Lo que hago no es contra tí. Cuando tengo una rabieta o me golpeo, si destruyo algo o me muevo en exceso, cuando me es difícil atender o hacer lo que me pides, no estoy tratando de hacerte daño.

El elemento necesario frente a una rabieta, es realizar un análisis multifactorial de conductas desafiantes, este examen nos daría las explicaciones necesarias para entender cuándo, cómo y porqué suceden estás conductas y así poder anticipar los episodios de disruptibilidad.

Mi desarrollo no es absurdo, aunque no sea fácil de entender.

Tiene su propia lógica y muchas de las conductas que llaman "alteradas" son formas de enfrentar el mundo desde la especial forma de ser y percibir. Esforcémonos por comprenderme.

Las otras personas son demasiado complicadas. Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple.

Aunque te parezca extraño lo que te digo, mi mundo es tan abierto, tan sin tapujos ni mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él. No vivo en una "fortaleza vacía", sino en una llanura tan abierta que puede parecer inaccesible. Tengo mucha menos complicación que las personas que se consideran normales.

No me pidas siempre las mismas cosas ni me exijas las mismas rutinas. No tienes que hacerte tú autista para ayudarme. El autista soy yo, no tú!

No sólo soy autista. También soy un niño, un adolescente, o un adulto.

Comparten muchas cosas de los niños, adolescentes o adultos a los que llaman "normales". Les gusta jugar y divertirse, quieren a sus padres y a las personas cercanas, me sienten satisfechos cuando hacen las cosas bien. Es más lo que compartimos que lo que nos separa.

Merece la pena vivir conmigo. Puedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas.

Puede llegar un momento en la vida en que la persona autista, sea la mayor y mejor compañía.

No me agredas químicamente.

La medicación debe ser revisada periódicamente por el especialista.

Ni mis padres ni yo tenemos la culpa de lo que me pasa. Tampoco la tienen los profesionales que me ayudan.

Las reacciones y conductas pueden ser difíciles de comprender o afrontar, pero no es por culpa de nadie. La idea de "culpa" no produce más que sufrimiento en relación con el problema.

No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer. Pero pídeme lo que puedo hacer.

Otorgar y enseñar a ser autónomo, para comprender mejor, pero no dar ayuda de más.

No tienes que cambiar completamente tu vida por el hecho de vivir con una persona autista. A mí no me sirve de nada que tú estés mal, que te encierres y te deprimas.

Necesitan estabilidad y bienestar emocional a su alrededor para estar mejor.



Ayúdame con naturalidad, sin convertirlo en una obsesión.

El autocuidado y buscar formas de una mejor calidad de vida, tanto para los padres como para la familia, provocará acercarse al niño autista sin sentirse sometido a un peso insoportable. Cada día estarán mejor.

Acéptame como soy. No condiciones tu aceptación a que deje de ser autista.

El optimismo y la visión madura, objetiva de la realidad, hará que la situación normalmente mejore, aunque por ahora no tenga curación.

Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en comparación con los que se dicen "normales".

Les cuesta comunicarse, pero no suelen engañar. No comprenden las sutilezas sociales, pero tampoco participan de las dobles intenciones o los sentimientos peligrosos tan frecuentes en la vida social. La vida de las personas con autismo puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila. Si no se le pide constantemente y sólo aquello que más le cuesta.


Finalmente, quisiéramos concluir con unas frases que encierran, lo que hemos estado diciendo a lo largo de esta reflexión, en palabras de Riviére, A. y que parecen resumir el llamado principal que nos hacen nuestros alumnos y alumnas del espectro autista “las ideas dogmáticas y universalistas sobre el emplazamiento escolar de las personas con rasgos autistas son contraproducentes. No es correcta la afirmación de que todos los alumnos autistas deben tener una educación segregada, ni tampoco la de que todos deben integrarse. Lo que piden los autistas al sistema escolar es Diversidad, Flexibilidad, Capacidad de Adaptación, un alto Nivel de Personalización de la Actividad de la Enseñanza y de las Actitudes Educativas”. Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el normal, y sus vidas como autistas pueden ser tan felices y satisfactorias como las nuestras "normales". En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.

 

Referencias

Ayuda, R. Comunicación y lenguaje: Técnicas y juegos de estimulación en contextos clínicos y educativos.
Bautista, R. “Necesidades Educativas Especiales”, Ediciones Aljibe, España, 1993.
Carretero, M. Desarrollo cognitivo y aprendizaje del niño pequeño.
Curso Intervención Especializada en Autismo, Madrid, 2005.
Hobson, R. Peter Autismo, Alianza Psicología Minor.
Kaufmann, L. “La integración del niño con autismo a la escuela común: un enfoque interdisciplinario”, R.Ed.Es. Buenos Aires, 2004.
Martin, G., Pear, J., Modificabilidad de la Conducta ¿Qué es y cómo explicarla?, Prentice Hall, Madrid, 1999.
Martos, J. Autismo y otros trastornos del desarrollo.
Núñez, M. Cognición Social en Autismo.
Riviére, Á.Autismo, “Cuaderno de Trabajo”. Universidad de la Frontrera, Temuco, 2000.
Riviére, Á. “IDEA: Inventario Del Espectro Autista”, Fundec, Buenos Aires, 1997.
Valdez, D. Perspectivas sobre el desarrollo evolutivo y sus
trastornos desde un enfoque vigotskiano.
www.tecnoneet.org/docs/ptortosa/cap2.pdf - 9 May 2005.

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