Beatriz López Quintanar | 1/06/2024

Elena Aguilar sostiene que una emoción es la principal vía que tiene nuestro cuerpo y mente para enviarnos señales acerca de nuestras necesidades. Las emociones nos dan información y, por lo tanto, el primer cambio importante que tenemos que hacer es verlas como nuestras aliadas: cada vez que percibimos una emoción, ella nos está diciendo si nuestras necesidades están siendo atendidas o no.

En 1960 Mardhall Rosenberg, partiendo de las ideas de Maslow, se basó en las relaciones sociales y creó un modelo de resolución no violenta de conflictos llamado “comunicación No Violenta” (CNV). CNV se basa en la creencia de que todos los seres humanos tienen la capacidad de ser empáticos y compasivos, pero, que, a la vez, pueden recurrir a la violencia si no encuentran mejores estrategias para satisfacer sus necesidades.

Casos prácticos ¿cómo gestionar las emociones ante esas situaciones?

-Validar emociones.

-Acompañamiento conductual positivo.

-RNV (Resolución No violenta).

- Estrategias y estilos de comunicación.

Identificar a las personas adultas de referencia de cada estudiante. Reunir o llamar a los tutores y realizarles la pregunta:

¿Qué es lo más importante que debo saber sobre el estudiante?

¿Cómo nos comunicaremos? ¿Con qué frecuencia?

¿Qué debería pedirles a los referentes que hagan?

¿Qué recomendaciones directrices debo proporcionarles al principio? ¿Qué recursos y herramientas debo proporcionarles en todo momento?

¿Cómo los apoyo? ¿Cómo los animo y los mantengo motivados?

Respeto a través de la diferencia: Los intercambios respetuosos se caracterizan por la escucha genuina de lo que cada persona dice y por tomar esas perspectivas en cuenta para acciones posteriores, cuando hay desacuerdos, los individuos pueden sentirse valorados si los demás respetan sus opiniones.

Un trato personal, confiamos en los demás cuando sentimos que están dispuestos a extenderse más allá de los requisitos formales, las responsabilidades y las funciones de un rol; confiamos en las personas a las que nos sentimos aliadas, y creamos ese vínculo.

No sólo debemos comunicarnos con las familias para “dar malas noticias” o comunicar retos. Desde Logopedia Beatriz López Quintanar sostenemos la práctica “llamando a casa” para comunicarle a las familias los reconocimientos y progresos de sus hijos e hijas, es una buena forma de crear confianza y establecer alianzas con las familias.

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