El envejecimiento cognitivo es considerado un proceso normal que tiene lugar con el paso de los años y que produce una pérdida en la eficacia del proceso de las operaciones mientras que mantiene los contenidos o conocimientos.
Con el incremento de la edad aparecen cambios cognitivos, motrices y sociales que dificultan la comunicación y el lenguaje. Durante los primeros años de vida el desarrollo del lenguaje se caracteriza por un incremento de las capacidades comunicativas y lingüísticas, en la vejez se produce un incremento en el conocimiento semántico, pero al mismo tiempo aparecen dificultades de acceso léxico, de procesamiento sintáctico y de organización del discurso, lo que sin duda tiene consecuencias sobre su calidad de vida.
La vejez no es una patología, pero sí es un ciclo vital en que el deterioro biológico y cognitivo es un factor importante.
El envejecimiento cognitivo es considerado un proceso normal que tiene lugar con el paso de los años y que produce una pérdida en la eficacia del proceso de las operaciones mientras que mantiene los contenidos o conocimientos. En otras palabras, se pierde la inteligencia fluida y se mantiene la inteligencia cristalizada. Se producen alteraciones en varias dimensiones de la atención y la memoria operativa, lo que repercute en la eficacia de la comunicación y las relaciones sociales.
Los problemas de lenguaje que se producen en la vejez normal son un subproducto de alteraciones de los sistemas centrales y no propiamente del lenguaje como un sistema modular.
Uno de los problemas léxicos con los que nos encontramos en la vejez es el llamado fenómeno “en la punta de la lengua”, es decir, hay una demora o dificultad para encontrar la palabra adecuada para expresar algo pero se tiene la certeza de conocer esa palabra.
Muchas personas mayores también presentan dificultades en la comprensión, repetición, producción y uso espontáneo de oraciones complejas tanto en el lenguaje oral como escrito.
En las demencias se produce un deterioro progresivo de las capacidades cognitivas, comunicativas y lingüísticas, inicialmente parecidas al deterioro normal del envejecimiento.
La evaluación de la comunicación y del lenguaje en la vejez debe ser dentro de un marco personal y acompañada de una evaluación neurológica completa. La evaluación del lenguaje se puede dividir en dos partes: el lenguaje espontáneo y con pruebas estandarizadas.
En el envejecimiento normal, la intervención tiene como objetivos establecer las condiciones que permitan la comunicación, mantener y desarrollar las habilidades comunicativas y conversacionales, y mantener y desarrollar habilidades lingüísticas. La intervención estará orientada a estimular la voluntad de compartir y comunicar, y aprender o reaprender a hacerlo, desbloqueando las emociones, dominando las habilidades comunicativas, conversacionales y lingüística.