué combinación de sonidos son la clave para cada dificultad, así como que movimientos de la mano facilitan la producción de cada fonema.
Con mi propia investigación fuí afinando aún más esas pautas que dió Rudolf Steiner y de ahí desarrollé una metodología propia: las Rimas con Movimiento® unidas a la forma de abordar la intervención logopédica con niños.
Estos son algunos de los conceptos fundamentales de este método:
El tratamiento de problemas del lenguaje con Rimas con Movimiento® está basado en el concepto de «desarrollo natural» del ser humano, que tiene dos ejes:
Trabajamos sobre la base de que el movimiento facilita la producción del habla y, a su vez, el habla facilita el desarrollo de aspectos cognitivos.
Por eso la estimulación motriz se realiza de forma muy consciente, confiando en que esta va a ir despertando el habla y está despertará otras facultades.
Otra premisa para despertar el habla del niño es que reciba un modelo impecable del adulto (ya sea familia o logopeda).
En este método partimos de la premisa de que cada fonema cumple una función. No tratamos solo de mejorar el lenguaje, sino que el propio lenguaje y sus diversos sonidos sea el principal estimulador.
Las Rimas están compuestas de combinaciones específicas de fonemas o repeticiones de un mismo fonema. Van integrados de forma orgánica en frases simples, rítmicas y rimadas que acompañamos con gestos concretos que facilitan la producción de dichos fonemas.
Según el objetivo de trabajo escogemos una Rima que contenga predominio de un fonema o grupo de fonemas.
Por ejemplo el fonema /p/ facilita el sellado labial, y más si va acompañado de movimientos de pinza (un ejemplo perfecto de esto es El pollito)[2].
En cambio hay otra Rima, que se llama Los delfines, que tiene abundantes fonemas/l/, /d/, /t/ y /n/ que se hacen acompañados de unos movimientos de manos que la hacen sumamente útil para corregir la postura de la lengua o activarla para ciertas dislalias (por ejemplo en la fase 1 del rotacismo).
Y para la disfemia utilizamos Rimas con abundantes /l/, ya que es un fonema que aporta fluidez.
En este método no utilizamos tecnología ni aparatología externa; como mucho pelotas o barras, si la Rima lo requiere.
Somos nosotros, los terapeutas, nuestras manos y nuestra voz el medio a través del cual el niño accede a los diferentes aprendizajes. Esto sucede porque el niño nos imita o porque realizamos sobre él distintas acciones pasivas (mecerle, masajearle o moverle mientras recita la Rima.
No les forzamos a repetir ni les corregimos directamente, sino que confiamos en las neuronas espejo y en la ley de resonancia. Nos centramos en ofrecer un modelo óptimo de forma continua, paciente y amorosa.
Antes de los 7 años es mejor que los niños no tomen conciencia de su problema, ya que corremos peligro de que fijen el problema.
Así como de adultos tomar conciencia nos ayuda a resolverlos, en el caso de los niños les afecta su autoestima y no aporta nada positivo. Por eso todo mi método está basado en ayudar a los niños a resolver su problema sin hurgar en la herida, y sin que apenas se den cuenta de que están en una sesión terapéutica.
Por ejemplo, en el rotacismo nos centramos en activar la lengua con fonemas que el niño sí puede hacer, en vez de exigirle la /r/ de forma directa.
Además de hacer Rimas del estilo Los delfines, añadimos Rimas con las que el niño recibe la vibración de la /r/ a través del adulto, como un regalo.
Este modelo de sesión de logopedia infantil lo llamamos «viaje fantástico». Consiste en inventar una historia para el niño en las que enlazamos con sentido las distintas Rimas y dinámicas de la sesión.
Los niños se ven envueltos en un mundo imaginativo y fantástico; se transforman en los protagonistas de una historia.
Esto nos permite incluir Rimas y también sonidos sueltos y movimientos, siempre contextualizados. El viaje fantástico tiene una estructura concreta que permite pasar por distintas experiencias sensoriales. Y es circular, para repetir las dinámicas sin que se tornen mecánicas.
Por ejemplo, en vez de decir «venga, ahora hacemos las Rima de Los delfines», esta Rima aparecería como parte de una historia, en la que hemos ido en tren hasta el puerto, ahí tomamos un barco, y de repente, entre las olas aparecieron diez delfines…
Añadir los sonidos del tren, de las olas, del viento, el balanceo del barco, el traqueteo del tren… permite una estimulación sensorial y motriz muy potente. Además, trabajamos memoria, atención, audición, sentido vestibular, comunicación y conexión, conciencia fonológica, vocabulario, palabras, sílabas, fonemas sueltos, etc. y todo integrado en una historia que puede ser de 10 minutos o todo lo larga que sea tu sesión.
Sin duda alguna se trata de un método que requiere un cambio de paradigma.
Los miles de logopedas y fonoaudiólogas que han hecho el cambio a este nuevo enfoque a lo largo de los más de 20 años que llevo perfeccionándolo, reportan que significó un antes y un después para ellos. Y que ahora disfrutan mucho más en la consulta y los niños también, que el ambiente es alegre, sin presión ni tensión y para su sorpresa, más efectivo, ya que en el minuto que dura una Rima se trabajan de forma simultánea una gran variedad de aspectos, sin darse cuenta y sin agobios.
En esta página tienes El pollito y Los delfines, las dos Rimas a las que me he referido en el artículo y 9 más que puedes utilizar desde ahora en tu consulta:
https://tamarachubarovsky.com/11-rimas-con-movimiento-multiusos/
Referencias
[1] Cuando escribo Rimas (con mayúscula) me estoy refiriendo a las Rimas con movimiento® de mi autoría, para diferenciarla de otras rimas de tradición popular.
[2] Al final del artículo te dejo un enlace con todas estas Rimas con movimiento®.