Para producir el sonido que se conoce como habla se requiere la coordinación y el movimiento de una serie de órganos. La disglosia es el trastorno de articulación por lesiones o malformaciones físicas de los órganos de la articulación.
Para producir el habla y por ende el leguaje se necesitan de una serie órganos, músculos y nervios que se conocen como órganos fonoarticuladores1.
Cuando nacemos la principal función de estos órganos son la respiración y la alimentación.
Pero gracias a esos mismos órganos podemos producir cadenas de sonidos (habla) que sirven para la comunicación y el desarrollo social.
Para producir el sonido que se conoce como habla se requiere la coordinación y el movimiento de una serie de órganos que los podemos dividir en 3 grupos1:
Este cambio se da debido a las diferentes posiciones que adoptan los órganos articuladores y esto es lo que se conoce sustancialmente como articulación.
En palabras sencillas: ¿cómo funcionan estos 3 grupos?
La disglosia es el trastorno de articulación por lesiones o malformaciones físicas de los órganos de la articulación1.
Algunos de los problemas que podemos encontrar son:
Anomalías más comunes que se pueden presentar
La causa de estas anomalías en los órganos pueden ser congénitas (desde el nacimiento) o adquiridas (nació sin la anomalía y por alguna circunstancia en el periodo del desarrollo del menor se dio la anomalía)1.
Estas anomalías, además, se pueden dar en uno o más órganos a la vez.
Entre las causas más comunes podemos enumerar1:
Estas alteraciones llegan a afectar la articulación de la mayoría órganos; dependiendo del problema así los sonidos del habla afectados.
Por ejemplo: si el niño presenta frenillo lingual los sonidos del habla que se pueden ver más alterados son la /l/ y /r/; y en muchas ocasiones /t/ y /d/.
Si el niño presenta mordida abierta donde sus dientes superiores están más adelante que los inferiores se va a distorsionar el sonido /s/ en la mayoría de los casos; y aparece el famosos seceso (niño “sopetas”) al igual que cuando hay falta piezas dentales, principalmente en los dientes superiores centrales (cuando se esta cambiando de dientes de “leche” a dientes permanentes), la distorsión de este sonido se va presentar de manera predominante.
Otros sonidos que se ven afectados son los que se clasifican como velares: /g/, /k/ “c” “q” y /x/ “j”; cuando el niño tiene fisura labioalveolopalatina, por ejemplo, estos sonidos se ven muy afectados debido al defecto del paladar del niño.
Para una correcta intervención de este trastorno del habla, hay que hacer una exploración a profundidad de los órganos articulatorios, lo que puede o no puede hacer el niño con sus diferentes órganos.
El equipo interdisciplinario es de suma importancia; ya que en muchos caso el niño requerirá más de un especialista para superar su problema articulatorio. El trabajo en conjunto del pediatra, odontólogo, otorrino, psicólogo, terapeuta del lenguaje y demás profesionales dependiendo de la problemática del niño es de suma importancia para una intervención efectiva.
Si usted sospecha que su hijo/alumno tiene alguno de estos trastorno, busque a un terapeuta del lenguaje, un pediatra, un odontólogo o algún especialista para realizar un diagnóstico y una intervención pronta. Recuerde que entre más temprano se traten estos problemas, junto con un equipo interdisciplinario, saldrá más rápido el niño de su trastorno del habla.
Referencias
¿Cómo ayuda la alimentación al desarrollo del lenguaje? https://tlrebeccah.wordpress.com/2018/01/26/la-alimentacion-su-papel-en-el-desarrollo-del-habla/
La succiòn digital tambièn afecta la anatomìa de los òrganos articuladores.
https://tlrebeccah.wordpress.com/2018/01/13/succion-digital-repercusiones-anatomicas-articulatorios/
Loría, M. 2015. El lenguaje: manifestación del espíritu libre. Editorial UNED. San José: Costa Rica.