Sin duda se han realizado numerosos estudios sobre los diferentes efectos decurrentes de la alimentación enteral. Algunos a nivel comparativo entre la gastrostomía endoscópica percutánea PEG, la sonda orogastrica SOG y la sonda nasogástrica SNG.
Sin duda se han realizado numerosos estudios sobre los diferentes efectos decurrentes de la alimentación enteral. Algunos a nivel comparativo entre la gastrostomía endoscópica percutánea PEG, la sonda orogastrica SOG y la sonda nasogástrica SNG. En los cuales se ha evidenciado la eficiencia de la PEG para proveer una buena nutrición al sujeto al que se le adaptó, sobre el uso de la SOG - SNG, que corresponde con el objetivo real al instaurar un sistema de nutrición enteral. Sin embargo, el uso de una sonda de gastrostomía endoscópica percutánea no ha demostrado ser superior al uso de una sonda nasogástrica para prevenir la aspiración en estos pacientes (*1-6). Aun en sondas avanzadas a yeyuno o en sondas transpilóricas (*4).
Dentro de las complicaciones y paradigmas que existen en la nutrición enteral, Finucane define entre otras que no reduce el riesgo de infecciones ni que evita las neumonías aspirativas. La nutrición enteral no ofrece protección de secreciones orales colonizadas, que son una seria amenaza en los pacientes con disfagia. Por ello, según MARIK y col. (*8), dentro de las complicaciones de la nutrición enteral se encuentran la neumonía y la neumonitis aspirativas.
Neumonitis aspirativa (síndrome de Mendelson) es una lesión química causada por la inhalación de los contenidos gástricos estériles, dando como resultado una quemadura química del árbol traqueobronquial y parénquima pulmonar, causando una reacción inflamatoria parenquimatosa intensa (*14).