Alicia Selene Tijerina Chapa | 14/10/2019

Actualmente, Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. estiman que el Trastorno del Espectro Autista (TEA) ocurre en uno de cada 59 niños en los EE. UU, estadística reciente, 2018.

El Trastorno del Espectro Autista se caracteriza por  déficits persistentes en comunicación social y patrones restringidos y repetitivos de comportamientos, intereses o actividades.

Dos de las características clínicas destacadas de los TEA son la inflamación y la desregulación del sistema neuroinmune. 

Los factores ambientales también contribuyen a la patogénesis del TEA a través de modificaciones epigenéticas.

Además dentro del Autismo, coinciden varias afecciones como convulsiones, problemas gastrointestinales, déficit de atención, ansiedad, depresión, y problemas para dormir. Sin embargo, los problemas del lenguaje y del habla son componentes clave de los síntomas del Trastorno del Espectro Autista que las terapias actuales encuentran difíciles de enfrentar. Estudios recientes han demostrado que varias sustancias estimulantes del habla son eficaces para aumentar la capacidad del habla en pacientes con Autismo.

Los problemas del lenguaje  comienzan en la primera infancia, y producen déficits clínicamente significativos en el uso social de la comunicación verbal y no verbal, afectando la comunicación en el entorno familiar.

Algunos padres informan una regresión en sus hijos o una pérdida de habilidades verbales previamente adquiridas con el diagnóstico posterior de TEA. Se estima que los informes parentales de regresión en niños con TEA se producen en aproximadamente el 22% de los casos.  La regresión verbal puede deberse a factores ambientales a los que está expuesto un niño, como la nutrición y el uso de medicamentos.

Se han propuesto muchas sustancias para mejorar el habla en personas con TEA. Las vitaminas en particular se han propuesto como terapias. La vitamina B6 ha sido bien estudiada como una posible terapia después de que el Instituto de Investigación del Autismo en los Estados Unidos descubriera que muchos padres vieron mejoría en sus hijos con altas dosis de vitamina B6. La vitamina B12 ha sido muy investigada mostrando su participación en el Autismo. También se ha sugerido que la vitamina D es una terapia para mejorar los síntomas del TEA, incluido el habla. 

El ácido araquidónico (ARA), un ácido graso poliinsaturado omega-6, puede mejorar el habla de los niños con TEA. El ácido araquidónico (ARA) se considera un nutriente condicionalmente esencial en los lactantes que está presente en la leche materna, pero no en todas las fórmulas infantiles. Aunque los bebés pueden producir ARA, no producen tanto como se requiere para su desarrollo y deben adquirir algo de sus dietas 

Vitaminas y sustancias estudiadas en los Trastornos del Espectro Autista y sus mejorías:

Metilcobalamina (Vitamina B12)

Es la forma activa de cobalamina, también conocida como vitamina B12. La metilcobalamina es captada activamente por las neuronas, y ha sido indicada para el tratamiento de trastornos nerviosos.  Su uso en el tratamiento del autismo se ha propuesto como un tratamiento complementario.  La metilcobalamina reduce significativamente los síntomas autistas mejorando el lenguaje, aumentando el vocabulario, los autistas intentan decir más palabras, tienen habla espontánea. Se sugiere el uso de metilcobalamina con dos veces al día, junto con ácido folínico, ya que se ha demostrado una mejora en los síntomas autistas, el estado redox de glutatión y la comunicación expresiva. El lenguaje receptivo, expresivo y escrito mostró mejoras marcadas. 

Piridoxina (Vitamina B6)

Los beneficios de la administración de suplementos de vitaminas B-6 en el autismo son numerosos y, además los padres reportan mejora general en los síntomas autistas como mejoría en la calidad del sueño, mayor enfoque y concentración además de mejorar el lenguaje expresivo y receptivo, el hablar por primera vez, un mayor uso de sonidos y / o palabras

Ácido folínico

El ácido fólico, así como los suplementos multivitamínicos antes y durante el embarazo son bien reconocidos como tratamientos nutricionales para reducir el riesgo de autismo. Además en estudios se ha demostrado que el uso de ácido folínico junto con metilcobalamina como intervención nutricional es eficaz para reducir los desequilibrios redox en niños autistas además de mejorar la comunicación verbal, el lenguaje receptivo y expresivo. 

Ácidos grasos omega

La suplementación con ácidos grasos omega 3 mejoró los comportamientos autistas así como también la hiperactividad, el letargo y la estereotipia en niños con TEA. Los ácidos grasos omega 3, 6 y 9  fueron efectivos para mejorar las habilidades del lenguaje en niños prematuros con TEA. Se ha demostrado que tres meses de tratamiento oral con ácidos grasos omega 3, 6 y 9 fueron capaces de aumentar la cantidad de palabras, el gesto combinado, el uso de palabras, y el gesto comunicativo social.

Las principales fuentes de omega 3 son los aceites de pescado y el aceite de linaza.

En resumen, las vitaminas y sustancias como los omegas juegan un papel muy importante en el desarrollo del lenguaje de los niños con TEA. La suplementación guiada por un profesional de salud es importante para mejorar la sintomatología y así mejorar su calidad de vida del paciente y su familia ya que la comunicación es esencial para las funciones.

Referencias

Shaw William MD, Autismo, Más allá de lo básico (2009), Estados Unidos
Castillo MA, Urdaneta KE, Semprún-Hernández N, Brigida AL, Antonucci N, Schultz S, Siniscalco D. Speech-Stimulating Substances in Autism Spectrum Disorders. Behav Sci (Basel). 2019 Jun 12;9(6)

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