Podemos sintetizar los campos o áreas que intentan definir o delimitar de un modo más preciso el campo de la PSL en las siguientes interrogantes, a saber: ¿cómo es que hablamos y comprendemos una lengua sobre la base de lo que es la facultad del lenguaje? ¿cómo se aprende o adquiere una lengua? ¿cómo los niños(as) desarrollan estas habilidades? ¿cómo el cerebro se convierte en el soporte de etas habilidades? ¿qué ocurre cuando el correlato neurológico o cerebro se disfunciona?
La Ciencia Cognitiva: Es un período difícil de caracterizar pues estamos en él donde sus contribuciones y conclusiones deben afianzarse más. Podemos afirmar que la PSL se encuentra en un estado de transición. No disponemos de una forma clara que oriente el quehacer aunque sí la encontramos en Levelt (2013) y Cutler (2005). Existe una fuerte cooperación interdisciplinaria siempre alerta a lo que ocurre en campos adyacentes. Significa que las explicaciones son compatibles con lo que ocurre en el campo antropológico cognitivo, neuropsicológico, psicopedagógico, inteligencia artificial (IA) y la teoría de la comunicación. Ninguna disciplina puede trabajar por separado. Es el rasgo sobresaliente de la “ciencia cognitiva” entendida como la comprensión científica del funcionamiento de la mente humana así como el procesamiento de la información verbal. La demanda por el estudio de la “realidad psicológica” no puede ser extraña o trivial; la aceptación de este criterio necesario para una teoría del lenguaje es una característica del último tiempo más que de los períodos anteriores. La aceptación de este criterio está implícito en la colaboración de las disciplinas anteriormente mencionadas.
Una gramática léxico-funcional (GLF: las estructuras verbales ocurren en un contexto de uso) evita lo ocurrido con el generativismo de Chomsky en la aplicación del modelo de la “complejidad derivacional” para dar cuenta de los procesos de comprensión y producción de una lengua sobre la base de la información gramatical necesaria para relacionar los distintos tipos de oraciones o enunciados. Todo está en el mismo léxico, así podemos darnos cuenta de la diferencia entre una frase activa y pasiva o la elegancia de una descripción sintáctica con lógica formal lo que pareciera ya no ser tan necesaria a la hora de evaluar el contenido semántico de una “proposición verbal”.
Otra característica de este período es el de “modelos” y “metáforas” que emanan del mundo de la ingeniería, es decir, de los “sistemas de expertos”, la “inteligencia artificial” la “construcción y prueba” de modelos computacionales o informáticos. A simple vista, la PSL parece no se interesarse mucho en ser una “ciencia de la mente” con un fundamento racionalista deductivo, sino es “ciencia cognitiva” que explica sistemas mentales con programas cognitivos como el conocimiento, la experiencia, la inferencia, deducción/inducción, toma de decisiones, dentro de otros procesos mentales. En este sentido –dicho sea de paso – la misma teoría evolucionista de Darwin la encontramos reflejada en lo podríamos denominar “lingüística biológica” como lo sostiene E. Lenneberg en “Fundamentos Biológicos del Lenguaje” con énfasis en el cambio lingüístico, la variación lingüística y las familias de lenguas.
Sobre lo anterior, la orientación taxonómica del estructuralismo se asemeja a la química en una concepción del lenguaje como facultad, y, las lenguas que derivan de la misma donde el interés del lingüista se centra en el descubrimiento de “unidades” que estructuran un sistema lingüístico (fonemas, fonos, morfemas, paradigmas y sintagmas, rasgos semánticos, etc.) como si estas unidades pudieran combinarse igual que las valencias en química o la capacidad de un átomo o grupo de átomos para combinarse en proporciones específicas con otros (del latín “ valere” = ser fuerte), pero siempre con la integridad propia del sistema.
En la década de los 50 el generativismo de Chomsky provocó un cambio paradigmático al concebir el lenguaje dentro de un “modelo matemático” con metodología deductiva donde la “competencia lingüística” es una característica abstracta del conocimiento que los hablantes tienen de su lengua. Las estructuras de una lengua se ve como un objeto matemático que se puede describir por medio de un conjunto de reglas. Sin embargo en los 80s -90s nos encontramos frente a una “metáfora” (la aplicación de un objeto o cosa para nombrar o referirse otra) o “modelo computacional” que ve al lenguaje como un proceso simbólico que conduce a decisiones basadas en el conocimiento y procesos de inferencias que explican la producción y comprensión en un acto verbal: la mente humana usa la facultad del lenguaje y el sistema lingüístico que deriva de ella. En forma análoga los computadores también usan lenguajes programáticos con símbolos y toman decisiones sobre la base de un conocimiento almacenado o inferido.
En síntesis, la PSL ya se encuentra involucrada en plantear una teoría del lenguaje acorde a los tiempos y formar parte de áreas de investigaciones relevantes a la naturaleza del conocimiento humano, la estructura de las representaciones mentales, y sus usos en procesos de razonamientos y la toma de decisiones que atraviesan toda la actividad humana. Los aportes del generativismo sí prepararon el escenario hacia un nuevo panorama en la lingüística moderna dentro del campo cognitivo: procesos cognitivos que subyacen al lenguaje. Desde esta perspectiva se aprecia que los aportes de la sintaxis formal y la semántica dan cuenta de las representaciones conceptuales y la estructura de los sistemas cognitivos humanos; las descripciones de la semántica son aportes a las representaciones conceptuales comunes a todas las formas de cognición. Se entiende así que el lenguaje no es un sistema auto-contenido separado de sistemas cognitivos más generales. Es un hecho que la integración de la lingüística con la ciencia cognitiva es un gran aporte para entender nuestra condición humana.
En síntesis, la PSL forma parte de un esquema de conocimiento y de investigación sobre el lenguaje humano mucho más amplio que el de una “disciplina híbrida”, como suele describírsele. Este ámbito mayor es el de la “ciencia cognitiva” cuyas disciplinas contribuyentes son la psicología, la lingüística, la filosofía, la inteligencia artificial (IA), la neurociencia, y la antropología cognitiva. La meta es “llegar a ser una ciencia de la mente humana” si ya no lo es. Sin duda que estamos viviendo tiempos interesantes para entender y utilizar mejor el conocimiento que poseemos como hablantes en las representaciones de la forma y significados de las palabras, enunciados, textos, discursos y por sobre todo en la construcción, adquisición y desarrollo de la lengua materna y segundas lenguas en el bilingüismo.
Los Tiempos Actuales de la Psicolingüística: Nada más relevante que el texto del Dr. Willem Levelt publicado en 2013 por Oxford University Press titulado “A History of Psycholingüistics: The Pre-Chomskian Era” que da cuenta en forma amplia y profunda de lo que ha sido el desarrollo de esta ciencia del lenguaje hoy ubicada en un destacado sitial desde donde podemos actualizarnos respondiendo a la pregunta “Hacia dónde va la Psicolingüística” En cierta forma, creo, este trabajo trata de cancelar una deuda intelectual, actualizando los contenidos de entonces. Allí utilicé algunas expresiones metafóricas para referirme a la PSL como “la PSL se inició con los intentos de probar la validez empírica de conceptos lingüísticos formales”, “la PSL es una ciencia joven y de cambios rápidos. La PSL se visualiza hoy como “una vía de ferrocarril con numerosos ramales en los otros temas rápidamente ocupan espacios”. O como lo escribiera la Dra. Jean Aitchison (2003) “un río de lecho de lecho cada vez más profundo y caudal más ancho que reúne corrientes y energías de otros afluentes que alimentan su curso natural”.
El término “psicolingüística” fue introducido como tal en 1936 por Jakob Kantor (1988- 1984) pero lo usó en contadas situaciones hasta que en 1946 su discípulo Nicholas Pronko publicara el poco conocido artículo “language and psycholingüistics” (no sabemos si existe una versión en español). Aquí, encontramos un análisis del lenguaje como fenómeno con los rasgos psicológicos de los “eventos lingüísticos”; incluye antecedente estadísticos y fonéticos como también datos sobre la adquisición de habilidades verbales, gestos, y, dentro de otros, la “afasia”. En un corto capítulo, Kantor (1977) detalla la historia del enfoque que él llama “visión unificada” o “teoría inter-conductual del lenguaje” de donde emana la idea de un campo interdisciplinario coherente que los 50s fue conocido como “enfoque unificado de la comunicación humana” por lo mismo es que la PSL orienta el conocimiento que tenemos sobre comunicación. Así comienza ya a establecerse como una disciplina coherente que echa las bases de una “ciencia de la mente” de donde surgen investigaciones sobre lingüística comparada, psicología evolutiva y experimental, la anatomía cerebral y los trastornos o patologías del lenguaje y el habla.
Sobre lo anterior, podemos sintetizar los campos o áreas que intentan definir o delimitar de un modo más preciso el campo de la PSL en las siguientes interrogantes, a saber: ¿cómo es que hablamos y comprendemos una lengua sobre la base de lo que es la facultad del lenguaje? ¿cómo se aprende o adquiere una lengua? ¿cómo los niños(as) desarrollan estas habilidades? ¿cómo el cerebro se convierte en el soporte de etas habilidades? ¿qué ocurre cuando el correlato neurológico o cerebro se disfunciona?
En realidad, las preguntas arriba enunciadas han orientado la investigación en psicolingüística por aproximadamente dos siglos, aunque muchos sostienen que la PSL se inicia con la “revolución cognitiva” de Noam Chomsky entre los años 50s y 60s, pero la literatura relevante nos sitúa en los finales del siglo XVIII. En Levelt (op. cit) se trata de un “modo comprehensivo” que denomina “período pre-chomskiano” de la PSL en el que especialistas como médicos, lingüista, psicólogos, entre otros, hicieron importantes descubrimientos sobre las regiones cerebrales comprometidas en el “acceso a las palabras” (léxico mental) en la producción y comprensión de la lengua, el bilingüismo, las “creaciones sintácticas infantiles” y la naturaleza de las “disfunciones verbales”. Se trata de un texto que contiene mucho más que la historia de las ideas sobre cómo hombres y mujeres ayudaron a levantar las ciencias del lenguaje en particular la PSL en este particular momento. Se trata de talentos, visiones científicas, falacias, creencias del momento, contribuciones y también rivalidades.
Postula Levelt que la PSL descansa sobre cuatro grandes raíces históricas que, a fines del siglo XIX, habían emergido algo desorganizadas. Entonces se le conoció como “psicología del lenguaje”. La segunda fue la “lingüística comparada” que planteó los “orígenes psicológicos del lenguaje”. La tercera la constituyó el estudio de la relación “lenguaje-cerebro” con Franz Gall en 1819 y los hallazgos de Paul Brocá en 1865 y algo después Wernicke en 1884. La cuarta raíz fue el uso de los “registros diarios” del habla infantil que emergieron con Emilio de Rousseau (1762) que abrieron los caminos de los estudios experimentales con miras a estudiar el “procesamiento verbal (habla y comprensión) con la “cronometría mental” de Franciscus Donders en 1870. Posteriormente Wundt en 1900 unificó estos enfoques en la monumental obra “Die Sprache” (El Lenguaje). Así se continuó hasta el siglo XX, pero con algunas diferencias o énfasis. En Alemania, por ejemplo, con el desarrollo de la “psicología de la conciencia” y “psicología del pensamiento”. En Francia, Suiza, Praga y Viena con el “estructuralismo”. En América y Rusia con el “conductismo” y la “afasiología”. Resulta interesante – de importancia no menor - retrotraerse a la inexplicable interrupción de la investigaciones en campo psicolingüístico en los años del Tercer Reich en un viraje hacia el estudio de la relación lenguaje, raza y la “weltanschaunng” (constitución mental y comprensión integral del mundo) al sostener que las razas humanas difieren en el potencial evolutivo reflejado en la complejidad de la lengua materna que para esos tiempos era la lengua alemana; esta lengua sería la portadora de una cultura constructora de un “pueblo”; la supuesta primacía de esta lengua por sobre otras daría como resultado una “formación determinada de la mente”. En 1933 muchas figuras disidentes que se negaron a aceptar las ideas del nacional-socialismo fueron perseguidos y despedidos como ocurrió con Clara y William Stern, Heins Werner, Kurt Goldstein , Kholer y Otto Selz obligados a emigrar hacia otros espacios académicos.
En realidad, el texto del Dr. W. Levelt es mucho más extenso y profundo que después de una lectura de estudio y aprendizaje uno no puede dejar de referirse a la forma didáctica sobre cómo el autor organiza los contenidos. Hay una orientación general que nos ubica en los eventos más importantes de la PSL a partir de 1951 con los seminarios interdisciplinarios de Verano sobre Psicología y Lingüística en la Universidad de Cornell y Universidad de Indiana, ambas en EE.UU en 1953, reitero la idea de los párrafos iniciales. Se analizan además las ideas de George Miller y el “orden serial” de la conducta de K. Lashley como también los efectos de las “frecuencias léxicas” de Howes y Solomon. Dentro de la misma orientación el lector conoce los “Métodos en Lingüística Estructural” de Zellig Harris el “análisis distribucional” en los “procedimientos de descubrimiento” basados en “corpus” para el estudio de la unidades de una lengua (fonemas, morfemas, y constituyentes sintácticos) relevantes en una “gramática generativa” compuesta por “reglas” que el mismo Harris denominó “enunciados”. Así Harris y su alumno N. Chomsky trabajaron en el desarrollo de una gramática transformacional- generativa (GTG) que según George Miller es “psicológicamente real”, es decir una “maquinaria mental” que procesa contenidos de la realidad en estructuras verbales. Destaca en este período también el desarrollo de la psicología de Wundt con la idea de desarrollar una psicología étnica y la formación del léxico en los procesos mentales, las partes de la oración, y, los cambios de significados. Se formula por primera vez la interrogante de dónde vienen las palabras, la prosodia oracional, y el “habla interior” y “habla exterior” (para sí mismo y para los demás o social”.
Durante gran parte del siglo XIX lo que se conoció como “psicología del lenguaje” no tuvo una organización coherente para dar cuenta de los “hechos del lenguaje” como los “hechos de la mente”, vale decir, la “cognición” (capacidad para percibir, aprender, pensar y emitir juicios). Por lo mismo es que en 1890 Heyman Steinthal formuló la disciplina como ciencia auxiliar de la Lingüística y que llamó “filosofía del lenguaje” siendo una práctica común de lingüistas que miraban hacia la psicología; creo que todavía es una práctica común para aproximarse a la relación lenguaje y pensamiento. Varias áreas de la PSL encuentran sus raíces en la segunda mitad del siglo XIX como la de preocuparse por explicar incluso el origen del lenguaje (en el período de la Iluminación y el Romanticismo). Surge la importancia de “Emilio” de Rousseau como estudio empírico, la filología histórica y comparada, y el concepto Darwiniano sobre la evolución o filogenia del lenguaje. Steinthal se interesó por dar cuenta de la génesis del lenguaje y sus trastornos. Aparecen también los estudios de “rastreo” o tracking del lenguaje en el cerebro con la “frenología” y los estudios fisiognómicos con Carl Wernicke, Trousseau, Jean Martin y Charcot.
También comienzan a manifestarse intereses pioneros por la adquisición del lenguaje como Jean Héroard, Taine, y Preyer que conformaron la llamada “comunidad de investigadores sobre el habla infantil” centrada en varios aspectos como desarrollo fonológico, lenguaje interior, gestos y lenguas de señas, basados todos en la idea de que “la ontogénesis recapitula la filogénesis (estudiar al niño es observar como el especie humana evolucionó hacia el desarrollo del lenguaje como facultad). A esto hay que agregar que también aparecen los intereses por el desarrollo experimental de la PSL con experiencias de estudio en laboratorios de habla y lenguaje; la fonética y el diseño de máquinas de habla con von Kempelen. Con Cattel, Erdmann, y E. Huey las destrezas lectoras y la identificación de objetos mediante palabras. También otros estudios como la percepción del habla con W. Bagley ; Ebbinghaus en memoria y aprendizaje verbal ; Galton con asociación y analogía, y, finalmente los errores del habla con Meringer y Bauden, entre otros.
Antes de la Revolución Cognitiva: Lo que algunos expertos muestran como una comunidad científica homogénea, no ha sido tan así pues no fue posible sostenerla en el tiempo. El estructuralismo soltaría, por así decirlo, los lazos entre lingüística y psicología. L. Bloomfield en el año 1933 publica su conocido texto con notorio énfasis en la necesidad de demostrar el rol del lenguaje en nuestros procesos mentales. La emergencia del conductismo en los EE. UU. crea una brecha o división del enfoque mentalista sobre la relación mente-lenguaje. Es responsabilidad de los lingüistas mostrar en detalle que un hablante no posee ideas y que es suficiente que las palabras generen ruido para que las palabras ejerzan un “efecto gatillador” sobre el sistema nervioso de quienes escuchan o lean. Nos podemos preguntar si el lenguaje crea la realidad, o, la realidad crea el lenguaje. Así sobresalen líderes de una “nueva psicología” o “psicología del pensamiento sin imágenes” que emergió con Ach, Bühler y Satz en Würzburg antes de la Primera Guerra Mundial. De paso digamos que el primero se sometió al nazismo y Bühler fue expulsado de la Universidad de Viena en 1938, emigrando a los EE.UU. Selz fue asesinado en 1943 camino a Auschwitz. De esta manera el centro gravedad de la PSL cambió hacia el mundo anglosajón (los capítulos del 7 al 18 en el texto de W. Levelt hablan en detalle de estos desarrollos). En el capítulo 8 trata de cómo el enfoque conductista anti-mentalista predomina como el gran dogma en la escena norteamericana. Seguidamente en el capítulo 9, nos encontramos con el enfoque funcionalista europeo con Karl Bühler como su exponente central.
Las investigaciones en PSL en el siglo XIX se extienden hacia la “revolución cognitiva” iniciada en los años 50s cuando N. Chomsky irrumpe en el campo de las “ciencias humanas” con especial referencia al lenguaje haciendo un crítica profunda y extensa al conductismo Skinneriano en el sentido que el lenguaje no es un producto de la relación estímulo-respuesta (E-R) determinado por el ambiente, sino que es un fenómeno mental. Funciona primariamente en la mente del hablante o usuario de una lengua: el lenguaje es cognitivo. Surgen otras vertientes como el preocuparse del “relativismo lingüístico”, el pensamiento determina el lenguaje o a la inversa; otra es el estudio de la adquisición del lenguaje y su relación con el correlato neurológico o cerebro. Vale destacar las contribuciones del estructuralismo de Taine, Saussure, de Courtney y en Francia Henri Delacroix, la división entre Bühler y Wundt. La conducta verbal de Watson y sus ideas en relación a lo que él denominó el habla como “pensamiento sub-vocálico” en el “control social”. No se puede omitir a Skinner y la idea del condicionamiento semántico u operante. También Ch. Osgood y la “medición del significado” (diferenciales semánticos) o Mowrer con la “oración como mecanismo condicionante”.
En el terreno de los conocidos “actos de habla” y sus funciones destacan las contribuciones de Philip Wegener y Adolf Reinach como pioneros. Alan Gardiner y las funciones de la palabra en las oraciones, el modelo “organon” y el “campo deíctico, léxico y sintaxis, y, principalmente, la Escuela de Praga. La adquisición del lenguaje destaca también por su gran preocupación con - como lo menciono en párrafos anteriores – con Clara y William Stern , Otto Jespersen, van Genniken, J. Piaget, Vygosky, Decroly, Grégoire, y Jakobson que seguramente precedieron a la revolución cognitiva . Son también los tiempos de los estudios neurolopsicológicos del lenguaje con Dejerine, Marie en el debate sobre la afasia y los agramatismos (trastornos del habla caracterizado por los problemas para producir estructuras verbales coherentes), Head, Golstain, Luria. En mayor o menor grados todos relacionados con la estructura u organización de la actividad verbal en la mente-cerebro (en nuestra América Latina destacan los aportes del Dr. Juan Azcoaga en Argentina).
Juan Azcoaga (1925-2015)
Director de APINEP en Buenos Aires, Argentina dedicado a la investigación clínica y docencia en los problemas del aprendizaje escolar y las perturbaciones del lenguaje. Aportó muchísimo al desarrollo de la neurolingüística en América Latina lo que él mismo denominó “patología neurológica del lenguaje”. El marco conceptual de su modelo se basa en los aportes de la doctrina Pavloviana sobre la “actividad nerviosa superior”. El lenguaje no se explica solo por la expresiones externas de la actividad cerebral sino por la actividad de “circuitos neurales” responsable por la producción de fonemas, oraciones, y significados (estereotipos fonemáticos, estereotipos motores verbales o habla, estereotipos verbales o neurosemas, respetivamente) que conforman la “competencia comunicativa” para hablar y comprender. |
En general, mirado desde la óptica del siglo XXI, el interés se sigue centrando en lo que ha ocurrido en lo fue la Unión Soviética, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, Francia, Bélgica e Italia que obliga a lingüistas, psicólogos, antropólogos, ingenieros informáticos, profesionales del habla y del lenguaje (fonoaudiólogos, terapeutas de habla y lenguaje, educadores especiales y afines) a realizar un escrutinio permanente sobre el desarrollo de la PSL allí. Ello con miras a disponer de un campo con nuevos saberes y conocimientos sobre la comunicación humana que va desde la intencionalidad a la articulación del habla, para diseñar técnicas de rehabilitación, metodologías para la enseñanza de lenguas, desde una “neurocognición” como lo plantea el Dr. Willem Levlt y poder dar cuenta así de los procesos de comprensión y producción cuando hablamos, escribimos, escuchamos, y/o leemos. Se desprende también de aquí entender la naturaleza del “bilingüismo” ¿se adquiere o se aprende una segunda lengua? ¿cómo innovar en la enseñanza de la lengua materna?
Conclusiones: La PSL no es una ciencia nueva en el estudio de los procesos lingüísticos: sus raíces las encontramos en la misma filosofía del lenguaje, en la psicología y, prácticamente, en las ciencias sociales y humanidades. Finalmente, en honor al espacio concedido en esta revista, siendo las proyecciones del campo psicolingüístico de enorme importancia, hay que dejar en claro que aquí solo hemos pasado revista resumidamente a las posibles proyecciones que tenemos que prestar atención en el futuro inmediato y mediato como muy bien lo desarrolla la Dra. Cutler (2015) y que considera como las “piedras angulares”: (a) Psicología y Lingüística que cubre la relación entre mecanismos cognitivos y la teoría sintáctica, cómo se estructuran los sonidos de una lengua en la mente-cerebro; la representación lingüística en los trastornos de habla- lenguaje; definición de la relación entre neurociencias y lingüística. (b) biología y conducta con la siguiente cobertura como la especificidad genética y la herencia lingüística, neurobiología de la percepción del habla, el rol del área de Brocá en el procesamiento verbal, la adquisición de las lenguas de señas, (c) producción y comprensión con temas como el inducto (input) máximo en la retroalimentación durante los procesos de producción y comprensión del habla, el reconocimiento de la palabra hablada y escrita , el auto-monitoreo del habla, la relación entre la percepción y la producción en el aprendizaje/adquisición de una segunda lengua (output). Y finalmente, (d) los modelos en la psicolingüística experimental; hipótesis sobre la naturaleza del lenguaje, el reconocimiento de palabras y análisis de oraciones como, por ejemplo, el modelamiento computacional cumulativo de Popper y Lakatos; como pueden los modelos computacionales ayudarnos en el desarrollo de mejores teorías e implicancias de la PSL en la cognición humana en la inteligencia artificial (IA) informática y la comunicación humana.
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