Estudio de carácter transversal y descriptivo para conocer la incidencia de casos de deglución atípica (DA) en clínicas dentales de Cantabria, durante el año 2014, y saber cuántos de esos casos fueron derivados al logopeda por parte de los profesionales de la salud bucodental.
INTRODUCCIÓN
Aunque quizás sea algo desconocido, el papel de la logopedia está muy ligado a los profesionales de la salud bucodental. El logopeda interviene en la prevención, evaluación y rehabilitación de alteraciones del lenguaje, habla, voz, comunicación y deglución, y en el caso concreto de la deglución atípica, en ocasiones son dichos profesionales, los que primero pueden detectarla.
La deglución es una acción motora en la que se encuentran comprometidos varios músculos de la respiración y del tracto gastrointestinal1. Es un acto fisiológico complejo que permite el transporte de los alimentos, la saliva y los líquidos hasta el estómago.2
En la deglución existen tres fases, las cuales se dividen en fase oral; que se extiende desde la introducción del alimento en la boca, o la formación de saliva, hasta su paso hacia la faringe3 (fig. 1. A-B-C) y tiene cuatro etapas:
* Preparatoria
* Elevación de la lengua
* Contacto de la lengua con el paladar blando
* El hueso hioides alcanza el borde de la mandíbula
Después se encuentra la fase faríngea (fig. 1. D): que es involuntaria. En esta fase se asocian las contracciones de los músculos suprahioideos, faríngeos, laríngeos y linguales. Y finalmente, se encuentra la fase esofágica (fig. 1 E); que es inconsciente y comprende el paso del alimento desde el esófago al estómago.3
En la deglución madura, adulta o somática la masticación se realiza con los labios cerrados y utilizando los molares posteriores. La lengua no se interpone entre las arcadas dentarias ni se hace presión en los incisivos. Cuando el alimento está triturado se forma el “bolo alimenticio”, éste se sitúa sobre la lengua, después, se eleva la mandíbula, la lengua se amolda al paladar duro sellando la parte frontal y laterales, y con un movimiento peristáltico hacia atrás conduce dicho bolo a la parte posterior de la boca, iniciándose un proceso involuntario, llamado reflejo deglutorio, que provoca la caída del bolo hacia la faringe y el esófago. Al tragar, los dientes están en contacto, y los labios están cerrados y sin movimiento.4
Por otro lado, la deglución infantil se caracteriza por el reflejo de succión-deglución, que permite la lactancia materna. La lengua se sitúa entre las encías y la presión que ejerce facilita el desarrollo de la musculatura, la dentición y el amamantamiento.4
Entre los dos y tres años el bebé sustituirá este tipo de alimentación para adaptarse a la masticación y deglución de todo tipo de alimentos, pero si persiste este mecanismo más allá de los cuatro años se considera que presenta deglución atípica o “infantil”. No se trata de la permanencia en este estadío infantil, sino de una forma de deglutir errónea que puede ser consecuencia y/o causa de alteraciones anatómicas. Si no se corrige, puede persistir en la deglución adulta, y aquí es donde entra la figura del logopeda.4
Existen las siguientes formas de deglución atípica, siendo los dos primeros los más predominantes:
- Con interposición lingual entre los incisivos superiores e inferiores o con presión atípica de la lengua: la lengua se interpone entre los incisivos en la parte frontal o lateral, impidiendo el contacto entre las arcada dentarias. Por otra parte la lengua puede ocasionar presión contra la cara posterior, lateral o en ambas durante la fase de deglución (fig. 2).3
- Con interposición del labio inferior contra los incisivos inferiores o con presión atípica del labio inferior: el labio inferior, ejerciendo una gran contracción, es el que se interpone entre los incisivos inferiores y superiores, evitando el contacto entre ambos labios. Esta forma viene asociada con la contracción de los músculos del mentón, ocasionando hipertonía del labio inferior y una hipotonía del superior debido al desuso de este. (fig. 3).3
- Con contracción de las comisuras: consiste en la contracción de los músculos risorios durante la deglución, ocasionando hoyos cerca de las comisuras de la boca.3
Se trata de mecanismos compensatorios provocados por la actividad incorrecta de la lengua, con el fin de lograr un correcto sellado oral e impedir el escape de los alimentos.4
Fig 2. Interposición lingual
Fig 3. Interposición labial
La deglución atípica suele presentarse de forma aislada, aunque también es frecuente que aparezca asociada a otros cuadros más amplios. Las más comunes son:
* Respiración bucal: debido a esto, se forma el llamado paladar ojival, que se produce por una contracción del paladar por la descompensación de presiones.
* Problemas ortodóncicos: la interposición lingual produce un adelantamiento de los dientes incisivos superiores, mientras que la interposición labial produce una retracción de los inferiores. Ambas alteraciones conducen a una oclusión dental incorrecta, y a una mordida abierta.
* Alteraciones en la masticación: masticación unilateral, masticación con ruidos, masticación con labios entreabiertos, masticación con movimientos verticales de mandíbula, y masticación anteriorizada.
* Succión digital y/o lingual.
* Onicofagia: es el acto de morderse las uñas, creando alteraciones dentarias.
* Problemas estéticos.
* Dificultades de articulación: la articulación y la acústica del sonido dependerán de la posición y el mecanismo utilizado para producirlo, sobre todo respecto a la posición de los dientes y la agilidad lingual.
* Voz: la deglución atípica también puede provocar alteraciones en la voz, debido a que la cavidad bucal es un resonador que puede variar en tamaño e impedancia según sea la posición de sus elementos y la abertura o cierre de la cavidad.
* Rendimiento escolar: cuanto más severa es la deglución atípica, peor es la dicción y más bajo el rendimiento escolar.
* Problemas emocionales: algunos casos de deglución atípica, pueden tener como consecuencia asociada alteraciones emocionales como la ansiedad, timidez, sentimientos de falta de cariño e inseguridad.
Acciones del logopeda ante la deglución atípica
Cuando el paciente con deglución atípica es remitido al logopeda, éste realiza una valoración de sus funciones orofaciales, centrándose en aquellas que pueden estar alterando el tratamiento dental. Con una exhaustiva intervención logopédica se recuperan las funciones alteradas, lo que conlleva un progreso en el tratamiento dental, ya que se cambia el patrón deglutorio atípico por el patrón deglutorio normal.