La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad crónica degenerativa desmielinizante que afecta al Sistema Nervioso Central, concretamente, al cerebro y a la médula espinal que ocasiona alteraciones en las funciones cognitivas, entre ellas la comunicación, por lo que la intervención logopédica es de suma importancia en estos casos.
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad crónica degenerativa desmielinizante que afecta al Sistema Nervioso Central, concretamente, al cerebro y a la médula espinal, originando retrasos e interrupciones en la comunicación nerviosa y, en ocasiones, daños en la fibra nerviosa. Los síntomas más comunes son de tipo motor, sensorial y fatiga.
La mayoría de las personas con EM presentan alteraciones de las funciones cognitivas, entre ellas la comunicación.
Dificultades en la comunicación
Aunado a ello, las personas con EM suelen presentar disartria, es decir, una afectación en la parte mecánica del habla. Por lo general la persona con EM no se da cuenta de que padece algún trastorno del lenguaje.
La intervención logopédica es fundamental en estos casos, pues será el logopeda el encargado de informar, asesorar y entrenar a las personas que cuidan a los pacientes; detectar, valorar y examinar los problemas de comunicación y establecer un tratamiento adecuado.
Considerando que los síntomas se manifiestan de manera diferente en cada paciente, podemos hablar de un tratamiento preventivo, que, como su nombre lo indica, se anticipa el tratamiento a la aparición de los síntomas, para que, cuando estos aparezcan, el paciente tenga estrategias para afrontarlos.
El tratamiento compensatorio trabaja con los síntomas a medida que estos van apareciendo, tratando de compensar las funciones más dañadas y haciendo uso de las menos dañadas.
En algunos casos puede ser necesario utilizar sistemas de comunicación aumentativos o alternativos (SAAC).