Poco a poco se están retomando las actividades que el COVID-19 nos obligó a frenar. Antes de acudir a terapia es importante asegurarse de contar con las medidas de protección (gel antibacterial, mascarillas, guantes, sanitizantes, etc), mantener ventilado y limpio el lugar de trabajo, así como uso de mascarilla y guantes.
De alguna manera la pandemia del COVID-19 nos obligó a detener casi por completo muchas actividades. Personas que estaban en algún tratamiento logopédico, niños con diversas dificultades de aprendizaje, con Trastorno del Espectro Autista, etc. También se vieron obligados a detener su rehabilitación, o en el mejor de los casos, los pacientes continuaron su proceso por medio de teleterapias y con ayuda de los padres en casa.
Poco a poco en la mayoría de los países se están retomando las actividades, pero ¿qué sigue después de la pandemia?
Los profesionales de la salud:
Los pacientes:
Habrá que tomar en cuenta que cada caso es diferente, por ejemplo, en niños con TEA pueden presentarse conductas repetitivas, disruptivas o problemas de conducta, así como irritabilidad o ansiedad, por lo que quizás resulte difícil para ellos guardar las medidas de seguridad. Quizás habrá casos en los que además de la terapia logopédica también se requiera de terapia psicológica para ayudarles a comprender todos los cambios sucedidos durante y después de la pandemia.